La República Argentina recibió en el día hoy tres contraofertas por parte de sus acreedores a la oferta de canje de deuda realizada el día 22 de abril del corriente año.
“El Ministro de Economía junto a su equipo y los asesores financieros de la República están analizando las características de estas propuestas y sus implicancias para el objetivo de restaurar la sostenibilidad de la deuda pública. El gobierno argentino y los acreedores de la República continúan el diálogo constructivo en pos de alcanzar un acuerdo sostenible en el proceso de la reestructuración de la deuda pública externa", detallaron desde el ministerio que conduce Martín Guzmán.
Según pudo saber Infobae, el fondo de inversión BlackRock presentó esa tarde su oferta de reestructuración de la deuda externa ante Economía, que analizará la propuesta durante el fin de semana para luego avanzar con las negociaciones formales y tratar de llegar a un acuerdo antes del 22 de mayo cuando vence el plazo para no entrar en cesación de pagos. En rigor, se trata de una oferta del llamado Grupo Argentina Ad Hoc, integrado también por Ashmore, Fidelity y otros grandes fondos de inversión que poseen más del 25% de la deuda emitida durante el gobierno de Mauricio Macri.
Asimismo, hicieron sus presentaciones otros dos grupos de bonistas. El Comité de Acreedores de la Argentina, liderado por Greylock Capital (cuya cara visible es Hans Humes) y el Grupo Ad Hoc de Bonistas del Canje de la Argentina, fondos que poseen más del 16% del total de los bonos emitidos por la Argentina en los canjes de 2005 y 2010. Ese grupo está formado por unos 20 fondos de inversión liderados por Monarch, HBK Capital Management, Cyrus Capital Partners LP y VR Capital Group.
La idea de los bonistas es confluir en una sola oferta y tratar de llegar a un acuerdo con el Gobierno antes del plazo, el próximo viernes.
El gobierno analizará las contrapropuestas durante el fin de semana con la intención de avanzar con la negociación y llegar a un acuerdo antes del 22 de mayo.
La iniciativa de BlackRock establece un valor presente neto que oscila entre 50 a 60 dólares según cada uno de los títulos, solicita el pago de intereses desde el 2021 y reclama la eliminación de la quita de capital que está previsto en la oferta oficial.
En este contexto, las diferencias entre la oferta de BlackRock y la del gobierno aparecen nítidas: el Ejecutivo quiere pagar intereses el 15 de noviembre de 2023 mientras que BlackRock plantea el pago a partir de 2021. Por otra parte el Gobierno sostuvo un período de gracia de tres años para el capital en tanto que el fondo de inversión considera que debería pagarse el capital a partir del año que viene.
El ministro Guzmán lidera las negociaciones para la reestructuración de una deuda soberana de cerca de USD 66.000 millones y está buscando llegar a un acuerdo con acreedores antes del 22 de mayo, cuando vence un período de gracia para el pago de intereses por USD 500 millones.
En ese marco ofreció a sus acreedores un recorte de intereses del 62%, un período de gracia de tres años y una quita de capital del 5,4% de sus bonos en dólares. El viernes próximo vence el segundo plazo que el Gobierno otorgó a los bonistas para que acepten una oferta de reestructuración de la deuda externa, luego de que fuese masivamente rechazada en una primera instancia el viernes 8 de mayo.
La contrapropuesta de BlackRock establece un valor presente neto que oscila entre 50 a 60 dólares según cada uno de los títulos, solicita el pago de intereses desde el 2021 y reclama la eliminación de la quita de capital que está previsto en la oferta oficial.
“Sabemos que acreedores han estado trabajando duro para unirse para hacer una propuesta alternativa”, dijo hoy Guzmán en una conferencia virtual organizada por el centro de estudios Council on Foreign Relations.
Y agregó: “En los últimos días seguimos conversando en un diálogo positivo con los acreedores y seguimos trabajando con ellos. Necesitamos tener un proceso colaborativo de las dos partes”.
Este viernes, los bonos soberanos en la plaza extrabursátil local finalizaron con un fuerte alza promedio del 6,4% y terminaron la semana con una subida superior al 10%.
Por el momento, la pelota pareciera estar ahora del lado de los acreedores internacionales que no descartan que haya default, pero no buscarían acelerarlo si las negociaciones avanzan porque consideran que hay buena fe del Gobierno y buscan llegar a un acuerdo lo más rápido posible.
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