Por el impacto de la pandemia del coronovirus y las medidas de aislamiento social, el 75% de las empresas presenta una disminución en su nivel de ventas, la cadena de cadena de pagos se deterioró —el promedio de días en la calle de las cuentas a cobrar pasó de 49 a 68 días— y el 40% estima que será necesario reducir su cantidad de empleados. En el caso de las empresas de consumo masivo, esa estimación llega a un 51%.
El sector más perjudicado es el de servicios, donde el 21% indica una disminución superior al 50% en sus ventas. Los datos corresponden a una encuesta realizada por la consultora PwC Argentina entre los líderes de las áreas de finanzas de más de 100 empresas locales, entre ellas compañías de consumo industrial, de consumo masivo y de servicios de distintos tamaños (de menos de 100 empleados a más de 2.500).
Si se analiza por sectores, el más afectado es el de consumo masivo, con un 52% de encuestados que espera una reducción de dotación
“A pesar que el 75% de las empresas tienen una reducción en su volumen de ventas, solo el 40% cree que deberá reducir la nómina, lo que muestra el esfuerzo que están haciendo. Si se analiza por sectores, el más afectado es el de consumo masivo, con un 52% de encuestados que espera una reducción de dotación”, detalló el informe de la consultora.
A comienzos de abril, el Gobierno oficializó a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia, la suspensión de despidos sin causa durante dos meses. La medida se dictó en el marco de la emergencia pública en materia económica y social.
Según el 68% de los encuestados, el impacto en los negocios será “muy significativo” en relación a sus operaciones en el mercado. En tanto, el 25% cree que va a estar limitado a ciertas áreas y apenas el 7% considera que no va a ser relevante.
La mitad de los CFO —directores y gerentes financieros— espera recuperar el nivel normal de operación dentro de los próximos tres meses. Pero esa curva de recuperación es algo más optimista en las empresas que brindan servicios esenciales y en las grandes empresas.
Si se analiza por sectores, el más afectado es el de consumo masivo, con un 52% de encuestados que espera una reducción de dotación
“Una parte esencial de la estabilización de las operaciones comerciales es la reapertura de oficinas, fábricas y otros sitios de trabajo. Por supuesto, las puertas no se pueden abrir simplemente, y los líderes de las compañías están determinando la mejor manera de proteger a sus empleados y clientes”, explicó el informe.
Entre las medidas que se están analizando para mitigar el impacto, el 40% menciona la reducción de costos, seguida por la postergación de proyectos o inversiones (17%) y el cambio en el perfil de financiamiento (15%). La mayoría de las compañías esperan incorporar cambios en su modelo de negocios: la digitalización y el manejo del capital de trabajo son las áreas en las que concentrarán sus esfuerzos.
Por otro lado, un 45% de las empresas está modificando sus políticas de pagos a proveedores, a lo que se suma otro 29% que está considerando hacerlo. Al igual que en las cuentas por cobrar, hay una extensión en el promedio de días de pago. Estiman que el promedio de días de pago se estirará de 43 días (antes de la cuarentena) a 58 días.
¿Cuáles son las cinco principales preocupaciones? La mayoría (el 86%) mencionó el impacto financiero. El 52% se refirió a una posible recesión mundial; el 49% a la caída del consumo; el 50% a dificultades de financiamiento y un 28% mencionó los problemas en la cadena de suministro.
Las empresas estiman que el promedio de días de pago se estirará de 43 días (antes de la cuarentena) a 58 días
“Realizando un paralelo a nivel global encontramos países que se sienten confiados en las perspectivas de recuperación de sus empresas, como Dinamarca y Suiza, pero les preocupa cómo podría afectarles una recesión económica mundial. En otros casos como Turquía, México y los Estados Unidos citan al “impacto financiero” como la principal preocupación, mientras que líderes de Portugal y Brasil están más centrados en la disminución de la confianza del consumidor”, según la comparación de la consultora con los resultados globales del relevamiento.
"La era post-Covid19 presentará un cambio sin precedentes y tendrá una economía adaptada por nuevos hábitos y regulaciones basados en contactos cercanos reducidos y mayores restricciones sobre viajes e higiene. Esta disrupción modificará el modo en el que trabajamos, compramos, entrenamos, sociabilizamos y disfrutamos nuestro tiempo libre, moviéndonos desde la defensiva (reducción de costos necesaria, pero no suficiente), hacia la ofensiva que implica una transformación del negocio, cultura organizacional, procesos y tecnología digital”, comentó Damián Vázquez, socio de PwC Argentina a cargo de Management Consulting.
Construcción
La Cámara Argentina de la Construcción también realizó un relevamiento entre el 12 de marzo y el 12 de abril. El trabajo arrojó que más del 70% de las empresas del sector facturó menos en términos nominales que en el mismo período del 2019, en un rubro que ya lleva 24 meses consecutivos de caída y que perdió más de 100.000 empleos en dicho período.
“El 87% de las empresas encuestadas se inscribió en el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción –ATP– (de este total, cerca del 30% pudo hacerlo a partir de la DA663/20, gestionada por la Cámara, que amplía los sujetos beneficiarios). Respecto del salario complementario, el 62% de las empresas que se inscribieron y cargaron los CBU recibieron la notificación positiva, un 34% aún no fue notificada y el 1% indicó que fue negativa. En lo relativo a la baja de las contribuciones patronales, entre las empresas inscriptas en el ATP, el 58% recibió la notificación positiva, el 31% aún no fue notificada y el 2% fue negativa”, detalló Camarco.
El sector registra una vuelta gradual de la obra privada en algunas provincias, pero reina la incertidumbre: el 23% estima una reactivación para cuando termine el aislamiento preventivo y obligatorio; el 13% espera que ocurra 30 días después de finalizado el aislamiento; el 12% luego de los 60 días; el 14% luego de 90 días y el 37% no sabe cuándo ocurrirá.
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