El aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el Gobierno hasta el 26 de abril para disminuir las consecuencias sanitarias que conlleva la pandemia de la COVID-19 genera un golpe casi letal para cientos de pymes y emprendedores en todo el país. Con facturación casi cero en muchos casos, escaso financiamiento y serias dificultades para poder hacerle frente al pago de salarios y servicios, las pequeñas empresas se aferraron a las medidas que tomaron el Gobierno nacional y de provincias en los últimos días como el otorgamiento de los créditos con tasas del 24% que ofrecen los bancos, como así también a los programas para postergar pagos de impuestos y cargas sociales y servicios públicos.
Otro de los recursos que desarrollaron las pymes y los pequeños emprendedores están vinculados a la adaptación al trabajo remoto que, en todos los casos, requiere adaptar la infraestructura y dotar a los hogares de las herramientas pertinentes vinculadas a la tecnología, como computadoras, conexión a internet y software.
“Algunos de los problemas que están atravesando a raíz de esta pandemia y la cuarentena obligatoria se dan en torno a una profundización de la caída de las ventas sobre todo en actividades comerciales presenciales, la dificultad para llegar a sus negocios los que no están exceptuados, el acceso a sus lugares de abastecimiento de materias primas suponiendo que estos puedan estar abiertos”, afirma a Infobae el emprendedor y licenciado en administración de Empresas, Julián Amoedo.
Según el profesional, todo desemboca en la situación de tener que replantearse cómo hacer frente a los costos fijos. “A muchos emprendedores se le plantea el desafío que es el de tener que adaptarse a los nuevos medios de comunicaciones digitales donde en muchos casos era algo totalmente desconocido. En esta época pasa a convertirse en un elemento fundamental para la supervivencia de su negocio”, destaca.
“La mayoría de los emprendedores y las pequeñas empresas recurren al método de prueba y error implementando distintas decisiones sobre cómo trabajar sobre el stock de productos que les haya quedado sin vender, buscar proveedores alternativos y con medios de entrega puerta a puerta, aunque eso les cueste el encarecimiento de la mercadería reduciendo sus márgenes de ganancia”, explica Amoedo.
Asimismo, agrega el experto: "algunas empresas optaron por generar productos alternativos o complementarios a sus servicios que venían comercializando, de acuerdo a los proveedores que podían tener acceso.
“Dado el contexto actual tienen que adaptar sus modelos de negocios a las nuevas tecnologías para evitar seguir perdiendo ventas y en el peor de los casos extinguirse. Muchos de ellos se están manejando por las redes sociales como Facebook, Instagram y Pinterest. Otros a través de Skype o Zoom, en el caso de las clases particulares y los más osados, además del Whatsapp tradicional usan el Whatsapp Bussines para mostrar la oferta de productos y servicios y toma de pedidos.
La mayoría de los emprendedores y las pequeñas empresas recurren al método de prueba y error implementando distintas decisiones como trabajar sobre el stock de mayores existencias que les haya quedado, buscar proveedores alternativos y con medios de entrega puerta a puerta
“Lo que veníamos haciendo de manera presencial ahora hay que adaptarlo a lo virtual, al comercio electrónico transformando lo que hasta ahora veníamos haciendo de manera tradicional como la exhibición en una vidriera a una nueva pero dentro de internet, reestructurando nuestros procesos productivos trasladándolos a nuestras casas, en mucho de los casos, o cambiando la atención en mostrador por el asesoramiento online”, remarca.
En ese sentido, Amoedo afirma que la situación actual exige a las pymes mejorar las alianzas con los socios comerciales, como lo son los proveedores, buscando medios de comunicación y de entrega alternativos para evitar romper la cadena de pagos. “Es necesario mantener una comunicación fluida con ellos o con las cámaras de actividades para compartir conocimientos y experiencias acerca de cómo están afrontando esta situación y poder salir juntos adelante o evitar un desastre mayor”, asegura.
Algunos ejemplos
Un emprendedor que abrió recientemente una rotisería donde la gente llegaba para hacer y retirar su pedido ahora puso un cartel bien grande con su número de Whatsapp para que la gente lo agende y reciba todas las mañanas el menú del día y puedan coordinar un horario para retirar su compra o recibirlo en domicilio.
Otro emprendedor con un negocio de indumentaria en el barrio de Balvanera se le creó una FanPage en Facebook para que pueda exhibir su ropa para clientes y revendedores. Todos los días se suben las imágenes que poseen un código identificatorio el cual sirve también para administrar el stock y reservar el producto para ser entregado cuando se pueda hacer envíos masivos o se abra el local nuevamente para pasar a retirar.
Qué dicen las Asociaciones de emprendedores
Daniel Tricarico, director ejecutivo de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA) dijo a Infobae: “la situación es crítica para muchas pymes y emprendedores que están acostumbrados a una economía del día a día y no cuentan con reservas monetarias. Por supuesto, que esta situación requiere el desarrollo de un plan de apoyo público como la línea de créditos a una tasa fija del 24% anual para que las pymes puedan pagar los sueldos de sus trabajadores”.
En ese contexto, añadió que si bien se entregarán créditos y aportes no reembolsables (ANR) a las pymes y emprendedores que puedan producir equipamiento, insumos médicos y desarrollo tecnológico para ayudar en esta crisis sanitaria, se trata de “herramientas a corto plazo, pero que no contemplan todos los rubros”.
La línea de crédito a tasa del 24% anual es una herramientas a corto plazo, pero que no contemplan todos los rubros (Daniel Tricarico)
Cabe recordar que el conjunto de entidades del sistema financiero argentino ya tiene créditos aprobados, y en proceso de hacerlo, por más de $120.000 millones, con la línea especial a una tasa de interés anual máxima del 24% anual que lanzó el Banco Central para las mipymes.
Además el Fondo de Garantías Argentino (Fogar) llegó a $91.920 millones, que funcionan como avales para que las entidades financieras dispongan de nuevos créditos.
Alejandro Ramírez, abogado e integrante del equipo de Políticas Públicas de ASEA aseguró: "es un momento de mucho cambio social y económico como nunca habían vivido las empresas en los últimos cien años, por lo que es importante la capacidad de adaptación e innovación. En cuanto a cambios en políticas públicas es una situación sumamente compleja porque hoy estamos analizando todo con leyes pensadas para otro contexto. En el mundo están flexibilizando las normas concursales y de los APE (acuerdo preventivo extrajudicial) para que las partes renegocien sus deudas. También se deberían simplificar muchos de los requisitos de esos trámites”.
Y agregó que en cuanto a lo societario, “habría que impulsar más la digitalización de los trámites, ya sea de inscripción o lo que transcurren en la vida de las sociedades (asambleas, libros digitales, trámites ante registro público, certificación de firma bancaria). Esperemos reviertan lo que hicieron con la suspensión de las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS)".
Asimismo, destacó Ramírez: "también el Estado debe considerar el tema tributario. Es evidente que la capacidad contributiva de las empresas cayó. Y muchas están entre la disyuntiva de pagar sueldos o impuestos. Y la elección es siempre por las primeras. Lo que se ve en el mundo es que la COVID-19, además de matar personas humanas, está matando personas Jurídicas”.
Alejandra Vivas, directora ejecutiva de la ONG Emprendedores Argentinos (Emprear) sostuvo que “esta situación extraordinaria indefectiblemente traerá cambios estructurales en las prácticas socioculturales y por ende las prácticas en el trabajo”.
“Hoy los estados y organizaciones están pensando y desarrollando instrumentos que den apoyo a este sector. La caída fuerte en la demanda, el grave riesgo en la capacidad de sostener los empleos, la incapacidad de adquirir insumos importados, son varias de las situaciones que las aquejan”, dijo a Infobae.
En ese sentido, remarcó que un gran número de empresas no se encuentran preparadas para transformar sus procesos productivos y administrativos en nuevos esquemas digitales y remotos que suponen esta nueva realidad.
Un gran número de empresas no se encuentran preparadas para transformar sus procesos productivos y administrativos en nuevos esquemas digitales y remotos que suponen esta nueva realidad (Alejandro Vivas)
“Las empresas puede tomar dos caminos, considerar solo la urgencia y quedarse esperando que todo pase a ver si sobrevive, o entender que el mundo va a cambiar entonces tratar, a partir de esto de a pensar una nueva estrategia”, destacó.
Algunas claves
- Mantenerse informado constantemente de los paquetes de ayuda, líneas de financiamiento, beneficios impositivos, programas de apoyo.
-Vincularse con la comunidad, las empresas se encuentran insertas en ecosistemas productivos, como cámaras, gobierno, organizaciones de apoyo, organizaciones sindicales, empresas del mismo sector, la cadena de valor. En estos momentos es cuando menos tienen que encerrarse, son muy importantes estos espacios de encuentro, de trabajo conjunto, estrategias de venta, de compra conjuntas, identificar qué acciones están llevando adelante las cámaras del sector al que pertenezcan.
- Empezar a pensar en innovación, pero sin que asuste el concepto, sino que tiene que ver cómo re pienso el negocio a partir de una nueva realidad inesperada, cargada de incertidumbre. Cómo indago en nuevas tecnologías que permitan que empleados trabajen desde su casa, plataformas de venta, de logística.
En tano, desde la Usina de Emprendedores de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) y la Universidad Caece, consultadas por Infobae hicieron una serie de recomendaciones adicionales:
- Preguntarse cómo funciona el proyecto durante la crisis, qué ingresos necesita, si tienen que cambiar algo del negocio ya que el problema puede que no sea de ingresos sino de operación.
- Evaluar escenarios: pensar cómo va a ser la situación luego de la crisis, qué va a cambiar. Plantear supuestos y tomar una posición, intentando mantener opciones abiertas por si se da otro escenario.
- Atención a los números: si no lo mido, no sé qué está pasando. Se puede decidir sin datos, pero hay muchos detalles que se me escapan. Puedo decidir mejor con certezas.
Aleksan Buyuk Kurt, jefe de Trabajos Prácticos de Desarrollo de Nuevos Negocios en Universidad Torcuato Di Tella y consultor en innovación aseguró que la situación actual no distingue entre empresas privadas, empresas públicas, y mucho menos, excluye a los emprendedores. “Hoy no es momento de grandes logros. Todos sabemos que se vienen momentos de gran contracción económica a nivel global, y eso hace que la atención esté puesta en resolver, de la manera que se pueda, el futuro que se avecina”, sostuvo en diálogo con Infobae.
En ese sentido, ofreció cuatro ejes a tener en cuenta por los emprendedores:
1) Redefinir las expectativas: Los emprendedores tienden a querer ser el centro de la atención, arman grandes presentaciones con productos llenos de funcionalidades para generar equipo, conquistar socios, y atraer inversores. Hoy conviene mostrar mesura desde lo discursivo, y tener en cuenta que la mayoría de las personas tenderán a no correr riesgos.
2) Manejar la ansiedad: Para muchos que estaban próximos a cerrar una ronda de inversión es importante manejar la ansiedad. Siempre se aconseja que si se va a invertir en el mundo de los strartups, que sea con fondos que no se necesitan para vivir. Hoy la gran mayoría de la población no tiene mucha certeza del uso de su dinero, pero sí sabe que muy probablemente le hará falta.
3) Ser más colaborativo de lo que se dice ser: Por necesidad, los emprendedores tienden a ser colaborativos ya que muchas veces el bien escaso obliga al intercambio de conocimiento. Por otro lado, para llegar a destino necesariamente hace falta del esfuerzo de varios. Ese comportamiento es la regla, y no la excepción.
4) Estar listos para lo peor. El valor económico de los startups está dado por una proyección de sus ventas y de sus costos. Este cálculo arroja un valor de una ganancia esperada y le da valor patrimonial al proyecto para ir en busca de la inversión. Es habitual un cierto grado de optimismo a la hora de plantear un escenario futuro en condiciones normales, pero hoy los datos macroeconómicos y las proyecciones son bastantes pesimistas y eso hará indefectiblemente bajar la valuación de los proyectos. Estar preparados para ese escenario es anticiparse a un mal trago, y situaciones incómodas frente a posibles inversores.
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