En 2020 la Argentina mantiene un apreciable superávit en su cuenta corriente de divisas, aunque algunas variables que lo sostienen empiezan a mostrar cierto desgaste.
Por un lado, el superávit comercial por encima de los USD 1.000 millones mensuales es un puntal para el ingreso de divisas, mientras que desde el lado de los servicios, la paralización del movimiento de personas por el coronavirus recorta el histórico déficit de divisas por turismo, que en 209 alcanzó los 4.500 millones de dólares.
El tipo de cambio multilateral que mide el Banco Central cede cerca de 10% desde el inicio del año
Por otro lado, la postergación de pagos de deuda que el Gobierno impulsa para los próximos tres años implica que la salida de dólares por el canal financiero también quedaría en suspenso, condición excepcional, pero que mantiene estos fondos dentro del sistema, como puede observarse en la estabilidad del monto de reservas internacionales.
En este punto hay que distinguir que el tipo de cambio, que en 2020 evoluciona a la par de la inflación, empieza a perder terreno si se lo compara con el ritmo de devaluación encarado por los países emergentes, mucho más intenso que en la Argentina.
En Brasil, el dólar tocó en la semana los 5,72 reales y acumula una suba de 42% en 2020, muy por encima de la inflación en el país vecino, de 0,53% en el primer trimestre, la tasa más baja desde 1994.
Diferente es el caso argentino, cuya devaluación es neutra en comparación con la tasa de inflación, lo que en los hechos lleva a una apreciación relativa del peso argentino respecto de la divisa de Brasil, el principal socio comercial del país.
En el primer trimestre del año la inflación fue de 7,8%, mientras que la cotización del dólar mayorista subió 11 por ciento
Según los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que elabora el Indec, el primer trimestre el año acumuló una inflación de 7,8%, mientras que la cotización del dólar mayorista subió 11 por ciento.
El índice de Tipo de Cambio Real Bilateral entre Argentina y Brasil, elaborado por el Banco Central, descendió este año a 96,7 puntos, con una baja de 35 puntos o 26%, desde 130,9 del 31 de diciembre de 2019. En términos estrictamente cambiarios la competitividad de la producción Argentina respecto de la del socio del Mercosur se deterioró en esa magnitud de 26% y regresó a su nivel más bajo en casi cuatro años, desde el 20 de junio de 2016.
La competitividad de la producción Argentina respecto de la del socio del Mercosur se deterioró en esa magnitud de 26% y regresó a su nivel más bajo en casi cuatro años
En cuanto al Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral, con el que el Banco Central mide la evolución de la inflación, la devaluación y el precio de los bienes y servicios que la Argentina intercambia con los principales socios comerciales, se encuentra en un aceptable nivel de 111 puntos.
Este número es todavía 11 puntos mayor que la base 100 del 17 de diciembre de 2015, cuando en el inicio del gobierno de Mauricio Macri se levantó el control de cambios.
Sin embargo, este tipo de cambio multilateral cae 11 puntos o 9,3% en 2020, y ya se encuentra por encima de los 112 puntos del 11 de agosto pasado, cuando se desató la crisis financiera y cambiaria después de las elecciones primarias.
Caída de los precios de las materias primas
También los economistas consideran relevante considerar la debilidad de los precios internacionales de las materias primas, consecuencia de la disminución del comercio global por la pandemia. Aunque los precios de los alimentos fueron los más sostenidos, la tonelada de soja, apenas por encima de los USD 300, se acerca a un piso desde agosto de 2007, mientras que el maíz cedió a niveles de una década atrás.
La Argentina mantiene un importante superávit de cuenta corriente, pero dejó de pagar deuda en moneda extranjera
“Por el lado de los precios agropecuarios, con los datos de la economía real china en caída y la fortaleza del dólar, que está 3% por arriba de los valores de abril del año pasado, no sorprende que hayan perdido durante abril 5,2% en el caso de la soja y 5,5% en el caso del maíz. Además, el 40% de corte de los biocombustibles en los EEUU explica por qué desde el quiebre de la OPEP el maíz perdió el doble que la soja (14% versus 7%)”, dijo el economista Martín Tetaz.
La recesión tan fuerte que atraviesa la Argentina, donde se prevé que el PBI podría caer entre 6 y 10% este año, también apuntala el superávit comercial, pero de forma poco virtuosa, con un desplome de las importaciones más fuerte que el de las exportaciones.
El Indec informó que en marzo, mes en el que ya impactó el aislamiento social por el coronavirus, las exportaciones cayeron en valor 11,6% frente a febrero y 15,9% en la comparación interanual, con con fuertes bajas de las ventas de Manufacturas de Origen Industrial, 20,5% interanual, y Manufacturas de Origen Agropecuario 18,2% interanual.
A su vez, las importaciones cedieron en marzo 8,4% respecto de febrero y 19,7% respecto de marzo del año pasado, con importantes contracciones para las vinculadas a la inversión y los insumos para la producción.
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