En las próximas horas se publicará el decreto que establece la vuelta del denominado barril criollo, como detalló Infobae la semana pasada.
La noticia supone un precio sostén a la producción local de petróleo. Lo que parece también seguro es que, con este barril, vigente desde la publicación del decreto hasta fin de año, el precio de naftas y gasoil no bajará hasta que termine 2020. También, de manera implícita, implicaría el que el valor del combustible al público quede fijo, al menos hasta octubre.
Según el borrador del decreto al que accedió Infobae, el acuerdo al que llegó el sector con el Gobierno es establecer un valor de USD 45 para el barril de producción local hasta el 31 de diciembre, la quita de las retenciones a las exportaciones del petróleo y, como una consecuencia de esas medidas, el congelamiento de la tarifa del litro de combustible, por lo menos, hasta los primeros días de octubre. Si bien el decreto no habla puntualmente de congelamiento de precios el contexto así lo dispondría.
El valor del litro del combustible esta conformado por el precio de petróleo e impuestos. El precio de los surtidores de hoy refleja días en los que el valor del barril cotizaba por arriba de los USD 60. Ese precio tocó un piso de USD 20, semanas atrás, y ahora se fijará en USD 45, según estableció el Gobierno y oficializará en breve.
El precio del barril del Brent, que es el se utiliza en el mercado local, ayer quedó por debajo de los USD 30, por lo que aún tiene mucho margen. Lo único que pueda modificar este contexto es que la Argentina entre en un nuevo proceso de devaluación o que la cotización del Brent que hace unos días llegó a tocar su piso de los últimos 18 años vuelva a incrementar de manera exponencial su cotización.
El problema de los impuestos es más complicado porque del valor de un litro de combustible casi el 50% corresponde a la carta tributaria, por lo que una modificación de parte de la administración nacional de alguno de los impuestos se trasladaría directamente al valor del litro. En octubre se revisará el precio de los impuestos que impactan en el precio final de las naftas y el gasoil y en ese momento, eventualmente, podría haber impacto en los surtidores.
Esta noche, cuando le preguntaron si los precios de los combustibles iban a subir, el presidente Alberto Fernández remarcó que los precios (del petróleo) cayeron mucho. "Hay que hacer un esfuerzo para tratar de parar la escalada inflacionaria que tiene mucho de especulativo”, le dijo a C5N. En relación a la continuidad del congelamiento del precio de los combustibles, puntualizó que “el colmo sería que suban las naftas”.
Otro problema que se buscará resolver es el de incentivar la vuelta al consumo para así, por un lado, desagotar los espacios de almacenaje que frente a la fuerte caída de la demanda de combustibles están colapsados y, por el otro, generar un salvavidas en las estaciones de servicio que aunque están abiertas vieron caer las ventas en un 90 por ciento.
Aunque no existe mucha exportación de crudo, la medida beneficia a los gobernadores que cobran regalías, algo que les preocupaba a los gobernadores.
El otro punto es el de las retenciones y los gobernadores. Un trabajo de la consultora Aerarium señala que los grandes beneficiarios de la medida son las provincias productoras, las cuales se ven beneficiadas por las regalías cobradas sobre el valor en boca de pozo de la producción.
Si bien existen 9 provincias productoras de petróleo, el 86% de la producción se concentra en la Patagonia, por eso “concluimos que el restablecimiento del barril criollo representa un salvavidas para los fiscos (y la actividad económica) de dicha región, teniendo en cuenta que los ingresos por regalías representan una fuente de recursos fundamental para las jurisdicciones integrantes, teniendo en cuenta que las regalías al petróleo representan casi el 70% de esta fuente de recursos”, explicaron desde la consultora.
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