Una calificadora de riesgo de EEUU bajó la nota de la Argentina y considera inminente la posibilidad de default

Fitch dijo que aún en caso de ser aceptada, la propuesta implica un canje bajo presión, por lo que redujo el status de la deuda del país de CC a C. En su comunicado, la agencia dice que el país “inició otro proceso de default”

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El logo de Fitch en una de sus oficinas en Londres 
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El logo de Fitch en una de sus oficinas en Londres REUTERS

La calificadora de riesgo Fitch bajó la calificación crediticia de la Argentina, debido al anuncio del proceso de restructuración. “Fitch considera que un default de los próximos pagos de bonos puede ser inminente si un acuerdo con los bonistas no es alcanzado en las próximas semanas”, dice el comunicado de la agencia, que degradó el rating a todos los títulos incluidos en el proceso de restructuración.

En un comunicado, Fitch resumió la propuesta que el ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó ante gobernadores y autoridades nacionales y dijo que, en caso de ser aceptada, equivale a un “distressed debt exchange” (traducible como canje de deuda bajo presión o “angustia”) en la medida que implica una “reducción material” para los acreedores, destinada a evitar un “default tradicional”, por lo que redujo su calificación crediticia de CC a C.

Fitch, cuyas principales sedes están en Londres y Nueva York, es junto a Moody’s y Standard & Poor’s, una de las calificadoras de riesgo soberano y corporativo de mayor presencia mundial. En su escala, la C implica el segundo escalón más bajo de calificación de riesgo soberano.

Grado “especulativo”

Fitch considera “especulativos" todos los títulos que califica en el subgrupo "C". Dentro de ese subgrupo, hasta ahora calificaba a la Argentina con CC, esto es, títulos de “muy alto riesgo de riesgo crediticio". La reducción a C a secas es porque considera como “probable o cercano” un default de algún tipo. Por debajo dentro del mismo subgrupo queda solo la calificación RD (default restringido). Ya fuera de grado especulativo, en último lugar, queda la "D" de “default", que reserva para países que dejan de pagar sus deudas o empresas que entran en proceso de quiebra.

Dentro del subgrupo C, la nueva calificación de la Argentina la pone a la par o por debajo de países como Gambia, Gabón, Turkmenistán y Zambia y un escalón por sobre El Líbano que entró en la categoría de “Default Restringido” el 11 de enero pasado, al incumplir un repago de eurobonos por aproximadamente 1.200 millones de euros.

Sobre la propuesta argentina, Fitch explica que tres de los bonos elegibles para restructurar vencen el 22 de abril y tienen un plazo de gracia de 30 días. Si no se logra un acuerdo o “progreso significativo” en ese plazo, dice, “hay un alto riesgo de que esos pagos no se hagan”. Cita al respecto que tanto el gobierno como el FMI han señalado que la deuda del país es “insostenible" y que el ajuste fiscal necesario para reducirla a niveles que hagan manejable su financiamiento “no es económicamente ni políticamente factible, y aún menos en el contexto de colapso económico por la pandemia global de coronavirus”.

Pero aunque reconoce esa dificultad, señala que la propuesta argentina implica pérdidas “sustanciales” para los acreedores, que dificultarán lograr un acuerdo rápido o progreso significativo en esos plazos, lo que llevaría a una negociación más prolongada, durante la cual no se pagarían vencimientos.

Fitch mantiene a la Argentina en un rango medio en términos de estabilidad política, regla de la ley, calidad regulatoria y control de la corrupción, en función de los “Indicadores de Gobernanza del Banco Mundial”. Esos indicadores, dice Fitch, reflejan un historial reciente de transiciones políticas pacíficas pero acompañadas de altas dosis de incertidumbre e inestabilidad macroeconómica y una calidad institucional “moderada”.

Sobre la cuestión crediticia en sí, el comunicado recuerda que la Argentina “ha recientemente defaulteado en su deuda y lo ha hecho varias veces en el pasado, por períodos extensos de tiempo en algunos casos”. Por eso, concluye, “el rating C indica que comenzó otro proceso de default”.

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