A pesar de caídas de los bonos soberanos argentinos, el riesgo país que mide JP Morgan recortó este jueves más de 500 puntos. El indicador, lejos de ser una señal de mejora de la deuda soberana argentina, desconcertó a los operadores que se concentraron en las bajas del orden del 4% en promedio que mostraron los títulos en dólares regidos por tribunales del exterior.
La principal razón de la baja del riesgo país, que regresó al nivel del pasado 21 de abril, fue un cambio en la composición del índice, pues JP Morgan excluyó del menú al Global 2021, que tenía alta ponderación y una sobretasa respecto de los bonos del Tesoro de los EEUU mucho más amplia, unos 200 puntos básicos extra, que el resto de las emisiones argentinas.
Así, el Riesgo País medido por la banca JP Morgan restó 501 unidades pasadas las 17 horas de Argentina, a 3.499 puntos básicos, luego de haber concluido en 3.999 puntos en la rueda anterior.
“Cosecho muchas opiniones adversas, con escepticismo sobre una mejora en la propuesta oficial. No veo lo que el mercado quiere ver, que es que el Gobierno se acerque con un propuesta modificada y mejorada”, advirtió Gustavo Neffa, director y socio de Research for Traders, a Infobae.
“El Gobierno dejó afuera de la oferta el pago de los intereses corridos por tres años, una condición que se incluye habitualmente en los procesos de reestructuración. Es difícil el éxito del canje si se presenta una oferta sin eso. Y es probable que el mercado esté pensando que se pueden incluir los intereses corridos, que no es poco si se tiene en cuenta, por ejemplo, que en el Discount representan unos USD 3,5 por encima del valor presente neto”, acotó el experto de Research for Traders.
Con mayor tensión ante los plazos limitados, el riesgo de default se mantiene latente
“Continuamos con la cuenta regresiva al 8 de mayo, en un mercado que se mantiene atento a cualquier señal de acercamiento entre el Gobierno y los acreedores”, indicaron los analistas de Portfolio Personal Inversiones.
“La incertidumbre no hace más que crecer con el correr de los días y en medio de las negociaciones, la expectativa se mantiene en la posible contraoferta, que se estima llegaría en los próximos días”, acotaron.
En el mismo sentido, el economista Gustavo Ber comentó que “los operadores siguen atentos a las señales que surgen respecto al roadshow, a sólo casi una semana del deadline definido hasta ahora para la reestructuración”.
Mejora en la propuesta oficial
Gustavo Neffa consideró que los precios sostenidos para los títulos públicos obedecen a “una expectativa no confirmada, sobre una mejora en las tasas de interés, de que pueda haber buena voluntad para que los nuevos bonos empiecen a devengar tasa antes del plazo inicial de tres años, o bien que se ofrezca una tasa que suba en forma escalonada y más acelerada”.
“Aún son puras especulaciones. La algarabía con un proceso de reestructuración mediante hay que tomarla con pinzas. Además, aumentaron mucho las posibilidades de default luego de la insistencia del Gobierno en que ésta iba a ser la propuesta definitiva”, analizó el director de Research for Traders.
Y puntualizó que “hay mucha ‘artillería’ de un lado y del otro por los intereses en juego y con títulos que cayeron de USD 100 a USD 30, los saltos de los precios con mucha volatilidad son previsibles. Cualquier variable dispara, es un mercado totalmente especulativo”.
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