Tras haber formalizado hoy la decisión de extender la invitación al canje hasta el 22 de mayo inclusive, el Ministerio de Economía volvió a remarcar que sigue “abierto al diálogo” y que tendrá en cuenta “de buena fe, cualquier propuesta de reestructuración que cumpla con los objetivos de sostenibilidad” que la Argentina necesita garantizar, “con inclusión de combinaciones de tasas de interés, reducción de capital, períodos de gracia y extensión de vencimientos diferentes" a los propuestos.
“Si bien muchos de nuestros tenedores de bonos respaldaron la invitación de la Argentina, hubo otros grupos importantes de acreedores que no lo hicieron. Entre los que rechazaron la oferta de Argentina, varios han indicado que existen mejores alternativas que pueden conciliarse con los objetivos que esta administración se ha fijado para sí misma y para el pueblo argentino”, plantea el parte de prensa. Y agrega: “Seguimos abiertos a tratar todos los aportes diseñados para ayudar a la Argentina a lograr sus objetivos y, al mismo tiempo, mejorar las recuperaciones de los acreedores”.
Según habían informado durante el fin de semana fuentes de los grandes fondos a Infobae, la intención era presentar una contraoferta en los próximos días, y directamente al presidente Alberto Fernández. Los tres comités de acreedores están coordinando una estrategia común, aunque todavía no está definido si la presentarán juntos o por separado.
Según las fuentes, una de las alternativas viables para acercar posiciones es capitalizar los intereses devengados durante el período de gracia a través de un bono. De esta manera, el Gobierno no perdería el oxígeno que busca con los tres años de gracia para poder crecer y, a su vez, le permitiría a los acreedores mejorar el valor de la oferta.
En Economía aseguraron que “con la cooperación de los acreedores del sector privado y el sector público, la Argentina puede superar este período de agitación sin caer en la angustia social, política y económica que afligió tristemente a la República a principios de este siglo”. “La Argentina cree firmemente que por medio del compromiso con su comunidad de acreedores, las medidas reparadoras se pueden identificar a un ritmo en el que tales medidas seguirán siendo las adecuadas para estabilizar la situación y hacer que la economía del país regrese al crecimiento a largo plazo y su deuda recupere sostenibilidad”, sostuvo en el comunicado.
“En suma -culmina-, reconociendo que todas las partes tienen más que ganar si se les da a los acreedores más oportunidades de contribuir a una reestructuración de la deuda realizada con éxito, la Argentina ha extendido el plazo de vencimiento de la invitación relacionada con su deuda externa hasta el 22 de mayo de 2020”.
Ese día coincide con la fecha en la que la Argentina podría caer en default. Vencen los 30 días del período de gracia para el pago de USD 503 millones de cupones de tres bonos Global, por lo que si el Gobierno no acuerda con los acreedores un canje exitoso para esa fecha, la opción es pagar o caer en cesación de pagos. Llegado ese momento, hay analistas que aseguran que no sería tanto problema tener un episodio de default si la negociación de reestructuración avanza favorablemente, ya que sería rápidamente enmendado. Otra opción, llegado el caso de no acuerdo, sería negociar un standstill con los bonistas y continuar dialogando con mayor tranquilidad.
Mediante el comunicado, la cartera que dirige Martín Guzmán remarcó que los objetivos que persigue el canje -de crear espacio para respirar a fin de que la economía se recupere, estirar los pagos para mitigar el riesgo de refinanciamiento, y reducir el costo general de financiamiento a niveles que se adapten a la capacidad de generación de divisas- fueron apoyados por un amplio espectro de la sociedad argentina, entre gobernadores, legisladores, más de 1.400 intendentes, empresarios y líderes sindicales, y más de un centenar de economistas argentinos e internacionales.
En el comunicado, Economía recordó también que “el gobierno manejó proactivamente la deuda en moneda local a través de 17 licitaciones públicas” y que hasta ahora fueron refinanciados $315.000 millones, con una baja sustancial de las tasas de interés y un perfil de vencimientos más largo. “El nuevo reperfilamiento de Lecaps, Bogato y Boncer 2020, y el Bono Dual AF20 (incluso en las transacciones de LETES denominadas en dólares de la semana pasada) también son etapas importantes de nuestros esfuerzos encaminados a alcanzar un perfil de deuda alineado con la capacidad de pago de deuda de Argentina”, precisó la cartera.
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