El viernes vence el plazo formal que el Gobierno informó ante la Securities & Exchange Commission (SEC) para el cierre de la oferta de reestructuración de la deuda emitida bajo ley extranjera. Pero hasta el propio Ministerio de Economía admitió, en el prospecto presentado, que podría haber una prórroga. Los analistas descuentan que ese plazo será prorrogado y, si bien el ministro Martín Guzmán públicamente ratificó varias veces que el 8 de mayo era la fecha límite para ingresar al canje, también en el Gobierno admiten por lo bajo que lo más probable es que se extienda el período de negociación hasta el 21.
Hay quienes, incluso, afirman que podría arribarse a un acuerdo luego del 22 de mayo, fecha en la cual la Argentina entrará en default, si no paga los USD 503 millones de intereses de los bonos globales. En ese caso, podría el Gobierno no pagar mientras que termina de concretar el acuerdo con los acreedores. Por ahora, son especulaciones. Lo concreto es que el viernes no estarán dadas las condiciones para que el Gobierno pueda anunciar un canje exitoso, que, como mínimo, demandaría un nivel de adhesión no inferior al 60 por ciento.
Pese a la tensión reflejada entre Economía y los grandes fondos de inversión en las últimas semanas, la expectativa del mercado es que a último momento las partes acerquen posiciones y acuerden, ya que a nadie le conviene que la Argentina entre en cesación de pagos. Guzmán abrió la puerta a negociar y a mejorar la propuesta presentada al plantear, el lunes en un comunicado, que el Gobierno estaba dispuesto a escuchar una oferta por parte de los acreedores que tenga sentido común. Y ayer reveló los detalles de la propuesta que le había acercado el fondo BlackRock, a la que calificó como “poco realista”.
“Esta contrapropuesta se basó en la suposición de que Argentina solo tiene restricciones de liquidez a corto plazo y propuso resolverlas por medio de un alivio parcial y decreciente del cupón en efectivo durante los primeros cuatro años antes de volver a los niveles contractuales”, señaló Economía en el comunicado enviado ayer.
Los analistas consultados por Infobae admiten que hay una fuerte molestia en Wall Street con Guzmán y que seguramente el plazo de negociación lo extiendan porque hubo muy poco diálogo con los bonistas. “Los acreedores creo que ya tienen asumido el default y lo prefieren a este arreglo. La relación con Guzmán es muy mala; incluso creen que si Alberto Fernández se involucrara, habría más chances de acordar”, señaló un analista.
“No hay motivos por el cual la Argentina no debiera postergar la fecha, salvo que el canje fuera un éxito, lo que no lo va a ser. Igualmente, extender la oferta no significa mejorar la oferta. El Gobierno tiene tiempo de sobra hasta el 22 de mayo para llegar a un acuerdo, por lo cual no veo motivo por el cual pudiera plantarse acá”, consideró Sebastián Maril.
Aún así, la expectativa es que el Gobierno sobre el final mejore la propuesta para cerrar el acuerdo, aunque sea de forma parcial, tal como quedó escrito en el prospecto presentado ante la SEC. Por ahora, la información que trascendió es que el nivel de adhesión a la oferta no supera el 20%, ya que los grandes fondos -que son los que mayores tenencias de títulos argentinos tienen- rechazaron abiertamente la oferta y están esperando sacar una mejor tajada.
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