Hoy venció el plazo para que los acreedores internacionales contesten si aceptan o no la propuesta de canje de la deuda por más de USD 60.000 millones que propuso el Gobierno. En ese marco, el economista jefe de FIEL, Daniel Artana participó de una videoconferencia en vivo con editores de Infobae Económico y ofreció su mirada con respecto a las negociaciones del Ejecutivo con los bonistas para evitar un default. En ese contexto, sostuvo que “no hay un programa macroeconómico que respalde la negociación” y que por consecuente, “el Gobierno está pidiendo un acto de fe”.
En medio de la expectativa por saber qué porcentaje de los bonistas entra al canje y por dar cuenta si el Gobierno puede cerrarlo de forma exitosa, Artana ofreció una mirada escéptica al considerar que el porcentaje de adhesión no alcanzará el 65% necesario para evitar una cesación de pagos, por lo que las negociaciones se extenderían durante mayo.
“El Gobierno no necesita que se acuerde con la totalidad de los acreedores. Todos los bonos que se están canjeando tienen cláusulas de acción colectiva, que permite que si se llega a un determinado umbral, se le imponga las condiciones a la minoría que no aceptó. Hay que ver si se llega a convencer a la mayoría, parecería que es una situación difícil”, analizó el economista.
Para Artana, el problema es que no se sabe cuál es el plan estructural del ministro Martín Guzmán. “Tampoco hay mucha explicación de por qué Argentina no puede lograr más de un punto de superávit primario respecto del PBI en el largo plazo. Es una razón política. Los países que reestructuraron su deuda con éxito han logrado mayor superávit fiscal. Hay una cantidad de cosas que metieron un ruido innecesario en esta negociación”, afirmó.
En tanto, señaló que Argentina tiene pocos avales detrás de su propuesta. “El Gobierno cuenta con un informe del Fondo Monetario Internacional que no está firmado. Es un apoyo que va en línea con lo que plantea Guzmán pero no tiene firma. No se sabe qué sustento tiene. Al no tener la firma del board del Fondo, tiene menos validez. Tenemos un montón de puntos flacos por donde nos pueden entrar los acreedores”, remarcó el jede de FIEL en la videoconferencia con Infobae.
E insistió al destacar que Argentina no ha dado un argumento de por qué no pueden pagar más. “Del otro lado, los bonistas dicen que si no les pagan van a litigar y un litigio seguro que Argentina lo va a perder”, aseguró.
Según Artana, falta un programa que muestre que Argentina tiene la capacidad de crecer y que lo va a hacer de una forma sustentable desde el punto de vista fiscal. “Es natural por esto mismo que sean escépticos con nosotros”, afirmó.
El Gobierno no necesita que se acuerde con la totalidad de los acreedores. Todos los bonos que se están canjeando tienen cláusulas de acción colectiva, que permite que si se llega a un determinado umbral, se le imponga las condiciones a la minoría que no aceptó
Consultado acerca de cuáles son las consecuencias para la economía si no hay un acuerdo, analizó: “Supongamos que el porcentaje es bajo. El Gobierno tiene distintas opciones. Puede ir a un default abierto, acordando solo con algunos acreedores. Esto generaría algunas consecuencias negativas sobre la economía que creo que ya las hemos empezado a vivir con las subas de las distintas cotizaciones del dólar”.
En ese sentido, el economista afirmó que una economía en default puede generar que la brecha cambiaria siga siendo alta. “Puede generar alguna salida de depósitos en dólares. Y para la fase post pandemia, va a haber una recuperación con una mochila cargada en la espalda”, graficó.
Entre las consecuencias de entrar en default, Artana consideró que “ni el Gobierno ni las provincias van a poder emitir deuda para financiarse” y añadió que a las empresas también se les va a complicar conseguir financiamiento.
“El default tiene muchas consecuencias negativas para la economía. Si no fuera así todos los países defaultearían”, opinó.
Supongamos que el porcentaje es bajo. El Gobierno tiene distintas opciones. Puede ir a un default abierto, acordando solo con algunos acreedores. Esto generaría algunas consecuencias negativas sobre la economía que creo que ya las hemos empezado a vivir con las subas de las distintas cotizaciones del dólar
No obstante, planteó: “Un escenario positivo en la negociación con los bonistas sería si se consigue canjear todos los bonos Globales, que son más de 40.000 millones de dólares, aunque queden afuera los bonos que emitieron Néstor y Cristina Kirchner para salir del default anterior, ahí estás en default selectivo pero podés mostrar que a una gran masa de acreedores los convenciste. Lo ideal sería canjear los dos grupos de bonos”.
Por último, el economista consideró que la queja de los inversores es que no se pague nada durante la gestión de Alberto Fernández. Según Artana, Argentina tiene un problema de credibilidad. “Por eso piden garantías que a veces se pueden dar de organismos multilaterales. Los acreedores te pueden pedir que pagues en contado o que empieces a pagar algo en esta gestión”, aseguró.
Y concluyó: “Quizá si los bonos Globales entran al canje sea algo más favorable. Si no consiguen eso, van a tener gran parte del problema por delante. Si no conseguís la adhesión de los bonos Globales, va a tener sabor a poco el canje”.
Entrevista realizada por Sebastián Catalano, Martín Kanenguiser y Fernando Meaños
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