Es fuerte el viento de frente que soporta la economía argentina pero no la desequilibra como se imaginaban tiempo atrás los operadores del mercado. Que el dólar libre haya subido $3 a $138 no es un indicador importante de las penurias, sino un reflejo de la desconfianza del público que poco tiene que ver con los grandes inversores.
A ese mercado van los ahorristas medianos, los que pueden ocultar esas divisas de la vista de la AFIP y que las acumulan sin pensar en grandes transacciones para el futuro. Es el ahorro que guardan para cubrirse de un futuro incierto.
Si bien son dólares que no tienen un gran destino de inversiones, impresiona su precio tan elevado. En realidad, ese valor es alto porque opera en un mercado reducido por las limitaciones que tienen los bancos donde rige un cuasi corralito para retirar dinero.
Hay que jugar con distintas cuentas bancarias para concretar cada operación sin que la AFIP pueda saber quién es vendedor y cuál el comprador. Por eso el precio es tan alto. Lo que hay que tener claro es que no refleja un valor representativo.
El dólar que preocupa es el contado con liquidación porque, aunque no salgan dólares en efectivo del país, muestra a grandes manos agrandando los saldos de sus cuentas en dólares en el exterior triangulando con bonos y acciones en dólares.
Y la muestra de que en la Argentina no hay una alarma como la que hace pensar el dólar libre, es que el “contado con liqui” como lo llaman en la jerga de la City, bajó nada menos que $2,93 (-2,3%) a $119,36. El dólar Bolsa o MEP, la otra divisa de referencia, perdió $3,41 (-2,8%) y cerró a $119,36.
Se puede hablar de paz cambiaria por la baja de los dólares alternativos teniendo en cuenta que se está agravando la pandemia y que la deuda zozobra entre marchas y contramarchas.
La preocupación son los dólares oficiales donde el que se vende en bancos y casas de cambio subió 22 centavos a $70,05 y agranda la brecha con el dólar mayorista el que cuenta a la hora de exportar. El peso siguió devaluándose a un ritmo de 0,10% diario. Esta vez el dólar aumentó 9 centavos a $67,64 quedando muy en desventaja con Brasil donde el precio llegó al récord de 5,94 reales por dólar.
El retraso cambiario de la Argentina frente a todas las monedas de la región es notorio. Lo que no se entiende es el esfuerzo del Banco Central de vender todos los días divisas para evitar que el dólar mayorista suba.
Es un dólar que hace perder reservas porque en este mes de ingreso de cosechas no se ha vendido nada al exterior y, por el contrario, las reservas, al revés de lo que sucede en esta época del año, siguen en baja. Esta vez se perdieron 84 millones y quedaron en USD 43.202 millones. El Central vendió casi 100 millones para que no suba el dólar mayorista. Un verdadero desperdicio de divisas.
Los bonos en dólares largos con negociación extranjera que marcan el ritmo de la negociación de la deuda y el del riesgo país, tuvieron una reacción importante al final de la rueda, aunque el Discount perdió 0,34%, pero el Par, subió 1,39%. Los bonos en dólares de corto y mediano plazo con legislación argentina, que tienen atada su resurrección al resultado de la negociación porque ya están en default, tuvieron una buena performance. El Bonar 2020 subió 2,87% y el Bonar 2024, 3,72%. El resultado de estos movimientos fue una leve suba del riesgo país de 0,2% a 3.056 puntos básicos. En esta plaza ignoraron el default de la provincia de Buenos Aires que sigue negociando con los acreedores, aunque ya vencieron todos los plazos de pago.
La Bolsa, con un menor monto de negocios -$1.256 millones- tuvo una excelente rueda. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, anotó un alza de 3,65%. BYMA fue el gran ganador al subir casi 10%. La otra suba importante fue a de Central Puerto (+6,81%). También tuvieron un buen comportamiento los bancos. Galicia subió 4,90%: Supervielle, 3,86%; BBVA, 2.93% y Macro, 1,52%.
Los ADR’s argentinos -certificados de acciones que cotizan en Wall Street- tuvieron una rueda excelente. Transportadora Gas del Sur (+8,61%) lideró las alzas seguido por YPF (+7,11%).
La conclusión es que cuando falta una rueda para que termine la semana el fondo de los mercados sigue siendo bueno. Hay más apostadores a favor de que no habrá default y por eso los bonos en dólares se mantienen encendidos. El dólar alternativo, que es la muestra seria de la economía, exhibe volatilidad lógica cuando hay temas trascendentes sin definir. La recuperación inmediata de la Bolsa, después de la caída del día anterior, demuestra que la economía tiene un comportamiento aceptable al estar envuelta por la pandemia, que va creciendo de manera preocupante en el número de contagios y que amenaza con agravarse.
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