En un contexto económico muy complicado y agravado por los efectos del coronavirus, todas las miradas están puestas en los dólares que aportará la cosecha gruesa, en medio de una alta volatilidad en las cotizaciones de los precios internacionales y, por otro lado, con los efectos de la elevada presión impositiva a través del último incremento de las retenciones.
En tiempos de cuarentena obligatoria para enfrentar la pandemia, la campaña de soja no atraviesa un buen momento por el impacto de la falta de precipitaciones durante la etapa reproductiva de la oleaginosa, una situación que afectó seriamente a los cultivos de segunda. En cambio, el maíz podría obtener su segunda mejor cosecha en rendimientos y producción, de la mano de una mayor inversión en tecnología por parte de los productores y con lluvias que fueron más oportunas en relación a la soja.
El escenario complejo de la producción de soja derivó en un nuevo ajuste a la baja de las estimaciones de cosecha total, por parte de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). La oleaginosa resignó otro millón de toneladas y ahora la proyección es de 50.500.000 toneladas.
Según el informe de la bolsa rosarina, a principios de febrero de este año la proyección de cosecha se ubicaba en 55 millones de toneladas, con grandes precipitaciones semanales que dejaban atrás la falta de agua que dominó desde el invierno hasta la tercera semana de diciembre del año pasado. “Pero una nueva y definitiva falta de agua selló la suerte del cultivo tras el 17 de febrero”, explicaron los técnicos de la BCR. "Con casi 25 días sin lluvias, el 11 de marzo la estimación de la producción pasó a 51.500.000 toneladas”, agregaron.
Actualmente, con el 25% del área cosechada, el rendimiento promedio alcanza los 30,1 quintales por hectárea, un 0,6% menos que en el anterior relevamiento de la entidad rosarina. Además, son 580.000 las hectáreas que finalmente no serán cosechadas, sobre una siembra total de 17.320.000 hectáreas.
El informe de la BCR sostiene que Córdoba es la provincia más afectada en términos de producción, con 720 mil toneladas menos en relación a la estimación de marzo pasado; su cosecha quedaría por debajo de los 15 millones de toneladas. Por otro lado, en Entre Ríos se descontaron 290 mil toneladas y en Buenos Aires 180 mil toneladas.
Otra de las provincias afectadas por la falta de precipitaciones es San Luis. La Bolsa de Rosario recortó 175 mil toneladas en su estimación, y con un promedio de rendimientos de 14 quintales por hectárea, registrando una baja de 5 quintales en comparación al último informe.
Es diferente el panorama en el norte de La Pampa, donde pese a las bajas temperaturas que se registraron la semana pasada, hay mejores expectativas de rendimientos que hace un mes. “Los primeros lotes cosechados están mostrando marcas prometedoras, con un rendimiento provincial que sube casi 2 quintales en la estimación y no se descarta que pueda seguir mejorando”, comentaron desde la BCR.
Y agregaron: “Otras dos zonas puntales de producción nacional son Chaco y Santiago del Estero. En ambas provincias los rendimientos van de los 20 a 40 quintales por hectárea, y con lotes que incluso superan los 45. El efecto de la napa se nota como así también dónde los milímetros fueron más oportunos, con resultados más estables, entre los 35 y 40 quintales. En zonas más castigadas, muchos lotes cosechados muestran valores de 25 a 30 quintales, y con un 20% de grano verde en esta primera parte de la cosecha. Los rendimientos promedio que se estiman en Chaco y Santiago del Estero son de 28 y 30 quintales, respectivamente”.
La cosecha de maíz
“El comportamiento del maíz en esta campaña ha sido impresionante”, expresaron los técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario. El cereal está alcanzando su segundo mejor rendimiento en la historia del cultivo con 81,16 quintales por hectárea de promedio a nivel nacional. Son 5 quintales menos que los cosechados en la anterior campaña, donde se alcanzó un nivel récord.
En lo que respecta a la proyección de cosecha total, y a pesar del recorte realizado en marzo pasado de 200 mil toneladas, la producción llegaría a 49.800.000 toneladas, un 3,4% de caída en comparación al ciclo anterior. Además, la BCR informó que la siembra alcanzó las 7.140.000 hectáreas, de las cuales 6.130.000 hectáreas se destinarían a la cosecha del grano comercial.
Hasta el momento se ha cosechado el 30% del área sembrada. La provincia de Córdoba se ajusta con 3 quintales menos que en relación al informe pasado, y en Buenos Aires el rendimiento promedio baja un quintal. Hay mejoras en los rendimientos cosechados en Entre Ríos, y en las provincias del norte argentino que contienen la baja productiva nacional en 200 mil toneladas con respecto a la cifra productiva de hace un mes.
“Para el cultivo haber alcanzado estos números en un contexto climático tan complicado es una gran noticia. Hay dos claves en esto, las lluvias fueron más oportunas para el ciclo del maíz que para la soja y el alto nivel de tecnología que se aplicó al cultivo”, comentaron los especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario.
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