Los shoppings piden que los habiliten para vender con la modalidad de take away con entregas en estacionamientos o accesos principales

La propuesta de los empresarios del sector es que los clientes puedan realizar las compras online o vía telefónica y retirar la mercadería desde su vehículo

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Clientes en un shopping de Dinamarca, a comienzos de mayo, cuando los centros comerciales de ese país volvieron a funcionar (REUTERS)
Clientes en un shopping de Dinamarca, a comienzos de mayo, cuando los centros comerciales de ese país volvieron a funcionar (REUTERS)

La Cámara Argentina de Shopping Centers, que reúne a los centros comerciales de todo el país, solicitó que se les permita vender con la modalidad de “take away” o compra para llevar. De esta forma, las marcas que están en los shoppings podrían realizar ventas y que los clientes se acerquen a retirar sus compras, sin ingresar a los locales.

El pedido fue realizado a las autoridades nacionales, provinciales y municipales de los distritos donde se ubican los shopping centers. Según datos del sector, los centros comerciales emplean a 100.000 personas en forma directa e indirecta.

La propuesta de los empresarios es que los clientes puedan realizar las compras online o vía telefónica y retirar la mercadería en un shopping center de cercanía. El retiro —según explicaron— se haría desde el vehículo del comprador, sin necesidad de bajar, y sin contacto con el empleado del local, que le entregará la bolsa con su pedido contra la presentación de un recibo impreso o un código QR.

El retiro se haría desde el vehículo del comprador, sin necesidad de bajar, y sin contacto con el empleado del local

“Las entregas se efectuarán en los estacionamientos de los shoppings; cuando esto no sea posible, se realizarán en los ingresos principales; en ningún caso se franqueará el ingreso al interior del mall a los clientes. Esta modalidad permitirá a las miles de marcas que operan en nuestros centros comerciales volver a trabajar, de una forma limitada, luego de más de dos meses de inactividad absoluta”, explicaron desde la cámara a través de un comunicado.

Desde la entidad, advirtieron que las empresas que alquilan locales en los shopping centers son, en su mayoría, pymes que enfrentan enormes dificultades a causa de la inactividad para poder afrontar gastos fijos como el pago de sueldos, impuestos o tasas municipales.

Un centro comercial porteño, en tiempos anteriores a la cuarentena
Un centro comercial porteño, en tiempos anteriores a la cuarentena

“No estamos pidiendo nada que no se les haya concedido a otros rubros comerciales. No solicitamos privilegios, pero tampoco queremos ser discriminados: nuestros centros comerciales permanecerán cerrados hasta que las autoridades lo determinen, pero creemos que es posible y seguro que nuestros locatarios vendan a través de la computadora o el celular, y los compradores retiren la mercadería en los estacionamientos de los shoppings”, dijo Mario Nirenberg, gerente general de la Cámara Argentina de Shoppings Centers (CASC).

La cámara ya presentó a las autoridades un protocolo de procedimientos de seguridad para cuando sea posible la reapertura de los centros comerciales, que fue avalado por el Centro de Estudios Infectológicos Dr. Stamboulian. Allí se establecen medidas sanitarias que se podrían adoptar en el momento en que se permita la reapertura de los centros comerciales como, por ejemplo, el número máximo de clientes de acuerdo a su superficie.

La semana pasada, comercios de distintos rubros pudieron abrir nuevamente sus puertas en la Ciudad de Buenos Aires, luego de casi 50 días inactivos por el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio

La semana pasada, comercios de distintos rubros pudieron abrir nuevamente sus puertas en la Ciudad de Buenos Aires, luego de casi 50 días inactivos por el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. Con la flexibilización, pudieron recuperar algunas ventas. En el sector, se estima que en promedio los rubros ahora exceptuados vendieron un tercio de lo que facturaban antes de la cuarentena.

Entre los rubros habilitados se incluyeron joyerías, relojerías, venta de bijouterie, mueblerías, inmobiliarias y concesionarias de autos y motos. En gastronomía, se permitió a los locales comenzar a ofrecer ventas en la modalidad de “take away”. Pero el temor entre los comerciantes porteños es que el aumento de los casos que se registró en los últimos días tenga como consecuencia una marcha atrás de la habilitación para funcionar.

De los rubros comerciales habilitados, el 82% abrió sus puertas y el promedio de facturación fue del 31% en comparación con un día normal pre-cuarentena, según un relevamiento de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba). “La segunda etapa de la reapertura comercial dispuesta en la Ciudad de Buenos Aires mostró una creciente afluencia de público pero bajo nivel de consumo. La gente viene priorizando los gastos en alimentación e higiene y va a llevar tiempo volver a un estado normal de la demanda en los comercios”, comentaron desde la federación.

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