La economía post-pandemia: las duras perspectivas de los sectores más dañados y que más tardarán en volver a funcionar

Turismo, hotelería, gimnasios, peluquerías, actividades inmobiliarias están entre los sectores más complicados por la pandemia. Algunos impactan fuertemente en las grandes ciudades, otros, en el interior

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Un salón de belleza y peluquería vacío. Lejos de ser una frivolidad, el cuidado personal es importante para las personas y genera más de 100.000 empleos en la Argentina, dice la Unión de Peluqueros Argentinos (UPA)
Un salón de belleza y peluquería vacío. Lejos de ser una frivolidad, el cuidado personal es importante para las personas y genera más de 100.000 empleos en la Argentina, dice la Unión de Peluqueros Argentinos (UPA)

A medida que el Gobierno extiende y flexibiliza la cuarentena y las provincias habilitan bolsones de actividad para atenuar el colapso de producción e ingresos derivados del “Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio” con que desde el 20 de marzo el gobierno buscó contener la circulación del coronavirus, se hace más evidente la penuria de los sectores más sensibles, aquellos cuya vuelta a la actividad será más tardía y limitada.

Un primer conjunto involucra al turismo, sector golpeado en todo el mundo y que abarca desde hotelería y gastronomía hasta agencias de viaje, guías de turismo, servicios de transporte y -por caso- en localidades altamente turísticas, rubros impensados como la lavandería.

Otros sectores brutalmente golpeados son espectáculos (teatro, cine, deportes), gimnasios, peluquerías y salones de belleza y el rubro inmobiliario, que en abril en la Ciudad de Buenos Aires registró un récord histórico: cero operaciones.

El rubro inmobiliario registró en abril en la Ciudad de Buenos Aires un récord histórico: cero operaciones

Se trata de sectores afectados por uno o más de los siguientes factores:

1) Alta interrelación personal, que dificulta el “distanciamiento social”;

2) Dependencia del transporte (claramente el caso del turismo, pero también de varios sectores en los grandes aglomerados urbanos);

3) Dependencia de habilitaciones o tramitaciones ante algún organismo del Estado.

Turismo y hotelería

Cerro Castor, en Ushuaia, el centro de esquí más austral del mundo. El gobierno fueguino querría reabrirlo en julio, pero el ministro de Turismo de la Nación, Matías Lammens, apuesta más al final del invierno.
Cerro Castor, en Ushuaia, el centro de esquí más austral del mundo. El gobierno fueguino querría reabrirlo en julio, pero el ministro de Turismo de la Nación, Matías Lammens, apuesta más al final del invierno.

En el informe económico de abril de la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT), su presidente, Roberto Amengual, dijo: “El escenario más optimista es poder ver en seis meses una lenta recuperación, en tanto el más pesimista sería recuperarse en un año”. La secuencia avizora una primera etapa de reactivación del turismo nacional, de ocio, corporativo y reuniones, y recién después del turismo receptivo. “Volver a una actividad hotelera normal, previa a la pandemia, llevará al menos dos años”, precisó.

Mientras llega ese momento, habrá que anotar pérdidas. “El perjuicio será más notorio en provincias que reciben más visitantes, en especial, extranjeros. Las más afectadas son varias patagónicas. En otro periodo de crisis (2009), la caída en el turismo receptivo fue del 20%, durante un semestre.

La crisis toma al turismo de la Argentina en medio de un proceso de fuerte corrección del déficit externo del sector: de un rojo de USD 8.622 millones en 2017 (egresos por USD 10.577 millones e ingresos por USD 1.955 millones), se había pasado a un déficit de USD 4.644 millones en 2019”, dice el informe económico de la AHT.

Para la hotelería, el impacto de la pandemia fue devastador. Según el informe, en enero de 2020, cuando el ministro de Salud Ginés González García aseguraba que “no hay ninguna posibilidad de que exista coronavirus en la Argentina” el sector atendía “6,3 millones de pernotaciones en establecimientos hoteleros y parahoteleros, cifra 5,3% superior a enero de 2019.

El total de viajeros hospedados ese mes fue de 2,3 millones de personas. De ese total, 78% eran viajeros “residentes” y 22% “no residentes” en la Argentina. A su vez, de los pernoctes de viajeros locales -aquellos que el turismo y la hotelería podrían, en un escenario optimista, recuperar parcialmente este año- 33% eran en Buenos Aires, 20% en Córdoba, 17% en la Patagonia (Río Negro, Neuqén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego) y 30% en el resto del país.

A su vez, según una encuesta difundida a mediados de abril por el Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur), 70% de los encuestados (en especial, agentes de viaje) indicó que el inicio de la recuperación se daría entre septiembre y diciembre. Un pequeño grupo de optimistas cree que el repunte podría comenzar antes y otro de pesimistas piensan que habrá que esperar hasta 2021 (Gráfico).

Los resultados de una encuesta del Instituto Nacional del Promoción Turística acerca de cuándo creen los operadores que podría empezar a recuperarse el sector
Los resultados de una encuesta del Instituto Nacional del Promoción Turística acerca de cuándo creen los operadores que podría empezar a recuperarse el sector

Pero la perspectiva no será pareja. Centros turísticos alejados de los grandes centros emisores, como Ushuaia, Iguazú, El Calafate y, algo menos, Mendoza, Bariloche y Salta, estarán más complicados y dependerán mucho de medidas de la Autoridad Nacional de Aviación Civil (ANAC), que prohibió la venta de pasajes aéreos hasta septiembre, y Aerolíneas Argentinas, aunque el jueves 7, en una reunión virtual con la Comisión de Turismo de Diputados, el ministro del área, Matías Lammens, confió en que el permiso de venta de pasajes llegará antes de esa fecha.

La ansiedad carcome a provincias como Río Negro, en que el turismo representa el 30% del PBI provincial y apuesta a reabrir en agosto el Cerro Catedral, y localidades como Ushuaia (donde el turismo es la actividad principal), que tiene todo listo para reabrir en julio el Cerro Castor, según comentó a Infobae el presidente del Infuetur (Instituto Fueguino de Turismo, de rango ministerial), Dante Querciali.

La ansiedad carcome a provincias como Río Negro, en que el turismo representa el 30% del PBI provincial y apuesta a reabrir en agosto el Cerro Catedral, y localidades como Ushuaia (donde el turismo es la actividad principal), que tiene todo listo para reabrir en julio el Cerro Castor

También los centros de esquí de Neuquén (Chapelco, Cerro Bayo, Batea Mahuida, Caviahue) trabajan en la preparación de los terrenos con la esperanza de poder abrir, siguiendo un protocolo provincial con acuerdo de la Nación, dijo Manuel González, de Interwu, un grupo de profesionales que maneja sitios de internet de información y promoción turística y que, ahora, se reorientó a capacitar y proveer contenido a quienes fueron hasta ahora sus principales clientes, pequeños hoteles y cabañas, a la espera de tiempos mejores.

El turismo es una actividad importantísima para provincias como Tierra del Fuego, Río Negro, Santa Cruz, Neuquén, Misiones, Salta, Mendoza y San Luis y tiene su peso en distritos grandes como CABA y Córdoba
El turismo es una actividad importantísima para provincias como Tierra del Fuego, Río Negro, Santa Cruz, Neuquén, Misiones, Salta, Mendoza y San Luis y tiene su peso en distritos grandes como CABA y Córdoba

Otra cuestión es la reapertura de los Parques Nacionales, que cerraron antes del inicio de la cuarentena y no se sabe cuándo reabrirán. Según un estudio de la consultora Elypsis, los Parques son el núcleo del “turismo vinculado a la naturaleza” y explican 30% del turismo total. En la reunión virtual con Lammens el diputado misionero Ricardo Wellbach le señaló que Puerto Iguazú “está paralizada” por la falta de vuelos y el cierre del Parque Nacional Iguazú (amén de la sequía), mientras Brasil se apresta a reabrir el Parque Foz do Iguazú. El ministro respondió que la reapertura del lado argentino lo excedía y que con Brasil “tenemos políticas sanitarias diferentes y los resultados están a la vista”. También El Calafate (Parque Nacional Los Glaciares) y Ushuaia (Parque Nacional Tierra del Fuego) dependen de esas decisiones y de cómo respondería, eventualmente, la gente.

Países de procedencia de los turistas extranjeros en el año 2019
Países de procedencia de los turistas extranjeros en el año 2019

“El panorama es complejo, la temporada de invierno será limitada pero vamos a ponerla en marcha con turismo interno de la provincia, respaldo de equipos sanitarios y una apertura controlada del Cerro Castor y de la infraestructura de invierno: zona de valles, trineo con perros, motos de nieve”, dijo Querciali, máxima autoridad de turismo fueguino, que al mal tiempo pone buena cara. “La ventaja que tenemos como destino es la posibilidad de recreación después de haber estado encerrados tanto tiempo; a los destinos de naturaleza es más fácil que nos elijan”, señaló. ¿Y la distancia, los costos?, le preguntó Infobae. A lo que Querciali señaló que el destino tiene posibilidades de reemplazar el turismo internacional, por ahora lejano, con argentinos de buen poder adquisitivo que ahora ya no harán turismo en el exterior. Con los contingentes brasileños dados por perdidos para este año, Querciali precisó que esperan poder reactivar, a partir de septiembre, aquellos locales que llegan de Buenos Aires, Córdoba y zonas cercanas A condición, claro, de que Aerolíneas vuelva a darles conectividad.

Peluquerías y Salones de Belleza

Una peluquería antes del coronavirus. Cuidado personal, relaciones sociales y trabajo para más de 100.000 personas en todo el país (UPA)
Una peluquería antes del coronavirus. Cuidado personal, relaciones sociales y trabajo para más de 100.000 personas en todo el país (UPA)

Lejos de la frivolidad con que algunos la asocian, la peluquería y los salones de belleza son un sector casi totalmente paralizado de cuya actividad dependen más de cien mil familias en todo el país. Sólo 12 provincias (esto es, la mitad de los distritos) están permitiendo una reapertura gradual, con protocolos sanitarios.

En la Argentina existen más de 78.000 salones de belleza, que reciben más de 250 millones de visitas al año y representan un volumen de negocio superior al 1% del PBI nacional”, precisó en un comunicado la Unión de Peinadores Argentinos (UPA). “Somos más de 100.000 peluqueros en el país, entre empleados y profesionales independientes. Buscamos llegar a un acuerdo para poder empezar a operar de forma segura y resguardando los puestos de trabajo. Pedimos que nos escuchen”, dijo Roberto Iturra, Presidente de UPA.

Las entidades nacionales, provinciales y municipales nucleadas en UPA presentaron protocolos de trabajo y sanidad para la reapertura de sus lugares de trabajo y alguna forma de resarcimiento al cabo de dos meses de parate forzado. A la fecha, 12 provincias (Jujuy, San Juan, Corrientes, Misiones, San Luis, La Pampa, Catamarca, Santiago del Estero, Salta, Río Negro, Chubut y Mendoza) acordaron protocolos y empezaron a flexibilizar la cuarentena peluquera y si bien el sector celebra que también en algunos lugares del interior bonaerense se hayan reabierto locales de belleza y peluquería, la expectativa está puesta sobre los 18.000 salones de las grandes ciudades y Capital Federal, a cuyos gobiernos prometen respetar las normas de higiene y distanciamiento social recomendadas por las autoridades sanitarias, para cuidar tanto al público como a quienes trabajan en el cuidado de su aspecto personal.

Gimnasios

Un mega-gimnasio vacío. Los más pequeños, agrupados en la Cámara de Gimnasios de la Argentina, diseñaron su propio protocolo de funcionamiento y esperan respuesta oficial
Un mega-gimnasio vacío. Los más pequeños, agrupados en la Cámara de Gimnasios de la Argentina, diseñaron su propio protocolo de funcionamiento y esperan respuesta oficial

También la Cámara de Gimnasios de la Argentina (CGA), un sector pyme por excelencia, que no incluye las dos grandes cadenas del sector, espera respuesta de las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires a su propuesta de Protocolo de Seguridad que incluye medidas de desinfección (en particular, y con frecuencia, de superficies de contacto), ventilación, gestión (provisión de alcohol en gel, uso de barbijos, etc), organización del mobiliario, higiene y sistemas de acceso (control de temperatura, prohibición de acceso a grupos de riesgo, alfombra de hipoclorito diluido a la entrada) y distanciamiento social (no más de una persona cada 4 metros cuadrados, distancia entre aparatos, suspensión de ejercicios que impliquen contacto físico).

Aquí, de todos modos, la principal restricción sería la reacción del público. Y para algunos centros, como las piletas de clubes o de barrio climatizadas, el golpe que significaría perder por largo tiempo los grupos etarios extremos: menores de edad, por el temor de sus progenitores y la necesidad de atención especial, y mayores adultos, por ser el más importante y numeroso grupo de riesgo.

Actividades inmobiliarias

En abril, el sector inmobiliario porteño, el más activo del país, registró un récord histórico: cero operaciones de compra-venta. Con la actividad no exceptuada, el Registro de la Propiedad cerrado y los bancos en modo pandemia, ni con las más imaginativas técnicas de trabajo remoto se podría haber completado una operación. El Colegio de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (Cucicba) y la Cámara de Empresas de Servicios Inmobiliarios (Camesi) presentaron protocolos de funcionamiento para poder reabrir al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y a la ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, María Eugenia Bielsa, que hasta ahora no tuvieron respuesta.

“Hoy en el sector no se puede hacer prácticamente nada”, dice Germán Gómez Picasso, uno de los socios de Reporte Inmobiliario. Recién el próximo lunes reabrirá el Registro de la Propiedad inmueble porteño, con guardias mínimas y pedidos de turno “para casos muy especiales”, precisa Gómez Picasso.

Un hombre con una mascarilla pasa frente a una agencia inmobiliaria durante el brote de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) en Madrid, España, (Reuters)
Un hombre con una mascarilla pasa frente a una agencia inmobiliaria durante el brote de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) en Madrid, España, (Reuters)

“La actividad inmobiliaria no entró en ninguna excepción todavía. Lo que se está haciendo es lo que se puede de manera remota, mostrar imágenes por internet. Así cuando se levante, ya se sortearon ciertas barreras, pero el sector no está trabajando y la construcción privada está totalmente frenada”, explica el experto.

Incluso si la actividad se liberase desde el lunes, habría claras dificultades. ¿Cuántos propietarios abrirían sus casas a la visita de agentes inmobiliarios o potenciales compradores? Pero la principal limitación, dice Gómez Picasso, son los estamentos del Estado, comenzando por los Registros de Propiedad, o regulados por el Estado, como la actividad notarial. Y aún si esas barreras fueran sorteadas, para completar una operación sería necesario resolver el final de una operación tipo en un banco: turnos para retiro de dinero, reserva de espacio, coordinación de turnos para las partes involucradas.

En todo el país hay unas 20.000 inmobiiliarias y unos 5.000 desarrolladores que involucran a su vez a profesionales y técnicos (arquitectos, ingenieros, maestros mayores de obra, etc) y trabajadores de la construcción, por lo que el sector privado exclusivamente abarca no menos de 50.000 familias que viven de la actividad.

Reporte Inmobiliario, que es en definitiva una consultora, está dedicado de momento a capacitaciones digitales, pero la posibilidad de trabajo remoto es mucho más limitada para quienes están involucrados en la compra-venta o en la construcción de modo directo y por eso Gómez Picasso duda de la eficacia, en este sector, del modo de trabajo digital.

Y más allá de las cuestiones técnicas, está el paso inevitable por alguna instancia pública. Hasta que se reabran las escuelas, se pregunta, ¿cuántos empleados públicos volverán realmente a concurrir a diario a sus lugares de trabajo? Hay allí un cuello de botella tipo jirafa, en el supuesto optimista de un pronto inicio de “flexibilización” del sector. “Reabrir actividades será mucho, pero mucho más difícil que haberlas cerrado”, concluye Gómez Picasso.

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