Argentina hizo una oferta unilateral cuando se habla de suspender pagos de deuda y ayudar a las economías emergentes

En la reunión “virtual” FMI-Banco Mundial, economistas y ex funcionarios internacionales pidieron suspender pagos por dos años. En tanto, el economista jefe de Goldman Sachs pronosticó que la economía global podría empezar a recuperarse -mes a mes- ya en mayo

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Lawrence Summers, ex secretario del Tesoro de EEUU, pidió, igual que Gordon Brown, ex primer ministro británico, suspender por dos años los pagos de deuda soberana de países en problemas
Lawrence Summers, ex secretario del Tesoro de EEUU, pidió, igual que Gordon Brown, ex primer ministro británico, suspender por dos años los pagos de deuda soberana de países en problemas

Varios economistas y ex líderes y funcionarios internacionales propusieron una suspensión de pagos de deuda para los países en desarrollo en la reunión de primavera FMI-Banco Mundial que este año se está desarrollando en modo virtual. Además, coincidieron en la necesidad de aumentar sustancialmente los recursos de ambos organismos, para asistir en particular a las economías emergentes.

Estas propuestas ocurren justo cuando el gobierno argentino, tras rechazar una propuesta de congelar las negociaciones por seis meses y retomarlas en un contexto menos incierto, se dispone a presentar la propuesta que el ministro de Economía, Martín Guzmán, sintetizó ayer ante los gobernadores en la residencia de Olivos, en una reunión encabezada por el presidente Alberto Fernández y su vice, Cristina Fernández de Kirchner, y en la que también se sentaron a la mesa de cabecera el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

El ministro resumió la propuesta -que, según adelantaron los principales fondos de inversión en poder de los bonos a reestructurar, sería rechazada- en un período de gracia de tres años, al cabo del cual se pagaría un cupón inicial de 0,5% (y 2,33% de promedio a lo largo del período de repago), una quita nominal de 5,4% del stock de deuda sujeta a reestructuración (USD 68.842 millones) y una reducción de USD 37.900 millones (equivalente a 62%) en los intereses.

En la reunión virtual, con epicentro en Washington, el ex secretario del Tesoro de EEUU, Lawrence Summers, y el ex primer ministro británico, Gordon Brown, pidieron una moratoria por dos años para “las economías emergentes que necesiten ayuda”, pedido que dos economistas de Harvard, Carmen Reinhardt y Kenneth Rogoff (ex economista jefe del FMI), hicieron aún más amplio: congelar por dos años todos los pagos de deuda soberana, salvo los de los países con calificación crediticia AAA (EEUU, Japón, Alemania, etc).

Mohamed El-Erian, ex manager de Pimco, uno de los principales tenedores de bonos argentinos, junto al titular del BID, Luis Alberto Moreno.
Mohamed El-Erian, ex manager de Pimco, uno de los principales tenedores de bonos argentinos, junto al titular del BID, Luis Alberto Moreno.

Summers y Brown pidieron también un “aumento agresivo” de los recursos del FMI, en la forma de un aumento de su base de “Derechos Especiales de Giro” (DEGs) para que los países en desarrollo dispongan de ellos sin necesidad de negociar los tradicionales programas de ajuste. Además, Mohamed El Erian, de Allianz (y ex manager de Pimco, uno de los principales tenedores de bonos argentinos) propuso que los países centrales establezcan urgentemente un “fondo de solidaridad” para países emergentes.

Propuestas de este tipo suelen demandar algún tiempo de maduración, que en el contexto actual podría medirse en semanas o unos pocos meses. Así, la propuesta argentina arriesga a quedar como una jugada unilateral, a contramano de una movida internacional.

Recuperación en U y en V

En tanto, Jan Hatzius, economista jefe de Goldman Sachs -distinguido dos veces como el pronosticador más certero de EEUU y uno de los que anticipó la crisis de 2008/09- emitió esta semana un análisis en el que, si bien reconoce las extremas dificultades del momento, anticipa que la economía global empezaría a recuperarse –en base mensual, no aún interanual- ya a partir de mayo.

No es por cierto un pronóstico rosa. Hatzius precisa que la caída del PBI de las economías centrales será de 11% interanual en el segundo trimestre y de 35% respecto del primero, la más violenta contracción de los últimos 60 años y cuatro veces más grande que la de 2008/09. Incluso arriesga que el desempleo en EEUU superará el 15% este trimestre, el más alto nivel de posguerra.

Sin embargo, nota que los mercados han comenzado a mostrar signos de rebote y no sólo por los estímulos fiscales y monetarios, sino también “al menos en parte” por la dinámica en sí de la pandemia de coronavirus.

Según Hatzius, la recuperación de los mercados bursátiles en los países centrales tiene que ver no sólo con los paquetes de estímulo sino también con algunos incipientes signos positivos sobre la dinámica de la pandemia
Según Hatzius, la recuperación de los mercados bursátiles en los países centrales tiene que ver no sólo con los paquetes de estímulo sino también con algunos incipientes signos positivos sobre la dinámica de la pandemia

El punto de partida es bien bajo: el informe calcula que el PBI mundial de 2020 ya perdió en dos meses USD 5 billones (millones de millones) de dólares respecto de 2019 y podría perder aún más si los gobiernos no aciertan en su manejo de la crisis, que debe incluir –precisa- “un montón de ayuda a las economías emergentes, vía préstamos bilaterales, del FMI, del Banco Mundial y de acceso a dólares y a DEGs, además de ayuda directa- para atravesar esta grave crisis”.

¿Cuáles son entonces las razones para un pronto inicio a la salida de la crisis? Hatzius dice que si bien la situación sigue siendo muy mala en términos absolutos, la cantidad global de contagios activos parece ya estar cerca del pico y las proyecciones de muertes totales y de porcentaje de uso de los recursos sanitarios están decayendo, al punto que incluso en Nueva York –dice- el número de nuevas hospitalizaciones cayó “agudamente” en los últimos días.

Según Hatzius, sus proyecciones dependen mucho de los datos que este jueves informe China sobre ventas minoristas y producción industrial. Si bien el equipo asiático de Goldman Sachs cree que las cifras mostrarán una caída interanual del 9% y trimestral de nada menos que 42%, en los trimestres posteriores habrá una secuencia positiva que sentaría las bases para que también las economías occidentales empiecen a recuperarse.

Como ejemplo de sectores que en EEUU pueden recuperarse fuerte y pronto –a condición, siempre, de que haya testeos masivos que permitan el retorno a la actividad en condiciones muy cuidadas- Hatzius señala la construcción y la industria. Por caso, precisa, el sector automotor planea pasar de usar el 25% de su capacidad en abril al 70% en mayo. Y la construcción y la industria, dice, explican la mitad de la caída del PBI de EEUU en los últimos meses.

Sobre la forma de la recuperación, Hatzius dice que se verá en forma de U (gradual) si se mira en base interanual, pero en forma de V (rebote fuerte) en base trimestral. En base interanual, sus proyecciones para el PBI de EEUU son de caídas del 11% en el trimestre actual, 8% en el tercero, y 5% en el cuarto. Pero en base trimestral, precisa, las cifras marcan una caída del 34% en el trimestre actual, seguida de una recuperación del 19% en el tercero y del 12% en el cuarto. Son cifras de crecimiento sin precedentes en la historia de posguerra, pero –cierra- “así es el extraño mundo de la recuperación de un shock pandémico”.

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