Los bonos y el dólar siguen siendo el centro de la atención del mercado. Ambos subieron por las mismas razones.
Los inversores van tras los bonos porque sobran pesos y existe un pseudo corralito que impide que la gente no bancarizada se apropie de esos billetes. De hecho, uno de los bancos grandes solo da efectivo en caja si la suma excede $ 500 mil, caso contrario le dice al cliente que debe retirarlos del cajero automático. Si por caso, el cliente quiere $ 450 mil en efectivo, no se los dan en ventanilla y deberá ir durante varios días al cajero a hacerse de esa cifra. Ni hablar si quiere retirar dólares. El poder de entrega de los cajeros es mínimo y retirarlos en la ventanilla es una hazaña porque los bancos aducen que no tiene efectivo y que debe avisar con anticipación para hacerse de las divisas, lo que implica repetir el arduo trámite de sacar un nuevo número para ser atendido en la sucursal.
Los que están bancarizados y mueven dinero desde su home banking son los grandes compradores de bonos y acciones. Ellos calculan su paridad en dólares. Como el resultado es que, aún con la actual oferta del Gobierno, ganan, si se llega a un acuerdo y mejora la propuesta, el margen de rentabilidad será más alto. Por eso, no dudan y compran, aunque saben que hay riesgos en la operación.
Algunos de los clientes son del exterior y son los más interesados en que salga bien la negociación porque tienen bonos argentinos en su cartera desde hace tiempo. Son parte interesada en la compra.
Y en este juego de especulaciones, donde los dólares que no controla el Estado suben por encima de $100, las paridades en dólares queden atrasadas cada día y alientan la compra de nuevos bonos.
Por eso, entre los títulos de la deuda defaulteada, la que tiene legislación argentina, hubo subas. El Bonar 2020, que debió haber pagado intereses el 8 de abril pasado y al no hacerlo causó el default del resto de los títulos en dólares con legislación argentina, aumentó 7,48% en pesos y 2,43% en dólares. Este bono que llegó a tener una paridad de 31%, en los días previos al pago del cupón cuando se ignoraba que iba a caer en default, ahora tiene una paridad de 29,50%. En una semana aumento USD 5.
Entre los bonos largos con ley extranjera, que son los que se toman en cuenta para evaluar el riesgo país, el Discount tuvo una caída de 1,09% que fue compensado por el alza de 10% del Par. Este mix hizo que el riesgo bajara 0,8% (27 unidades) a 3.460 puntos. Cabe destacar, que el Discount tiene una mayor ponderación que el Par al calcular el índice y que el Bono del Tesoro de los Estados Unidos continuó en alza. De allí, que el indicador que confecciona J P Morgan, tuviera un retroceso mezquino.
Los dólares libres tuvieron distintos comportamientos. El marginal se mantuvo en $ 103 pero el contado con liquidación subió $ 2,73 (+2,60%) a $ 105,27 y el dólar Bolsa, $ 4,39 (+4,39%) a $ 104,23.
Pero en el mundo, nadie miraba esta realidad ni la de las Bolsas. Sucedió un hecho inédito que afectó solo al petróleo de Estados Unidos. El WTI llegó a cotizar a – USD 3,50. Esto es algo parecido a que alguien que vaya a comprar petróleo, en vez de cobrarle le paguen esa cantidad por barril que se lleva. Pero esta es la ficción que provocan los mercados a futuro porque ese precio se marcó porque cerraron los futuros de fines de mayo. Es decir, ese precio negativo corresponde a fin del mes que viene. El mercado estaba comprador y como en Estados Unidos la capacidad de almacenamiento estaba colmada por la falta de demanda, los inversores cerraron posiciones por temor a que les entreguen el petróleo.
Si se analizan los fines de mes que siguen a mayo se verá que el petróleo cotiza a USD 21,32 a fin de junio y seguía en alza acelerada. A las 21 horas del miércoles, después del cierre de Wall Street, el crudo acumulaba aumentos de casi 5%.
Esta situación explica porque su precio fue tan distinto del petróleo Brent de Europa, que es el de referencia de la Argentina, que cerró a 7% abajo a USD 25,48 por barril. El precio a fin de junio para este petróleo está a 26,48 (+0,89%).
La Bolsa acusó el impacto del crudo europeo por eso YPF perdió 1,16% y fue uno de los pocos papeles que tuvo retrocesos, en un día donde el S&P Merval, el indicador de las líderes, aumentó 2,18% con negocios por $ 618 millones.
Los más beneficiados fueron los bancos. Grupo Financiero Valores (+8,61%), Supervielle (+6,91%) y Macro (+4,81%) fueron los más beneficiados.
En Wall Street, los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones- no lo pasaron bien. Las pérdidas superaron ampliamente a las ganancias. Entre los pocos ganadores se destacó Corporación América (+12,43%) uno de los papeles que se utilizó para hacer operaciones de contado con liquidación.
Para hoy habrá que ver como se mantiene este andamiaje donde el dólar y los bonos se retroalimentan en la suba. Lo que sucede en la Argentina no pasa en el exterior, donde los mercados tuvieron un pésimo día.
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