Las medidas dispuestas por el Gobierno en el marco del aislamiento social, que impiden la venta minorista en locales comerciales, ya está comenzando a tener los primeros efectos directos en las pymes y en el empleo. Frente a la imposibilidad de afrontar el pago de los alquileres, la marca de ropa Complot decidió cerrar seis de sus locales propios, ubicados en los principales shoppings, y desvincular a 42 empleadas por razones de “fuerza mayor”.
Esta semana, empleadas de la marca comenzaron a recibir los primeros telegramas de despido. La empresa tomó la decisión de cerrar sus negocios en los centros comerciales Alto Avellaneda, Alto Palermo, Distrito Arcos, Abasto, Unicenter y Plaza Oeste.
Fuentes cercanas a la firma textil explicaron a Infobae que no pueden cancelar los pagos de los alquileres, que se mantienen vigentes a pesar de que los shoppings están cerrados. “En algunos casos, tuvieron alguna condonación de la parte del alquiler que corresponde a publicidad, que es un 1,5%. Pero es un porcentaje muy bajo. Y en otros casos les ofrecieron hacer pago más adelante, pero no saben si podrán afrontar toda esa suma de una vez luego que se retome la actividad”, explicaron.
Esta semana, empleadas de la marca comenzaron a recibir los primeros telegramas de despido
En el telegrama que recibieron los empleados se explica que los motivos son de “fuerza mayor” por las medidas dispuestas frente a la pandemia de coronavirus. Una de las empleadas despedidas detalló que recibió el telegrama el miércoles y se comunicó directamente con su supervisora, quien le confirmó que la decisión de la empresa era cerrar los locales de los shoppings.
Con todo, se mantendrían abiertos los locales que funcionan a la calle y son propios de la empresa. Y también el resto de los comercios de la marca, que están ubicados en el interior del país pero que funcionan con el formato de franquicias.
“Me desperté con una carta de despido, pero antes de eso nadie nos había anticipado que esto podía pasar. Nuestra preocupación es que para tener una solución dependemos de abogados, algo que demora mucho tiempo, y cuando se levante la cuarentena no va a haber trabajo. Todos tenemos deudas y cosas para pagar”, contó esta empleada que lleva seis años de antigüedad en el puesto, con un sueldo de $35.000 por seis días de trabajo semanales.
La empresa textil fue fundada a fines de los ’80, en plena hiperinflación, por la familia Levy Daniel y hoy sigue en manos de la tercera generación. En 2001 estuvieron cerca de la quiebra, pero lograron recuperarse y pasaron de ser fabricantes de prendas para otras empresas a convertirse en una marca con diseños propios. Cuentan con una planta en la zona de Floresta, en la ciudad de Buenos Aires, y otros 120 empleados.
“Cerrar los locales de los shoppings es una forma de proteger al resto de la empresa y los empleados. El rubro textil viene muy golpeado y hace cinco años que la firma no tiene ganancias y venía subsistiendo con lo mínimo para cubrir gastos. El cierre de los locales por la pandemia fue un golpe fuerte”, indicó una fuente cercana a los directivos de Complot.
Desde el sindicato Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (Setia) indicaron que realizaron una presentación ante el Ministerio de Trabajo por los despidos, ya que está vigente el DNU 329/2020 del Gobierno, que desde abril impide las desvinculaciones por 60 días. El lunes, las autoridades gremiales tendrán una reunión con los directivos de la empresa.
“Nos vamos a reunir con la empresa para retrotraer los despidos. Creemos que más de una empresa del sector textil van a estar en una situación similar por los problemas con los shoppings, que sigue cobrando altos alquileres y expensas cuando no están abiertos”, indicó Jose Minaberrigaray, secretario general del sindicato.
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