Como si un mago hubiera chasqueado sus dedos, los inversores del mundo despertaron de su estado de ilusión de una reactivación económica gradual. El fin de semana, con la suma de nuevos casos de contagios y muertos, les mostró que el Covid-19 no sabe de reglas, hubo un rebrote. Corea, uno de los países que mejor manejó la crisis, fue el autor del gran fracaso. Ahora saben que muchas veces las cifras de contagio varían por hechos que no guardan un patrón de conducta y no porque el Covid-19 haya bajado su virulencia. Es un enemigo del que poco se conoce y bastó que lo desafiaran para demostrar que su poder de daño sigue intacto.
China lo vivió. Como una ironía, el virus reapareció en la ciudad donde se originó. También lo hizo en Alemania. A Corea del Sur le reservó el peor castigo porque liberó los centros de diversión nocturna. Los contagios fueron la respuesta a que todavía la cuarentena es la mejor arma para impedir que se propague.
Por eso, este sábado y domingo se desvanecieron las esperanzas de una inmediata reactivación de las economías del mundo y marcaron el territorio. Los ganadores fueron los que aconsejaron prudencia y los perdedores los que apostaron a que la gente saliera respetando las reglas del barbijo y la distancia, un remedio inocuo para manejar multitudes en la calle.
Por eso, después de las 19.30 cuando comenzaron a operar los mercados overnight, Wall Street dejó atrás su postura mixta del lunes y comenzó a operar con más pesadez pensando en el martes. Las recomendaciones del alcalde de Nueva York de que el cierre de la ciudad se extenderá hasta junio y que se demorará la reapertura de varias actividades en el estado de Nueva York, fueron las señales más claras de que el gobernador y el alcalde comprendieron el mensaje del fin de semana. La ciudad, está al borde del colapso sanitario por la falta de respiradores y camas.
La adversidad hizo que uno de los papeles que más subió en Wall Street fuera el de Gilead Sciences. El laboratorio que lanzó el medicamento que acorta el plazo de curación de la enfermedad, subió 4,27%.
Este escenario favoreció a la Argentina. Ya no es el único país con graves problemas. La crisis puede arrastrar a otros emergentes y se debe actuar rápido. Una caída de la Argentina no le haría bien a la región ni al mundo más por su efecto psicológico que económico.
Por eso, los inversores locales y extranjeros, salieron a comprar los bonos de la Argentina en medio de la peor noticia y cuando habían bajado los bonos del Tesoro de Estados Unidos. A nadie le importó la prorroga de la negociación y que el país rechazara la contrapropuesta de los acreedores. Todos saben que se va a llegar a un arreglo y que, a los actuales precios, si el país no entra en default, van a hacer buenos negocios.
No hay que olvidar que hay clientes que hace tiempo vienen acumulando de a USD 200 mensuales y están tentados a tomar las ganancias que deja la brecha cambiaria.
Por eso los bonos más largos, los que toma JP Morgan para confeccionar su índice de riesgo, subieron hasta 9% como ocurrió con el Par en dólares con legislación de Nueva York. El Discount, el otro bono trascendente que está entre los que menos pueden ser modificados por la nueva negociación, subió 3,44%. En cuatro ruedas, este título aumentó 25% y su paridad está en 37%, muy por encima de la de los bonos en dólares con legislación local donde el Bonar 2020, que el lunes subió 6,61%, rinde 27% y el Bonar 2024 (+5,34%), 25%. Pero como los bonos con legislación argentina que fueron defaulteados hace un mes quedaron atados a la suerte de los de legislación extranjera porque seguirán la misma suerte que ellos si se llega a un acuerdo, ahora tienen un enorme espacio para subir. La avidez de locales y extranjeros fue fundamental para que el riesgo país bajara a 3.075 puntos básicos (-7,4%) y volviera a los niveles de principios de marzo.
Los inversores en los bonos que nacieron con el canje de 2005 de Néstor Kirchner y Roberto Lavagna (Discount y Par) que vencen en 2033 y pagan capital a partir de 2024, dieron más ganancia que el dólar en el último tiempo. Ambos bonos parecen diseñados a medida de esta negociación por sus plazos, aunque no así por su tasa que es de 8,28% anual y que, con seguridad la Argentina pedirá bajarla. Pero estos títulos necesitan de un 85% de consentimiento de los tenedores para que se apruebe un cambio en sus condiciones originales de emisión porque nacieron con una quita de 70% de la deuda para salir del default que se declaró en 2001.
Los dólares alternativos no se quedaron quietos. Pese a las mayores limitaciones que les impusieron el dólar MEP o Bolsa, subió 2,7% a $115,98, mientras el contado con liquidación lo hizo en 2,80% a $118,53. El dólar libre aumentó 3 centavos y legó a $125. Este valor es peligroso para el gobierno porque hay un goteo que se acrecienta, ya que, al mantener casi quieto al dólar oficial, el “dólar solidario” cotiza cerca de $90 y permite a los que compran el cupo de USD 200 mensuales hacer “puré”, es decir pagarlos a 90 y revenderlos a $ 120 en la plaza libre.
La Argentina. Ya no es el único país con graves problemas. La crisis puede arrastrar a otros emergentes y se debe actuar rápido
No hay que olvidar que hay clientes que hace tiempo vienen acumulando de a USD 200 mensuales y están tentados a tomar las ganancias que deja la brecha cambiaria. De hecho, la salida por este costado vulnerable del sistema de controles ha sido de más de USD 200 millones en un mes. Las reservas que esta vez bajaron 67 millones a USD 43.349 millones, así lo demuestran.
En bancos y casas de cambio, el dólar quedó sin cambios en $ 69,63, mientras el dólar mayorista subió tan solo 9 centavos a $ 67,37 acentuando el retraso del tipo de cambio.
La Bolsa, impulsada por las operaciones de contado con liquidación y por inversores genuinos, negoció casi $ 1.500 millones, el triple de hace unos días, con un alza del S&P Merval, el índice de las acciones líderes, de 6,63%.
Por supuesto, los bancos grandes tenedores de bonos y principales beneficiarios de cualquier movimiento financiero positivo, fueron los ganadores de la rueda. Supervielle (+12,61%), BBVA (11,44%), Galicia (+11,08%) y Macro (+9,06%) fueron los más beneficiados.
En Wall Street, los ADR’s argentinos -certificados de tenencias de acciones que cotizan en dólares- replicaron el movimiento, aunque el liderazgo fue de IRSA (+16,94%), pero detrás se encolumnaron Edenor (+12,42%), Supervielle (+15,22%) y BBVA (+11,08%).
La rueda del martes seguirá concentrada entre los dólares y los bonos. Por supuesto, no faltarán los que quieran tomar ganancias acumuladas de los bonos a pesar de que falta un tiempo para terminar de negociar. Pero en estos tiempos, 10 días es el largo plazo. La Bolsa será el beneficiario de este movimiento. El saldo lamentable es que en este tiempo la Argentina necesita que el mundo naufrague en dudas sobre su futuro para que sean más condescendientes los acreedores.
Seguí leyendo: