Tras el rechazo que manifestaron los tres grupos de acreedores a la oferta de reestructuración presentada semanas atrás, el Gobierno se mostró “decepcionado” y ratificó que la Argentina “no puede pagar más”.
“El Gobierno de la Argentina ha revisado y está decepcionado con la declaración del día de hoy por parte de tres grupos de acreedores. Mucho puede cambiar en el transcurso de una semana. Tenemos la esperanza de que nuestros acreedores reconozcan que, especialmente a raíz de la crisis del COVID-19, Argentina no puede pagar más", dice el escueto comunicado de prensa que acaba de enviar la cartera económica.
Si los tenedores de bonos tienen un enfoque diferente que se adecue a esas limitaciones, deberían presentar una propuesta específica
Además, agrega: "Hemos publicado nuestro análisis de sostenibilidad de la deuda y se encuentra alineado con el del Fondo Monetario Internacional. Si los tenedores de bonos tienen un enfoque diferente que se adecue a esas limitaciones, deberían presentar una propuesta específica. El Gobierno argentino permanece dispuesto a escuchar y tratar de encontrar un denominador común. Pero cualquier propuesta debe pasar primero la prueba del sentido común”.
La oferta presentada el 20 de abril ante la Securities & Exchange Commission (SEC) estará abierta, en principio, hasta este viernes 8 de mayo. Si hay una extensión, el ministro de Economía, Martín Guzmán, lo anunciará sobre la fecha, pero por ahora no pareciera haber acuerdo de los principales tenedores. El Gobierno tiene tiempo hasta el 22 para negociar, ya que ese día vencen los 30 días de gracia de los cupones de los globales que vencieron en abril. Si no hay acuerdo, ese día la Argentina podría entrar en default.
Los tres principales grupos de bonistas publicaron el fin de semana una declaración conjunta en la que insistieron con su rechazo a la oferta de canje realizado por el Gobierno, que ya habían hecho cada uno de forma individual. “El Grupo Ad Hoc de Tenedores de Bonos, el Comité de Acreedores de Argentina y el Grupo Ad Hoc de Tenedores de Bonos de Canje de Argentina representan colectivamente un amplio y diverso espectro de tenedores de bonos soberanos de Argentina. Cada grupo ya ha rechazado públicamente los términos comerciales propuestos por Argentina para la reestructuración de su deuda externa”, dijeron en un comunicado conjunto.
Plantearon que no pueden respaldar la oferta de intercambio recientemente anunciada por el gobierno argentino y que no entregarán sus bonos porque, entre otros motivos, “los términos requieren que los tenedores de bonos argentinos sufran pérdidas desproporcionadas que no son justificadas ni necesarias”. “Sin embargo, cada uno de los tres grupos de tenedores de bonos está preparado para discutir constructivamente con la Argentina cuando su gobierno esté listo para hacerlo, con el objetivo común de encontrar una solución viable a los desafíos financieros actuales de la República”, remarcaron en el comunicado conjunto.
A su vez, el grupo liderado por el fondo Monarch -Ad Hoc de Titulares de Bonos de Canje de Argentina- realizó hoy una videoconferencia en la que además de ratificar su rechazo a la oferta, invitó al resto de los bonistas a seguir el mismo camino. Los argumentos centrales de los expositores se basaron en que los nuevos bonos que ofrece el Gobierno otorgan menos derechos a los acreedores y que el país formuló una propuesta que está por debajo de su capacidad de pago. Entre otras razones, subrayaron, “confisca” el pago de intereses por tres años, hasta el fin del período de gracia en 2023.
Si bien todavía quedan cuatro días para que las partes acerquen posiciones -sobre el final, se suelen arrimar las puntas-, la posibilidad de la cesación de pagos no es lejana, coinciden varios analistas. En este contexto, el presidente Alberto Fernández convocó para esta tarde al Grupo de los 6 (G6) -las principales cámaras empresarias- y a representantes de la CGT a un encuentro en Olivos en el que se hablará sobre la propuesta de reestructuración de la deuda. El objetivo será buscar apoyo en torno a la posición argentina, pero un eventual default no será avalado por ningún empresario.
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