Finalmente el Gobierno oficializó por decreto la oferta presentada el viernes pasado a sus acreedores privados con deuda emitida bajo ley extranjera. La misma contempla una quita de 62% sobre los intereses y de 5,4% sobre el capital, para comenzar a pagar en 2023.
Argentina plantea un canje de USD 66.238 millones en bonos y la quita implicaría una rebaja de USD 37.900 millones en intereses y USD 3.600 millones del capital.
A través del Decreto 391/2020, publicado este miércoles en el Boletín Oficial, se estableció que el monto máximo de emisión para el conjunto de las series denominadas en dólares no podrá ser superior a USD 44.500 millones. Mientras que el monto máximo de emisión para el conjunto de las series denominadas en Euros no podrá ser superior al valor nominal de € 17.600 millones.
Asimismo, el Ministro de Economía podrá realizar las modificaciones que fuesen necesarias en el modelo del Suplemento de Prospecto (“Prospectus Supplement”), en la medida que las mismas no alteren la lista de Títulos Públicos detallados ni los términos y condiciones financieras y, de ser aplicable, las cantidades totales de los títulos a emitirse para dar efecto a la operación de reestructuración planteada. Tampoco deberán alterar los ratios de canje propuestos.
En otro orden, el Gobierno dispondrá que el gasto que demande el cumplimiento de lo dispuesto en la medida sea imputado a las partidas presupuestarias correspondientes al servicio de la deuda pública.
Cabe recordar que el Gobierno anunció el viernes pasado la oferta a los inversores de deuda pública que ingresen al canje de cerca de 66.000 millones de dólares diez nuevos bonos, con vencimientos hasta 2047, que serán intercambiados por los 21 títulos argentinos en circulación elegidos para la operación.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, adelantó que el Gobierno “no podrá hacer frente a los pagos de deuda de los próximos días
De esta forma, el gobierno busca con el canje postergar vencimientos el mayor tiempo posible, ofreciendo dos bonos con tasas escalonadas que culminan en 2030 (euros y dólares), otros dos en 2036 (euros y dólares); dos bonos que caducan en 2039 (dólares y euros); dos bonos en 2043 (dólares y euros); y los últimos dos bonos en 2047 (dólares y euros).
La propuesta contempla a los grupos de tenedores de bonos que tengan títulos emitidos bajo el contrato legal de 2005 y los tenedores de los bonos que hayan sido emitidos a partir de 2016.
Ambos tienen distintas cláusulas de acción colectiva, como por ejemplo, la definición de los umbrales de mayorías para poder dar por exitosa la operación y realizar en canje “de buena fe”, en condiciones de mercado.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, adelantó que el Gobierno “no podrá hacer frente a los pagos de deuda de los próximos días. Para hoy están programados vencimientos de intereses de tres bonos regidos por ley extranjera, aquellos que están siendo negociados dentro de la oferta de reestructuración lanzada la semana pasada.
En caso de no pagar, el Tesoro tiene un plazo de gracia de 30 días para girar el dinero antes de caer en default. Ese proceso se da a la par del plazo de “alrededor de 20 días” que dio Guzmán a los acreedores para decidir sobre la oferta para reestructurar la deuda.
Los acreedores todavía esperan a que la comisión de valores de Estados Unidos (SEC) apruebe la oferta argentina para que comience el canje y creen que el proceso se demorará más que lo previsto por el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Fuentes oficiales indicaron a Infobae que resta la aprobación del prospecto -podrían pasar días o semanas- con la oferta cuyos lineamientos ya trascendieron.
Recién allí los bonistas conocerán la propuesta formal y podrán evaluar si la aceptan o no, más allá del rechazo preliminar que ya manifestaron en forma unánime los tres comités de acreedores en las últimas horas al considerar que el Gobierno no negoció “de buena fe”.
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