Los bonos soberanos argentinos cerraron con pérdidas promedio de 6% para las emisiones en dólares, un día después de que el Gobierno anunciara que va a utilizar el período de gracia de 30 días para evitar pagar USD 500 millones que vencieron ayer mientras espera la respuesta de los bonistas a su propuesta de reestructuración de deuda. La decisión era bastante esperada por el mercado, pero de todas formas la reacción es bajista antes la falta de señales de negociación entre las partes y la publicación de los detalles legales de la oferta.
El riesgo país sumó 267 puntos para volver a las 4.056 unidades a las 17 horas. Se da en un contexto de leves bajas de los mercados de referencia. El indicador que elabora JP Morgan y que mide la diferencia entre el rendimiento de los bonos argentinos y títulos similares de los Estados Unidos había llegado a cerrar en 3.429 unidades en las primeras ruedas posteriores a la primera presentación de la oferta argentina para el canje de unos USD 68.000 millones de deuda ley extranjera.
“Si bien ya estaba incorporada en los precios la incertidumbre continuará en si hay arreglo o no y eso lo veremos reflejado en la volatilidad de los precios”, dijo Mariano Marcó del Pont de Silver Cloud Advisors.
Los inversores contaban con poca información nueva para tomar decisiones en la mañana de hoy. Y el contexto internacional, sin nuevos derrumbes en los mercados de referencia, no alcanzaba tampoco para influir en la tendencia.
Sin embargo, el miércoles la Argentina presentó ante la Securities and Exchange Comission (SEC) de los Estados Unidos el detalle de su oferta de canje por nuevos bonos de los papeles en moneda extranjera y regidos por tribunales del exterior.
“Según los documentos presentados, las características legales de la oferta muestran ser muy agresivas para los acreedores y podrían ser un punto de negociación no esperado para el mercado, que buscaba acordar exclusivamente los aspectos económicos”, analizó un reporte de Research for Traders.
“Entre los puntos más destacados de la propuesta se encuentran la ausencia de cláusulas Cross Default entre los nuevos bonos y el resto de la deuda soberana argentina, la presencia de una cláusula que permite al Gobierno (a su discreción), excluir del canje ciertos títulos y, finalmente, la inclusión de la conocida Cláusula RUFO pero aplicada de manera escalonada y no uniforme”, agregó el reporte.
Las cláusulas RUFO impiden al Gobierno ofrecer a bonistas que se nieguen a entrar al canje condiciones más favorables que las de aquellos que sí acepten la propuesta.
Seguí leyendo: