El gran repunte de los bonos en pesos, luego de la decisión del Gobierno de cumplir normalmente con los pagos de deuda en moneda local, llevó a que muchos fondos internacionales salieran a vender posiciones. Como resultado, al obtener los pesos por la venta se cubren inmediatamente con la compra de activos dolarizados.
Este fenómeno, que fue muy notorio en las últimas dos semanas, es lo que estaría detrás al menos parcialmente de la suba del dólar libre. Ayer, sin embargo, el “contado con liquidación” aflojó cerca de 3% para terminar a $122, mientras que el informal marcaba un nuevo récord de $130.
Se estima que los fondos de inversión extranjeros, como BlackRock y Fidelity, poseen aproximadamente el equivalente a USD 5.000 millones en bonos nominados en moneda local. Estas emisiones fueron colocadas durante el gobierno de Mauricio Macri y en su momento fueron leídas como la gran confianza que inversores extranjeros depositaban en la Argentina. Pero las pérdidas fueron enormes, ante la gran devaluación y las bajas tasas de interés de estos estos papeles.
Además de la devaluación, la deuda en pesos sufrió un duro golpe con el “reperfilamiento” que decidió en agosto el entonces ministro de Economía, Hernán Lacunza. Hubo fuertes caídas hasta fin de 2019 pero continuaron a principios de año, cuando no quedaba claro si el Gobierno pagaría estos vencimientos o avanzaría con nuevos reperfilamientos.
La decisión oficial de pagar la deuda en moneda local, a diferencia de la nominada en dólares, produjo un rebote espectacular de los precios y títulos en pesos que venían con paridades del 30% ahora están por arriba del 90%.
Los grandes tenedores de estos títulos vieron la “puerta de salida” ideal y empezaron a vender, aprovechado esta mejora. Claro que al hacerse de pesos lo primero que hicieron es buscar la cobertura con compra de activos dolarizados. Estos movimientos explicarían por qué al Gobierno le cuesta tanto encontrar un freno para el dólar Bolsa y el “contado con liquidación”, pese a las últimas restricciones definidas sobre estos segmentos.
Los grandes fondos de inversión internacionales, como Templeton, Fidelity y BlackRock tendrían el equivalente de USD 5.000 millones en bonos en pesos. La venta parcial de esta cartera y la posterior cobertura en moneda dura le agrega presión al dólar libre
El Presidente Alberto Fernández había señalado a principios de esta semana que detrás de la suba del dólar había “maniobras especulativas” de fondos extranjeros. No explicó cuáles ni está claro si se refería a estos movimientos con títulos en pesos.
Por supuesto que ésta no es la única causa de la suba del dólar y mucho menos la principal. La expectativa de megaemisión monetaria para enfrentar la crisis económica generada por la pandemia es uno de los principales factores. Y también la gran incertidumbre desatada en el mercado por la indefinición relacionada con la deuda y la posibilidad de volver a caer en un default total.
Un aspecto no menor de la venta de bonos en pesos es que sería el propio Banco Central el que compra una parte. El objetivo sería retirar deuda en moneda local del mercado, lo que le permite grandes ahorros al Tesoro al comprar deuda con descuento. Claro que el costo no es menor, ya que esos pesos que se entregan a los grandes fondos termina presionando más al tipo de cambio.
El aumento de la brecha cambiaria, a niveles del 80%, genera más presión sobre el tipo de cambio oficial. El Banco Central continúa vendiendo dólares en mayo, pese a que se trata del período de temporada alta para la liquidación de la cosecha gruesa. Con un tipo de cambio “solidario” de $90, es lógico que los inversores aprovechen aunque sea la ventana de U$S 200 mensuales para comprar.
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