La breve gestión de Vanoli al frente del Anses quedó signada por el desborde en el pago a jubilados en plena cuarentena

Llegó al Gobierno por su cercanía con Cristina Fernández de Kirchner y estuvo al frente del trabajoso proceso para el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) en medio de la pandemia a 7,8 millones de personas. Sin embargo, las dificultades para pagar haberes durante la cuarentena deterioraron la confianza del Presidente

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Alejandro Vanoli, que también fue titular del Banco Central durante la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, había asumido al frente del organismo previsional a mediados de diciembre.
Alejandro Vanoli, que también fue titular del Banco Central durante la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, había asumido al frente del organismo previsional a mediados de diciembre.

El Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Santiago Cafiero, le solicitó este miércoles por la noche la renuncia al titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), Alejandro Vanoli, cuya gestión al frente del organismo duró apenas cuatro meses. Según pudo saber Infobae, Cafiero le informó la decisión a Vanoli en una reunión mantenida en las oficinas de la Jefatura de Gabinete de la Casa Rosada.

Su desempeño había sido puesto en tela de juicio a principios de abril debido al desborde de jubilados, pensionados y beneficiarios de asignaciones sociales en las puertas de decenas de bancos del conurbano bonaerense y varias localidades del interior del país en medio de la pandemia de coronavirus.

Vanoli se incorporó al equipo de Alberto Fernández en virtud de su cercanía con Cristina Fernández de Kirchner, en cuyo segundo mandato ocupó la presidencia de dos organismos centrales: la Comisión Nacional de Valores y el Banco Central de la República Argentina.

A pocos días de asumir el cargo en diciembre del año pasado, Vanoli aseguró que el principal objetivo de la gestión era “reconstruir un sistema que fue vaciado” y que la prioridad “absoluta” estaría puesta los sectores más vulnerables de la sociedad.

“El presidente Alberto Fernández fue muy claro conmigo en el sentido de darle prioridad absoluta a los sectores más vulnerables, a los jubilados, a los perceptores de la Asignación Universal por Hijo”, remarcó Vanoli al asumir.

Primeras medidas

Vanoli determinó al asumir que durante diciembre de 2019, enero y febrero de 2020, los jubilados y beneficiarios de asignaciones no pagaran la cuota de los créditos que contrajeron con esa administración, como medida adicional a la baja de la tasa de interés y a los aumentos de suma fija que recibieron en diciembre y enero pasado, como parte la Ley de Emergencia Económica y Reactivación Productiva y el cambio del mecanismo de ajuste de las jubilaciones.

Pero las medidas de ese estilo, destinadas a que mejoren los ingresos de los jubilados, pronto debieron virar a decisiones de emergencia al aparecer en el escenario la pandemia de coronavirus. En ese sentido, la Anses anunció el pago de un bono de 3000 pesos para los jubilados que perciban el haber mínimo y un bono extraordinario para los beneficiarios de la AUH, como parte de las medidas sociales lanzadas por el Gobierno.

El cobro de esas sumas extra junto a la necesidad de recibir las jubilaciones de miles de adultos mayores derivó en los graves episodios del viernes 3 de abril, tal vez el día más complejo de la administración de Alberto Fernández y, seguramente, el día que comenzó a gestarse la decisión sobre Vanoli que fue ejecutada hoy.

En la madrugada de ese viernes se vivió un caos con jubilados que comenzaron haciendo guardia frente a las puertas de los bancos de distintos puntos del país para cobrar los haberes de marzo que no pudieron hacer los días anteriores por el mero de hecho de que las entidades financieras estaban cerradas por disposición del Banco Central. Se trató de una de las jornadas más tristes por el traspié del Gobierno que llevó a romper la cuarentena y exponer a los jubilados al Covid-19.

(Adrián Escándar)
(Adrián Escándar)

A esto se le sumó a todas aquellas personas beneficiarias de las Asignación Universal por Hijo (AUH) y Asignación Universal por Embarazo (AUE) que se disponían a cobrar el bono de $10.000 según el calendario fijado por la Anses para dicho sector.

La suma de ambos públicos generó un aluvión de gente que concurrió masivamente a cobrar por la ventanilla de los bancos, dado que una gran porción no tiene tarjeta de débito para hacerlo por cajero automático o la tiene pero no sabe cómo hacerlo.

En ese sentido, tanto Vanoli como el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, quedaron en el ojo de la tormenta a la vez que las imágenes de miles de jubilados, que se amontonaban para hacer colas de varias cuadras con barbijos y en una jornada fresca, se replicaron desde muy temprano en los medios y las redes sociales. Sobre el final de la jornada, arreciaban las críticas a la gestión oficial.

Tras el escándalo, Vanoli reconoció que el caos en las puertas de los bancos era “absolutamente previsible”. “Hay una historia en el país de no poder retirar dinero a tiempo. La gente de ochenta y pico de años las vivió todas, entonces les da seguridad ir al banco. Cambiar una costumbre de décadas es prácticamente imposible. Se generó una sobredemanda muy difícil de administrar”, afirmó.

La Argentina fue el único país de América Latina que mantuvo las sucursales bancarias completamente cerradas durante dos semanas, según un relevamiento de la Federación Latinoamericana de Bancos.

Demoras en la implementación del bono de $10.000

Los pagos del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de $10.000 se comenzaron a acreditar el martes 21 de abril, tras un dificultoso proceso de registración y toma de datos de los beneficiarios. En algunos casos, podrá demorarse hasta junio en el caso de los beneficiarios que hayan optado por los medios de pago en efectivo que fueron habilitados.

Sin embargo, hubo muchas demoras para implementar un programa que requería cierta celeridad teniendo en cuenta el propósito del bono que busca asistir a un sector de la población que se ve severamente afectado por una pandemia que no tiene precedentes. Otra situación que derivó en críticas al hoy ex titular de la Anses.

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