El rechazo de los tres comités de acreedores anticipa que el Gobierno está muy lejos de lograr la aceptación que necesita y que deberá extender el plazo del canje y mejorar la oferta para evitar un default.
Así lo expresaron analistas luego del comunicado que dieron a conocer los comités de acreedores esta mañana, a cinco días del cierre del plazo original fijado por el Ministerio de Economía.
El ex presidente del Deutsche Bank en la Argentina, Marcelo Blanco, dijo que “la mayor objeción que veo a la propuesta de deuda es la transferencia del riesgo fiscal desde el Gobierno hacia los acreedores. Al no realizar pagos durante primeros años la administración actual tendría libertad fiscal que los acreedores no quieren avalar. La propuesta es asimétrica”.
Sobre la idea de financiarse en pesos, indicó que “el desarrollo de un mercado no se impone, se construye en función a la confianza en los emisores. Ir al default sería una decisión política, no consideró haya razón financiera que lo justifique. La economía para crecer necesita financiamiento, el mercado interno pesos es insuficiente”.
El economista Camilo Tiscornia dijo que el escenario se volvió “muy complicado” por el nuevo rechazo de los grandes inversores.
“Me parece que, en el contexto de la pandemia, el Gobierno no ve mucho costo por entrar en default y por eso se muestra muy duro”, opinó.
“Si se lo analiza racionalmente, con muy poca mejora podrían lograr un resultado razonable, pero acá hay cosas que van muchas más allá de lo numérico, así que veo un final abierto, que no creo que se dé está semana”, expresó.
Según el economista, “la propuesta en sí es un disparate; la Argentina no puede pagar menos de tasa de interés que Estados Unidos. Obvio que la rechazan todos”.
Tiscornia consideró que “para el Gobierno un default no tendrá un efecto práctico en el corto plazo, porque ya perdió el acceso al crédito y no creo que le complique la renegociación con los organismos de crédito, que se manejan más por cuestiones políticas”.
“Sí creo que complicará mucho el financiamiento de provincias, las empresas y créditos para la exportación. Y, a largo plazo, va a restringir las perspectivas de crecimiento del país”, sentenció.
Por su parte, Federico Furiase de Eco Go dijo que hay que “extender la negociación al 22 de mayo, que es cuando expira el periodo de gracia, y mientas tanto hay que trabajar sobre los puntos que permitirían mejorar el valor presente neto de la propuesta”.
Por ejemplo, opinó, “capitalizando los intereses al 1% durante el periodo de gracia y mejorando la tasa de cupón en 1,5%, la propuesta del Gobierno mejora a niveles de 41 a 12% de exit yield”
Y si además “hubiera señales positivas de parte del gobierno en torno al programa económico -cómo se va a corregir el déficit fiscal y la expansión monetaria post pandemia- con un respaldo del FMI y usamos una exit yield de 10%, la propuesta mejorada llegaría a valer en promedio 50 dólares”.
Según Furiase, “si el Presidente extiende el periodo de negociación con los acreedores estaría dando una señal positiva en términos de que hay margen para negociar y mejorar la propuesta original”.
Por su parte, el director de Seido, Luciano Cohan, dijo que “así como está planteado, no cierra. O la mejoran o el país va a un default”.
“Y lamentablemente empiezo a creer que quieren defaultear, lo cual sería un disparate. Van a extender el período del 8 de mayo y, por lo tanto, están midiendo mal el poder de su amenaza: es un un chicken game asimétrico”.
“Hicieron una oferta que es tan mala que al bonista le conviene defaultear”, concluyó.
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