La última semana el Banco Central tomó nota de la abrupta caída de los depósitos a plazo fijo y del traspaso de estos fondos a caja de ahorro. Éste es el paso previo a una eventual dolarización, como se observó en el rampante ascenso de las cotizaciones alternativas del dólar, aquellas que no quedan alcanzadas por el control de cambios en el mercado oficial, ya en el rango récord de los 100 pesos.
Este movimiento no es casual: obedece a la abrupta caída de las tasas para ahorristas, ya debajo del 20% anual y menos que la mitad de la inflación esperada para los próximos doce meses, y también a la híper liquidez imperante en en la plaza financiera, por la inyección de pesos encarada por el Banco Central, para que el Estado nacional pueda cubrir todos los flancos de la asistencia social y económica para la población y rubros productivos, en el marco de la emergencia por el coronavirus COVID-19.
En ese sentido, el BCRA dispuso que los plazos fijos menores a $1 millón remunerarán a los ahorristas con una tasa de interés mayor, equivalente al 70% de la tasa de Leliq que el Central les paga a los bancos, hoy en el 38% anual.
Al 13 de abril, las tasas de interés por depósitos a 30 días de plazo en entidades financieras promediaba el 18,66% anual. Esta tasa mínima estipulada para el ahorro a plazo en el sistema bancario será ahora del 26,6% anual, unos ocho puntos extra da la que venían ofreciendo las entidades financieras.
Esta medida se considera oportuna desde el punto de vista de los inversores, por cuanto ese rendimiento frente a una tasa de inflación que se mantiene en el rango de 50% al año, podría llegar a derivarse al circuito del dólares a través de las operaciones bursátiles o directamente del mercado informal.
Con tasas de interés cercanas al 20% anual para los plazos fijos a 30 días, estas colocaciones se desplomaron 9,8% en términos nominales en el último mes o $145.412 millones, desde el récord de $1.486.552 millones ($1,49 billón) del 16 de marzo pasado, a los $1.341.140 millones el 13 de abril, el monto más bajo en tres meses.
Además, el Banco Central implementó a partir de este viernes una serie de medidas para reducir las operaciones de contado con liquidación y MEP, muchas apalancadas en el financiamiento con costo mínimo que permitían las tasas de caución, en torno a 10% y negativas en términos reales, en un escenario de sobreabundancia de liquidez por la expansión monetaria récord.
La entidad que preside Miguel Pesce estableció que los bancos no podrán operar en cauciones y los grandes exportadores deben elegir si se financian con cauciones o con créditos, un segmento del mercado que la autoridad monetaria quiere incentivar, a través del desarme del stock de Letras de Liquidez (Leliq) y Pases pasivos en tenencia de los bancos.
Los analistas del Grupo SBS precisaron: “con las nuevas medidas del BCRA las entidades financieras no podrán participar en el mercado de cauciones, las empresas exportadoras tendrán un límite de $1.500 millones para operar pases y cauciones, y los plazos fijos a 30 días por montos inferiores a $1 millón tendrán una tasa mínima equivalente al 70% de la tasa de Leliq”.
Nicolás Chiesa, director de Portfolio Personal Inversiones, apuntó: “el contado con liquidación estuvo operando alrededor de los $110 por dólar y mi sensación es que lo que pasa con la divisa es un mix de varias cosas. Por un lado, emisión monetaria gigantesca; y por otro lado, por el pseudo corralito del que se estuvo hablando, porque la gente no podía ir al banco -al menos, como lo hacía habitualmente- a retirar su dinero. De resolverse esta situación, entendemos habría algo más de calma”.
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