Ante el peligro de pérdidas millonarias, la CNV hará cambios en la norma que obligó a los fondos comunes a pesificarse

La Comisión Nacional de Valores obligó a las entidades a vender el 75% de su tenencia de activos dolarizados. La medida busca incrementar el volumen disponible para invertir en pesos pero también controlar el tipo de cambio. Pero las administradoras se vieron obligadas a frenar rescates de inversores.

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Adrián Cosentino, presidente de la Comisión Nacional de Valores
Adrián Cosentino, presidente de la Comisión Nacional de Valores

La decisión de la Comisión Nacional de Valores (CNV) que obliga a la industria de fondos comunes a vender el 75% de sus tenencias en activos dolarizados generó un verdadero descalabro en el sector. La medida involucra alrededor de USD 1.000 millones que las distintas administradoras tienen en cartera, incluyendo títulos públicos, bonos provinciales y Obligaciones Negociables emitidas por las empresas. La mayoría de los jugadores del sector decidió suspender el rescate de cuotapartes de los fondos dolarizados. El objetivo fue preservar a los inversores de grandes pérdidas que hubieran tenido que asumir si se avanza con la desinversión de estas posiciones.

La resolución 836 que emitió la CNV busca acelerar la venta de bonos dolarizados y así impulsar una reducción del dólar financiero, ya sea su versión “MEP” y también “contado con liquidación”. La medida provocó al menos en el corto plazo el efecto esperado y ayer estas cotizaciones cayeron alrededor del 8%, por debajo de los $108.

La medida cayó como una verdadera “bomba” en la industria de fondos. Y obligó a la decisión drástica e indeseada de suspender los rescates. “Tal como fue redactada, la medida nos obliga a vender en los próximos días desde títulos provinciales a deuda corporativa y hasta pagarés emitidos por las pymes. Todo asumiendo enormes pérdidas, porque además es un momento pésimo del mercado, explicó ayer a Infobae uno de los principales administradores de cartera. Los fondos comunes tienen tiempo -al menos según lo resuelto- hasta el 15 de mayo para adecuarse.

En una medida drástica para evitar grandes pérdidas, los fondos comunes prohibieron el rescate de sus cuotapartes, en el caso de los productivos que invierten en renta fija en dólares. Ahora se espera que la CNV revise la nueva resolución para no generar un daño mayor a los inversores y también a los emisores

En esta situación se encuentran prácticamente todos los fondos comunes que invierten en renta fija en dólares. Se trata de uno de los productos más populares, tanto para pequeños y medianos ahorristas como para inversores como para inversores institucionales como compañías de seguros. Éstas últimas se verían especialmente afectadas, con grandes pérdidas de capital si se avanza en esta dirección.

Desde la CNV, a cargo de Adrián Cosentino, defendieron el espíritu de la normativa. “Queremos tener un mercado de capitales dinámico y valoramos a la industria de fondos comunes. Pero queremos que haya espacio para volcar financiamiento genuino y no que algunos productos escondan otro tipo de operaciones”, en referencia a la posibilidad de comprar dólares a través del mercado de “contado con liquidación”.

Sin embargo, en el organismo dejaron trascender que estarán discutiendo con las administradoras los inconvenientes que puede haber en la transición. Básicamente se afectaría a una gran cantidad de empresas que en los últimos dos o tres años se financió en el mercado local a través de la emisión de títulos públicos en dólares. Pero también perderían las provincias que han utilizado la deuda en dólares para financiar sus agujeros fiscales.

El mercado espera que haya más tiempo para la adecuación a la norma, pero además que no se obligue de manera intempestiva a la venta de estos activos, lo que generaría una caída mayor de las cotizaciones

¿Por dónde podrían pasar las modificaciones? En principio la lógica indica que a partir de un determinado momento quienes suscriban una cuotaparte en pesos sólo puedan comprar instrumentos en la misma moneda. La esperanza oficial es impulsar la “desdolarización” de las inversiones. El Tesoro, de hecho, empezará a colocar deuda bajo ley local, especialmente a los bancos pero también a todos aquellos que tengan resto para invertir en pesos. El problema que de todas formas presenta el mercado en moneda local es que la tasa de interés se ubica ampliamente por debajo de la inflación, es decir que se pagan tasas de interés reales muy negativas, desalentando el ahorro doméstico. Los fondos comunes sólo podrían invertir en dólares si el inversor aporta divisas, pero ya no hacerlo más partiendo de pesos.

Todavía sigue sin resolverse qué sucederá con los bonos en dólares que deberían malvender los fondos comunes si no hay un cambio en la reglamentación. El mercado espera que haya más tiempo para la adecuación a la norma, pero además que no se obligue de manera intempestiva a la venta de estos activos, lo que generaría una caída mayor de las cotizaciones, pero además grandes pérdidas para los inversores.

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