Hasta que la Argentina no resuelva el problema de la deuda, lo que suceda en los mercados del mundo será ajeno a ella. Por caso, el buen comportamiento de Wall Street con todos sus índices en alza superiores a 2%, por la buena noticia sobre un medicamento que arrojó resultados que abren posibilidades ciertas de curación (no es una vacuna) a los pacientes infectados por el COVID-19. La recuperación en los pacientes con los que se experimentó alcanzó a un nivel de 64% y el Departamento encargado de su aprobación para comercializarlo. Las acciones de Gilead Sciences, subieron casi 3% pero ya venían en fuerte alza desde hace 20 días.
Esto hizo que los inversores se movieran en terrenos más firmes, porque ven que se acerca una solución a la pandemia ya que también hay optimismo sobre el avance de la vacuna en la Universidad de Oxford. Estas certezas hicieron que dejaran de lado los malos balances y se concentraran en las expectativas. De hecho, el petróleo WTI de Texas aumentó 19% y en el post cierre sumaba 5% lo que elevaba el precio del crudo a USD 16 por barril.
En este escenario, la Argentina se cerró más al mundo. La prioridad es cuidar los dólares y puso trabas a los fondos de inversión de los bancos obligando a que inviertan 75% en títulos en pesos. Las reservas cayeron USD 102 millones porque el Banco Central tuvo que vender divisas en el mercado mayorista para evitar que se escape la cotización. De esta manera, las reservas descendieron a USD 43.546 millones.
Las nuevas normas golpearon en el mercado cambiario. El dólar MEP o Bolsa, perdió 7% y cerró a $ 108,87. El contado con liquidación bajó 8,3% a $ 109,76. El dólar libre perdió $ 3 y quedó en $ 117. En realidad, la baja era esperada aún sin las normas porque hay empresas y particulares que retiran dólares y los venden en la plaza alternativa para hacerse de pesos y afrontar los gastos de fin de mes.
En la plaza oficial poco y nada cambió. El dólar en bancos y casas de cambio, aumentó 17 centavos a $69,06. En el mercado mayorista aceleró su devaluación y cerró 22 centavos arriba a $66,75.
Por supuesto, el derrumbe de los dólares alternativos significó la caída de la Bolsa porque se frenaron las operaciones y hubo menos demanda de acciones. El S&P Merval con un fuerte volumen de negocios por $1.021 millones debido a los cambios de carteras, subió apenas 0,36%. La Bolsa había comenzado en baja y tocó el piso pasada las 13.00 cuando quedó 2,10% abajo. A partir de allí inició una recuperación que la dejó en territorio positivo.
Lo mejor pasó por los bancos. BBVA aumentó 4,50% y Supervielle, 4,19%. Edenor, de buen comportamiento en las ruedas anteriores, perdió 4,58%.
Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- tuvieron una gran rueda porque al cerrarle el camino a inversiones en dólares en los fondos de los bancos, los inversores se volcaron a este instrumento. Acá también lo mejor pasó por las entidades financieras. Banco Supervielle (+11,25%), y BBVA (+10,53%) fueron lo mejor de la rueda.
Los bonos de la deuda, se convirtieron en billetes de lotería donde las apuestas se basan en pálpitos más que en novedades concretas. De otra manera, no se puede explicar que continúe la demanda de bonos defaulteados cuando hasta la propuesta de negociación de la provincia de Buenos Aires no fue bien recibida por los acreedores.
El Bonar 2024 en su versión “D” (dólares) aumentó 1,43%. En cambio, el Bonar 2020 perdió 1,25%. Los bonos más largos con legislación Nueva York mejoraron 1,65% cuando se trató del Discount y 1,19% en el caso del Par. Por eso, el riesgo país, tuvo una leve caída de 1.2% a 4.051 puntos.
No cabe esperar sorpresas en la ultima rueda del mes. Puede haber una recuperación del dólar y los bonos seguirán en el centro de la especulación. El gobierno ha tomado medidas que hacen más estrecho el callejón para llegar al billete de Estados Unidos.
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