El fondo más grande del mundo tampoco aceptó la oferta Argentina y dice que se carga un peso excesivo sobre los acreedores

Un grupo de bonistas encabezado por Blackrock rechazó los términos de la propuesta de reestructuración de la deuda. Es el tercero de los tres grandes conjuntos organizados de acreedores. Llaman a seguir negociando

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Imagen de archivo de un letrero de BlackRock Inc en un edificio en Nueva York, Estados Unidos. 16 de julio, 2018. REUTERS/Lucas Jackson/Archivo
Imagen de archivo de un letrero de BlackRock Inc en un edificio en Nueva York, Estados Unidos. 16 de julio, 2018. REUTERS/Lucas Jackson/Archivo

Un grupo de bonistas encabezado por Blackrock, el fondo más grande del mundo, rechazó la propuesta para la reestructuración de deuda argentina presentada la semana pasada y dijo el Gobierno busca cargar “una parte desproporcionada de los esfuerzos de ajuste a largo plazo de la Argentina sobre los hombros de los tenedores de bonos internacionales”. Ya otros dos grupos de tenedores de deuda argentina se habían expresado en contra de los términos de la oferta.

Un grupo de importantes administradores de activos que son acreedores de Argentina rechazaron la propuesta del ministro de Economía, Martín Guzmán, de revisar USD 66.000 millones de dólares de deuda regida por tribunales extranjeros, diciendo que infligió una injusta cantidad de daño a los tenedores de bonos internacionales.

Buscan colocar una parte desproporcionada de los esfuerzos de ajuste a largo plazo de la Argentina sobre los hombros de los tenedores de bonos internacionales

Un grupo de acreedores, formado por algunos de los mayores gestores de activos del mundo, dijo en un comunicado que entendía las diversas conmociones económicas y políticas a las que se enfrentaba el país.

Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos del grupo y de otras partes interesadas, las propuestas contenidas en el comunicado de prensa recientemente publicado no son las que el grupo puede apoyar o apoyará”, decía la declaración.

“El grupo cree que todas las partes interesadas en Argentina tendrán que contribuir a una solución que ponga a Argentina en el camino hacia el crecimiento sostenible y la estabilidad financiera”, detalló el comunicado de prensa.

Las propuestas del país “buscan colocar una parte desproporcionada de los esfuerzos de ajuste a largo plazo de la Argentina sobre los hombros de los tenedores de bonos internacionales”, dice la declaración.

Además de Blackrock, el grupo Ad-hoc está formado por Alliance Bernstein, Amundi Asset Management, Ashmore, BlackRock Financial Management, BlueBay Asset Management, Fidelity Management & Research Co. y T. Rowe Price Associates
Además de Blackrock, el grupo Ad-hoc está formado por Alliance Bernstein, Amundi Asset Management, Ashmore, BlackRock Financial Management, BlueBay Asset Management, Fidelity Management & Research Co. y T. Rowe Price Associates

Los miembros del grupo incluyen a algunos de los fondos que ocupan los principales puestos en el ranking de más grandes en cuanto a la cantidad de activos que manejan. Entre ellos, se cuenta a Alliance Bernstein, Amundi Asset Management, Ashmore, BlackRock Financial Management, BlueBay Asset Management, Fidelity Management & Research Co. y T. Rowe Price Associates. Su asesor jurídico es la firma White & Case.

Juntos, sus miembros aseguran tener más del 25% de los bonos argentinos emitidos luego de 2016 y más del 15% de los llamados bonos del canje, emitidos en la última reestructuración de la deuda argentina, concretada en los años 2005 y 2010.

A principios del lunes, otros dos grupos de acreedores -el “Comité de Acreedores de Argentina (ACC)”, que incluye a la especialista en mercados emergentes Greylock Capital, y el “Grupo de Titulares de Bonos de Canje”, liderados por Monarch- también dijeron que no iban a aceptar la propuesta.

Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos del grupo y de otras partes interesadas, las propuestas contenidas en el comunicado de prensa recientemente publicado no son las que el grupo puede apoyar o apoyará

La propuesta del gobierno contempla una suspensión de los pagos durante tres años, un recorte de los cupones del 62%, equivalente a una reducción de USD 37.900 millones, y una reducción del 5,4% del capital, que ascendería a unos USD 3.600 millones. Los tenedores de bonos tendrán alrededor de 20 días para tomar una decisión sobre la oferta antes de que se cierre el trato.

El Grupo está preparado para continuar el proceso de negociación en un esfuerzo por acordar mutuamente un camino hacia el futuro. En conjunto con las autoridades argentinas, el FMI y otros acreedores del sector privado y público del país, el Grupo confía en que se puede lograr una solución constructiva y pragmática a los desafíos actuales de la deuda argentina, que también se adhiera a las mejores prácticas internacionales para la reestructuración de deuda soberana”, concluyó el comunicado.

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