A comienzos de la última semana varios comercios de distintos rubros pudieron abrir nuevamente sus puertas luego de casi 50 días inactivos por el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. Con la flexibilización, pudieron recuperar algunas ventas. En el sector, se estima que en promedio los rubros ahora exceptuados vendieron un tercio de lo que facturaban antes del ASPO.
Pero el temor entre los comerciantes porteños es que el aumento de los casos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que se registró en los últimos días tenga como consecuencia una marcha atrás de la habilitación para volver a funcionar y que la situación se vuelva aún más crítica.
De los rubros comerciales habilitados para funcionar, el 82% abrió sus puertas y el promedio de facturación fue del 31% en comparación con un día normal pre-cuarentena
Segúbn un relevamiento de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba), de los rubros comerciales habilitados para funcionar, el 82% abrió sus puertas y el promedio de facturación fue del 31% en comparación con un día normal pre-cuarentena.
“La segunda etapa de la reapertura comercial dispuesta en la Ciudad de Buenos Aires mostró una creciente afluencia de público pero bajo nivel de consumo. Es evidente que la gente viene priorizando los gastos en alimentación e higiene y va a llevar tiempo volver a un estado normal de la demanda en los comercios”, comentaron desde la federación.
“El martes hubo una facturación promedio que fue del 25% con respecto a un día normal y con eso no se cubren ni los gastos. El jueves ya fue del 30%. Algunos locales tenían la posibilidad de abrir y por temor no lo hicieron. El miedo más grande que tenemos en este momento es que, como están diciendo las autoridades y los epidemiólogos, se pueda volver todo para atrás porque estamos por comenzar la curva ascendente de contagios”, explicó Fabián Castillo, titular de Fecoba, que reúne a unas 230 cámaras comerciales.
“El sector más grande que hay en los centros comerciales es indumentaria y calzado, que todavía no puede abrir, donde ya presentamos el manual de procedimiento para el sector. Después de más de 50 días de tener los locales cerrados, facturar un cuarto de lo que un día normal previo a la cuarentena pero en recesión nos encontramos que va a ser complicado. Pero tratamos de mantener la esperanza”, agregó Castillo.
Después de más de 50 días de tener los locales cerrados, facturar un cuarto de lo que un día normal previo a la cuarentena pero en recesión nos encontramos que va a ser complicado
Entre los rubros habilitados esta semana están joyerías, relojerías, venta de bijouterie, mueblerías, inmobiliarias y concesionarias de autos y motos. En el rubro de gastronomía, se permitió a los locales comenzar a ofrecer ventas en la modalidad de take-away (pasar a retirar la compra por el local).
“Para los que estaban abiertos e implementaron el take-away, algo más vendieron pero cosas muy pequeñas. No es la solución para ningún negocio, aunque ayuda. En ventas es un 2% o 3% de lo que puede vender un local gastronómico, no influye demasiado, es más un gesto que un tema económico. Lo valoramos muchísimo, pero es nada más que eso”, detalló Ariel Amoroso, presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (Ahrcc). En la entidad, descuentan que serán uno de los últimos sectores en poder volver a funcionar con normalidad.
El pasado martes comenzó la reapertura de comercios minoristas de cercanía, el formato “para llevar” en locales gastronómicos y las ferias barriales, y a lo largo de la semana se sumaron otros rubros como inmobiliarias y concesionarias.
Desde la asociación que representa a los concesionarios de autos, maquinaria agrícola y motovehículos (Acara) destacaron que el movimiento comercial comenzó parcialmente en una buena parte del país, pero muy ralentizado, con dificultades de abastecimiento de formularios por la situación de turnos y equipos rotativos que implican problemas en la operatoria diaria. “La proyección del mercado para este 2020 representa una caída de más del 50% comparado con 2019”, explicaron.
En el sector inmobiliario, destacaron que a pesar de que el jueves pasado fue la primera jornada de trabajo luego de casi dos meses de inactividad, la presencia de clientes fue baja, pero con un leve incremento de consultas por medios no presenciales, como WhatsApp y correos electrónicos.
Desde las concesionarias, destacaron que la proyección del mercado para este 2020 representa una caída de más del 50% comparado con 2019
“Las consultas fueron tanto de propietarios de inmueble como de interesados en adquisición y alquiler y estuvieron básicamente enfocadas en preguntar por valores de las propiedades, ya sea para realizar o bien aceptar ofertas. Esto muestra que se vislumbra la posibilidad de que se reactive el mercado, el que viene sufriendo una fuerte caída en forma sistemática y consecutiva desde hace casi dos años”, señaló Marta Liotto, vicepresidente del Colegio Unico de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (Cucicba).
También se recibieron algunos pedidos sobre plazos para la entrega de propiedades adquiridas desde pozo, las que fueron afectadas por la limitación de la actividad de la construcción.
Protocolos para la atención al cliente
El horario de atención de estos comercios es entre las 11 y 21 y, según los distintos protocolos, para prevenir el contagio los clientes podrán ingresar los días pares o impares según la terminación de su DNI. Dentro de cada negocio, podrá haber una persona cada 15 metros cuadrados de superficie en el local.
Aún permanecen inhabilitados rubros como indumentaria y calzado y comercios vinculados al cuidado personal como peluquerías, manicuras, spa, pedicuras, masajes; de deportes y esparcimiento, como gimnasios, polideportivos y salas de entrenamiento. Y por último, no están autorizados los shoppings, grandes tiendas y galerías comerciales.
Según estadísticas publicadas por el Gobierno porteño, hay más de 200.000 personas vinculadas a los rubros que aún no fueron habilitados para desarrollar su actividad comercial.
Seguí leyendo: