Las negociaciones que hasta la semana pasada mantenían sindicatos y empresarios para acordar un esquema de suspensiones en los sectores que no están trabajando producto de la cuarentena se frenaron. Al menos por ahora.
La confirmación de que el Estado se hará cargo de un porcentaje mayor de los sueldos de los trabajadores del sector privado -decreto 376- motivó a los sindicatos a ralentizar esos acuerdos en marcha para intentar cobrar el mayor porcentaje de sueldo posible. Si los acuerdos apuntaban a descuentos salariales de entre 60 y 70%, ahora la CGT pelea porque los trabajadores cobren el 100%, ya que el Estado se hará cargo del 50% del sueldo neto de febrero, con un tope de dos sueldos mínimos equivalentes a 33.750 pesos.
Fue, de hecho, el eje de discusión en la videoconferencia que mantuvieron el martes los representantes de la UIA, la CGT y el Gobierno. Ante el planteo de los sindicalistas de querer cobrar la totalidad del sueldo, el abogado de la central fabril, Daniel Funes de Rioja, respondió que no puede cobrar lo mismo la persona que está en su casa sin trabajar que aquella que sí lo está haciendo. Finalmente, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, los invitó a analizar, por sector, cuál podría ser el piso que podrían cobrar, entre el 50% que proponen algunos sectores empresarios, y el 100% que pretenden los gremios.
Esta negociación es la que todavía sigue en curso, con fuerte preocupación de las empresas porque, por otro lado, tampoco saben cuántas serán las que accedan finalmente al beneficio estatal, y cuándo podrán hacerlo. El tiempo corre, se acerca fin de mes y las firmas deben pagar los sueldos. Podrían hacer un pago a cuenta, como ocurrió con algunos sectores durante la primera quincena, a la espera de concretar el acuerdo de suspensión. Es el caso, por ejemplo, del sector autopartista y la UOM, cuya negociación ahora quedó en stand by.
El nuevo encuentro virtual tripartito estaba previsto para hoy, pero finalmente se postergaría a la semana próxima, dijeron fuentes sindicales y empresarias. Mientras tanto, las partes siguen realizando sus gestiones propias ante el Gobierno, que si bien reconoce que se frenaron las presentaciones de acuerdos en el marco del artículo 223 bis de la Ley de Contratos de Trabajo -el que permite las suspensiones-, no descarta que, una vez concertado el acuerdo tripartito, en las próximas semanas aparezca un aluvión de pedidos. Hasta ahora, recibieron 120 presentaciones, dijo la fuente oficial.
Antes de que se decidiera elevar la ayuda para el pago de salarios, algunos sectores habían acordado suspensiones y rebaja de sueldos -son sumas no remunerativas-, con homologación de Trabajo, por lo que esas firmas ya están pagando menos salarios. Si a eso se le suma el aporte estatal, la compañía estará aportando un porcentaje bajo del sueldo.
A modo de ejemplo, en un sueldo de bolsillo de $40.000, si el acuerdo fue pagar el 70% del salario, hoy la empresa está abonando $28.000. Pero si el Estado paga $20.000 (el 50%), la firma sólo debe aportar 8.000 pesos. En el caso del sector comercio por ejemplo, iba a suceder algo similar, si prosperaba el acuerdo que las cámaras estaban negociando con el sindicato que dirige Armando Cavalieri.
El consenso era que si la empresa era chica, el descuento de sueldo era del 50%; si era mediana, del 40%; y si tenía entre 61 y 100 trabajadores, del 30%. Pero el sueldo promedio en mano de febrero alcanzaba los $32.000, por lo que si la firma era pequeña y pagaba sólo la mitad ($18.000), el Estado luego se haría cargo del piso de ayuda, que es un salario mínimo, es decir, $16.875, y la empresa, por lo tanto, iba a tener que abonar menos de 2.000 pesos. Hasta en la Cámara Argentina de Comercio (CAC) reconocieron que debería rediscutirse el acuerdo a partir de la mayor ayuda estatal para que el aporte sea más equitativo.
“Hay actividades donde el daño es mayor y es probable que estén negociando suspensiones con alguna disminución de salario; esto es probable en una situación de crisis, pero no se podrá hacer sin participación de los sindicatos y del Estado”, enfatizó hoy Moroni en declaraciones radiales. Agregó que “no ha habido acuerdos globales" y, sobre la situación del sector Comercio, dijo desconocerla porque "no hubo nada presentado. Pero 50% parece una rebaja demasiado importante”.
Desde la UIA, en tanto, se mostraron preocupados por la situación e insisten en que no puede cobrar lo mismo “el que está en la casa que el que no está porque nadie va a querer ir a trabajar", dijo un directivo. “Las decisiones tienen que aparecer rápido. Los que no trabajan deben cobrar una asignación no remunerativa. El punto es hasta dónde se puede llegar sumando los beneficios”, agregó otro miembro de la central, quien también planteó la necesidad de que “se hagan operativos los beneficios del Estado”, ya que “los requisitos que fijó el Gobierno para acceder los vuelve inaplicables”.
Intimaciones a autopartistas en Córdoba
Mientras las partes siguen negociando para alcanzar un acuerdo, crece la tensión en la industria autopartista. Fuentes de la Asociación de Fábricas de Autocomponentes (AFAC) afirmaron a Infobae que varias firmas de Córdoba empezaron a recibir intimaciones por parte del Ministerio de Trabajo provincial para que paguen el 100% de los salarios, ya que no hay acuerdo con el sindicato por el 223 bis.
“En Córdoba, la delegación de UOM denunció a las empresas y el ministerio citó a una audiencia a las empresas y las intimó para que en 48 horas paguen el 100% de los salarios, sin saber siquiera si van a acceder a la ayuda estatal”, se quejó la fuente de la cámara. “No pueden pagar, están con las fábricas paradas. Pedimos la intervención del gobierno nacional urgente”, enfatizaron desde AFAC.
En el Gobierno entienden que se puede complementar el esquema de suspensiones con el auxilio que brinda el Estado para el pago de los salarios. Incluso, aseguran que aún en los casos donde el acuerdo estaba firmado y homologado, podría retrotraerse ante un pedido de las partes y reformularse. Por eso, en la cartera laboral esperan que, más allá de estos días en que se frenaron las presentaciones, en las próximas semanas haya un “aluvión” de expedientes de empresas que acuerdan suspensiones, pero ahora impulsados por cámaras empresariales o por la actividad.
Hasta ahora, ninguno de los sindicatos más importantes que aceptaron las suspensiones con el pago parcial de los salarios ha promovido el desistimiento de los acuerdos. Pero es una posibilidad que barajan en la actividad automotriz, donde el gremio Smata firmó suspensiones con las terminales y las autopartistas, y se aprestaba a hacerlo con las concesionarias. Por otro lado, algunos sectores, como el petrolero, avanzarán hoy con la firma de un acuerdo de suspensiones para cobrar entre el 40% y el 50% del sueldo.
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