El Directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) resolvió fijar una tasa mínima para los depósitos a plazos fijos menores a $1 millón de pesos realizados por personas físicas. La tasa que paguen los bancos en esas inversiones no podrá ser menor al 70% de la tasa de política monetaria. Dado que esa tasa hoy se ubica en el 38%, la tasa para los plazos fijos no podrá ser menor al 26,6%.
Por tal motivo, todos los bancos deberán elevar sus rendimientos para los ahorristas a partir del lunes 20, en que entra en vigencia la medida. Según la información que publica el BCRA en su web, el Banco Nación estaba pagando 21%, el Provincia de Buenos Aires, el BBVA y el Ciudad 20% y otros bancos de primera línea ofrecían tasas aún menores. Tanto es así que el BCRA, en su informe diario, registró hoy una tasa promedio de para plazos fijos minoristas de 18,48%. Paradójicamente, el nivel de la tasa Badlar para entidades privadas, que remunera plazos fijos de 1$ millón, se ubicó levemente por debajo: 18,25%.
La Comunicación A6980, que impuso el nuevo piso de las tasas estipuló además que la tasa mínima será de aplicación en la medida que “el total de depósitos a plazo fijo por persona humana en la entidad financiera no supere, a la fecha de constitución de cada depósito,” el límite de $1 millón. “Cuando se trate de imposiciones a plazo fijo constituidas a nombre de dos o más personas humanas, el monto del depósito se distribuirá proporcionalmente entre sus titulares”, aclara la norma.
Según datos oficiales, en los últimos 30 días los depósitos a plazo fijo en pesos del sector privado habían registrado una fuerte caída, superior al 9% en valores nominales, a la que debe sumarse una inflación superior al 3%. En el último mes, el stock cayó de $1,53 billón a $1,39 billón.
Las tasas de los plazos fijos no tenían regulación alguna desde diciembre de 2015, cuando se dispuso que los bancos las podían establecer sin restricciones.
Por otra parte, el BCRA tomó otras medidas destinadas a sostener el nivel de los depósitos, sobre el final de una semana en que las cotizaciones alternativas del dólar, como el “contado con liqui” o el dólar Bolsa, agrandaron la brecha en relación con el valor del dólar oficial.
El “contado con liqui” se ubicó en $103,42, y había llegado a tocar los $114 en el inicio de la semana. Asimismo, la jornada cambiaria registró también una suba del dólar blue que operó en torno a los $100. Esta última cotización, aseguran los operadores, es difícil de establecer por tratarse de un mercado informal que se ve afectado por las restricciones de la cuarentena y que se está operando con volúmenes reducidos.
Toda la tensión cambiaria, además, se produjo en el marco de un estricto control de cambios vigente desde septiembre del año pasado, por el cual los ahorristas solo tienen acceso a USD 200 por mes para atesoramiento, a lo que se añade un impuesto del 30%. Por otra parte, el mercado cambiario venía funcionando con la expectativa de la presentación de la oferta del gobierno argentino a los acreedores de la deuda pública, incógnita despejada en la tarde del jueves.
Junto con la sanción de una tasa mínima, el Central decidió aumentar de $1 millón a $1,5 millón la garantía para los plazos fijos, en el marco del Sistema de Seguro de Garantía de los Depósitos (Sedesa). La ampliación de la cobertura, que estaba ubicada en $1 millón desde marzo de 2019, se adecuará de esta forma a la inflación transcurrida en el período.
Por otro lado, se estableció que los bancos no podrán invertir en cauciones bursátiles, una operación que había hecho caer las tasas a niveles extremadamente bajos. Además, a los efectos de sostener el nivel de los rendimientos para los depositantes, el Banco Central comenzará a remunerar los pases pasivos para los bancos.
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