El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunirán mañana a la mañana para decidir la segura extensión del canje de la deuda.
En la Residencia de Olivos ambos terminarán de definir, con los resultados de la etapa que terminó hoy, cómo lograr una adhesión mayor al 15 o 20 por ciento alcanzado hasta ahora, indicaron fuentes oficiales a Infobae. El anuncio oficial se haría el domingo.
En la conferencia de prensa en la que anunció la extensión de la cuarentena, el Presidente confirmó el encuentro con su ministro.
Luego del rotundo rechazo por parte de los grandes inversores institucionales, el ministro y su equipo negociarán durante el fin de semana con ellos.
El ministro Guzmán conversó hoy con representantes de Fidelity y PIMCO, pero, por encima de este diálogo que ya venía desarrollándose, en Economía afirman que lograron que BlackRock “se sentara de nuevo a negociar”. En realidad, desde este fondo aclararon que nunca dejaron de negociar, más allá del cruce por por la filtración de una propuesta preliminar. No hay pelea, aclararon a Infobae desde Wall Street, y si hay un llamado a dialogar por una mejora, allí estarán.
El objetivo oficial es acordar con estos tres grandes fondos, que, según las fuentes oficiales, “tienen en sus manos más del 70 por ciento” de los 66 mil millones de dólares que pretende reestructurar el Gobierno. En realidad, cuando el Gobierno habla de este porcentaje, posiblemente se refiera a lo que tienen en su conjunto los tres comités de acreedores formados para negociar y que ya expresaron su rechazo a la oferta original.
Hasta el lunes próximo a las 9 de la mañana el Gobierno tiene tiempo de comunicarle a las comisión de valores de los Estados Unidos (SEC, según su sigla en inglés) que extiende el plazo del canje, posiblemente, hasta la víspera del pago del 22 de mayo de los bonos globales por 590 millones de dólares.
Pese al casi nulo porcentaje obtenido entre los inversores institucionales, el ministro Guzmán consideró que la etapa que se cerró hoy “es el primer paso en un contexto internacional adverso; vamos a seguir negociando”, indicaron fuentes de la cartera económica.
Lo que pretenden estos grandes fondos es que haya algún elemento que permita que la oferta se ubique en un piso de 47 y un techo de 55 dólares, según el tipo de inversor. “Al menos tiene que valer 47 para negociar”, dijo a esta noche la fuente de otro fondo de inversión.
Esto implicaría uno de los siguientes elementos o una combinación de varios: un menor período de gracia que los 3 años planteados en la oferta original; un cupón más alto que el que arranca en 0,5% en 2023; o una posible reducción de la quita de capital (5,5%), aunque este sería el elemento menos trascendente. Además pretenden que al menos les reconozcan los intereses devengados hasta que finalice el período de gracia con un nuevo bono. De máxima, pretendían que esos intereses se pagaran en cash, pero esa idea está fuera de discusión, al menos si no apareciera una fuente externa para financiarlo, como sería un organismo multilateral.
En cualquier caso, con el mal resultado logrado hasta ahora, el equipo económico negociará desde un lugar más complicado, porque la escasa adhesión le dio la razón a los tres comités de acreedores que rechazaron en forma tajante la oferta original.
Para cambiar el rumbo, el Gobierno debería “reconocer los intereses devengados de los bonos hasta ahora, eliminar el haircut ya que no tiene impacto en la sostenibilidad y afecta el upside, empezar a pagar intereses antes. Si pagasen 2% en el 2022 son 1400 millones de dólares, un tercio de lo que deberían pagar”, explicó a Infobae un ex negociador argentino.
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