Un importante banco de inversión consideró que la propuesta preliminar del Gobierno para los bonistas es “agresiva” y derivará en un bajo valor de los nuevos bonos.
En un informe difundido hoy, Credit Suisse sostuvo que, aunque faltan conocer muchos detalles de la oferta, “el rendimiento promedio de los nuevos bonos, del 2,33%, luce excepcionalmente bajo” y resultará en un valor presente neto muy poco atractivo.
Los números que mostró Guzmán, indicó el jefe de estrategia Daniel Chodos, provocarán un efecto más negativo sobre los bonos de largo que los de corto plazo.
De inmediato, reiteró que quedan muchos interrogantes por develar, entre ellos, qué quita le corresponderá a cada bono y cuál será el tratamiento para los bonos surgidos de los canjes 2005 y 2010.
En tanto, el fondo Amherst expresó una postura similar. “El ministro Guzmán continúa reafirmando una oferta de reestructuración agresiva”.
“Los comentarios de apertura prepararon el escenario. El propio ministro Guzmán dice que no ha llegado a un acuerdo con los tenedores de bonos y, sin embargo, impone un plazo agresivo de 20 días. Es difícil entender por qué el ministro Guzmán presentaría un acuerdo que admite que fracasará”, señaló Siobhan Morden, jefe de estrategia para América latina.
Al respecto, consideró que “la presentación y la retórica parecían centrarse en una agenda política interna sin aparente buena voluntad para negociar un compromiso con los tenedores de bonos”.
“Solo hubo unos pocos detalles sobre los términos (no) de pago que en su mayoría alinearon lo que había estado circulando con un recorte del 62% en los cupones y un recorte del 5.4% en el capital, un período de gracia de 3 años en todos los pagos, un paso adelante cupón de 0.5% y cupón promedio de 2.33%”, detalló.
Y aunque la propuesta no incluye un fuerte recorte de capital, “sin embargo, una tasa de interés promedio de 2.33% es agresiva contra el cupón promedio de 6.6%, con la consiguiente pérdida significativa en el pago de cupones”.
Por lo tanto, “una oferta de bajo valor de recuperación enfrenta un alto riesgo de rechazo y luego un alto riesgo de impago el próximo mes”.
“No hay prisa por aceptar la primera oferta cuando no hay planes para ningún pago dentro de los próximos tres años. Veamos hoy si los detalles alteran esa visión”, aclaró.
“El valor de recuperación también sigue siendo una función de los rendimientos de salida (exit yield). Esto es controvertido y crítico para el éxito o el fracaso de la transacción”, se indicó.
Si bien un alivio significativo de la deuda debería mejorar la capacidad de pago futura, “la capacidad de pago también depende de una gestión de política efectiva y de factores exógenos favorables”.
“La aguda crisis económica, los bajos precios de los productos básicos y las limitaciones ideológicas no brindan mucha confianza sobre la capacidad futura de pago de la deuda”, sentenció.
Por estas razones, opinó que “no es urgente aceptar la primera oferta cuando no hay perspectivas de pagos en el corto plazo”.
“Esto anima a los holdouts, especialmente para los pagos de cupones 2021, 2026 y 2046 del 22 de abril”, advirtió el informe.
Luego de que pase esa fecha y el Gobierno no pague, “la siguiente fase se centrará en las consecuencias posteriores al incumplimiento, incluidos los nuevos mínimos potenciales para los precios de los bonos (¿cerca de 20?)”.
“El shock potencial para la economía real y una eventual resolución se sabrá solo después de que las condiciones globales mejoren y el equipo económico revise la oferta”, concluyó.
En la misma sintonía, un asesor de fondos de inversión indicó que “la retórica del Gobierno ha sido muy agresiva, aunque eso no indica que no vayan a mejorar la oferta en las negociaciones de las próximas semanas”.
En este sentido, opinó que “con un endulzante”, se pueden acercar las posturas de ambas partes.
“La discusión que comienza la semana próxima es la más relevante: el Gobierno ofrecerá un menú de bonos, los inversores le van a preguntar cuánto rinde cada instrumento, harán sus propuestas y de allí puede surgir un acuerdo mayor, o no”, explicó.
El ejecutivo expresó que “hay muy poco movimiento de compra de los bonos, porque los precios son altos; eso puede cambiar después del 22 de abril si se confirma que el Gobierno no paga ese cupón”.
En Buenos Aires, la firma Consultatio expresó que “si bien resta saber términos y condiciones, la oferta parecería ser bastante agresiva, en línea con lo que veníamos planteando hace meses, con los parámetros de sustentabilidad del FMI y con la retórica del Gobierno: la quita de VPN va desde el 68% al 82%, dependiendo de la exit yield y haciendo varios supuestos sobre la información que aun no conocemos”.
“Para que la extensión de vida promedio de los instrumentos sea de 10 años, tenemos que pensar en bonos a 2035, 2045 y 2055”, precisó.
Además, consideró que “el margen para ofrecer un endulzante es muy bajo: creemos que se deberían mejorar las condiciones, principalmente acortar un poco los plazos”.
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