La semana financiera termina con la expectativa en torno a la oferta de reestructuración de los vencimientos de la deuda pública bajo legislación extranjera, porque hoy vence el plazo que se fijó el ministro de Economía, Martín Guzmán, para que sea aceptada por los bonistas, aunque a última hora pareció dejar una puerta para extender las negociaciones hasta casi fines de mayo.
De ahí la singular volatilidad de los activos financieros que cotizan en simultáneo en la plaza local e internacional, mientras que tanto el tipo de cambio mayorista, para el comercio exterior, como en el blue, llegan con picos nominales históricos, en $67,19 en el primer caso y $122 en el segundo, y los alternativos legales, pero con notable brecha entre los valores de entrada y salida de $118 para el contado con liqui y $116 el dólar Bolsa.
Una de las razones que explican semejantes brechas es la contrapartida de la magnitud de desvalorización de los pesos en circulación. La singular caída de las reservas en divisas de libre disponibilidad por parte del Banco Central a menos del 5% del nivel bruto, que la entidad presidida por Miguel Pesce ubicó ayer en USD 43.412 millones, es una primera referencia del deterioro de la capacidad de pago de la deuda pública.
El swap con China, esto es el canje de monedas con ese país, el cual sólo es utilizable para el pago de importaciones de cada uno de los dos países, suman unos USD 20.000 millones
Es que a los USD 43.412 millones de reservas brutas al cierre de ayer, hay que deducirle el swap con China, esto es el canje de monedas con ese país, el cual sólo es utilizable para el pago de importaciones de cada uno de los dos países, suman unos USD 20.000 millones.
También debe descontarse el swap del Banco de Pagos Internacionales por USD 2.662 millones, según el último dato del balance semanal de la autoridad monetaria; y los encajes en dólares, que corresponden a la diferencia entre el total de depósitos en divisas en el sistema bancario, casi en su totalidad del sector privado, netos de préstamos del sector privado, casi exclusivamente exportadores, que ascienden a unos USD 11.883 millones.
Desde el 10 de diciembre de 2019 hasta el 30 de abril los depósitos privados en dólares cayeron de USD 18.082 millones, tras un pico de USD 32.492 millones pre las PASO, a USD 17.757 millones, mientras que los créditos en divisas se redujeron en ese período de USD 10.808 millones (venían de un tope de USD 16.247 millones), a USD 8.313 millones.
De este modo, el saldo de reservas para pagos de deuda e intervención en el mercado de cambios se reduce a modestos USD 2.532 millones, muy por debajo de los vencimientos del corriente mes, no sólo del total cercano a USD USD 10.000 millones de capital e intereses, como en abril, sino incluso también de los poco más de USD 3.500 millones del principal de títulos públicos.
De ahí la importancia que el conjunto de los economistas del sector privado, local e internacional, como los principales referentes empresarios alienten al Gobierno para cerrar un acuerdo con los bonistas y no caer en un nuevo estadio de cesación de pagos del que se demoró más de 14 años salir.
Cabe recordar que el gobierno anterior casi siempre se desempeñó con un mínimo nivel de reservas, puesto que heredó un saldo negativo que muchos analistas en el sector privado estimaban en torno a USD 4.500 millones y terminó el mandato con apenas USD 7.300 millones.
Para eso se considera clave, acompañar una eventual flexibilización de la propuesta con la presentación de un plan económico explícito, con consistencia en los planos monetarios, fiscal, cambiario y social, de modo de no únicamente justificar la anhelada sustentabilidad de los vencimientos de la deuda, sino además de poder sentar las bases para el regreso al mercado internacional de capitales después de la baja del pulgar que sufrió el gobierno de Cambiemos en el segundo trimestre de 2018 y que llevó a la búsqueda del auxilio del Fondo Monetario Internacional.
En la mirada de los técnicos del Banco Central el escenario de reservas no les parece inquietante, porque en su concepción “esas divisas están principalmente para apuntalar las necesidades de dólares del sector productivo, como son los pagos de importaciones de insumos básicos y máquinas en equipos”, y por tanto el monto de libre disponibilidad se eleva a más de USD 22.000 millones si se agrega el saldo disponible del swap de monedas con el gobierno de China, aun cuando implicaría aceptar como único proveedor a las empresas radicadas en ese país.
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