Los activos argentinos continuaron transitando un sendero de debilidad de precios, cuando la economía de Argentina sigue en recesión y en momentos en que el brote del coronavirus (COVID-19) limita la normal actividad. El Gobierno postergó pagos de deuda en dólares bajo ley local hasta fin de año y para este miércoles se prevé la difusión de una oferta oficial para reestructurar los bonos con legislación extranjera.
Sin embargo, en la presente rueda las cotizaciones en pesos “volaron”, por la búsqueda de cobertura en dólares a través de activos bursátiles, lo que llevó a una fuerte alza de los precios en pesos, que no se replicó en los valores en dólares.
Así, el panel líder Merval de la Bolsa porteña escaló un 6,6% y la paridad “contado con liquidación” ascendió casi 5%, a 108,26 pesos, después de haber superado los $114 en horas del mediodía.
Mientras las acciones en los EEUU retomaron el alza, con una ganancia de 2,4% para el Dow Jones, y de 4% en el Nasdaq, el precio del petróleo volvió a retroceder un 7,5%, a la zona de USD 20,73 el barril y los bonos y las acciones argentinos mantuvieron un sesgo alcista, de 2,5% en promedio, con la expectativa puesta en la propuesta oficial sobre la reestructuración de la deuda soberana, que se conocerá este miércoles 15.
“El contexto internacional y la suba del spread de bonos high yield hace que la tasa de salida requerida por los acreedores no se encuentre en línea con la pensada desde Economía que sería del 7%, por lo que, al día de hoy, creemos que las puntas de ambos bandos se encuentran abiertas, y es por esto que se requeriría una segunda ronda de negociaciones para acercar dichas puntas”, indicó la consultora Delphos Investment.
El Riesgo País de JP Morgan, que mide el diferencial de tasa de los bonos del Tesoro de los EEUU con sus pares emergentes, se estabilizó para la Argentina en 3.879 puntos básicos.
"Aún con los bonistas inclinados hacia una postergación de dicha propuesta, las autoridades argentinas parecen estar decididas a encarar dicho proceso, más allá del riesgo que pudiera contar con menor aceptación en un contexto global y local adverso por el brote del virus COVID-19″, refirió Research for Traders.
“La situación de la deuda es compleja y el tiempo apremia. Aunque la negociación no está cerrada, ya entramos en la recta final, y el resultado no parece favorable. Ojalá podamos revertir la situación: si era difícil en febrero, después del brote de COVID-19 y la crisis internacional parece casi imposible”, indicó un informe de la consultora Ecolatina.
El panel líder S&P Merval de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos), que escaló 6,6%, en los 30.781 puntos en pesos, persiste debajo de los 300 dólares, un piso en 16 años, en este caso influido por las perspectivas negativas que pesan sobre las compañías nacionales, con un tipo de cambio reprimido y una profunda recesión, que para algunos analistas será la mayor desde la crisis 2001-2002, agravada por la cuarentena que paraliza la actividad.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó el martes que la economía mundial sufrirá una baja del 3% este año, lastrada principalmente por el grave descenso en la actividad de pesos pesados como Estados Unidos (-5,9% de caída del PBI), China (desaceleración a +1,2% anual) y el área del euro (-7,5%) tras los cierres y restricciones ordenados para frenar la expansión del COVID-19.
El FMI -que se refirió al actual periodo como “El gran confinamiento”- proyectó para este año una caída del PBI de Argentina del 5,7%, apenas dos décimas menos que la caída de 5,9% anual de 2009, entonces en el marco de la crisis financiera internacional originada en los EEUU.
El FMI se refirió a la actual crisis global como el “Gran confinamiento”, en alusión a una nueva Gran Depresión como la de la década de 1930
El organismo destacó en particular la vulnerabilidad de las naciones de América Latina (contracción promedio de 5,2%) por tener vastos sectores de economía informal, que deja instantáneamente a millones de personas sin empleo ni protección estatal; a lo que se suman sus débiles posiciones fiscales.
“La crisis que vendrá en 2020/2021 no solamente tendrá peores números que la crisis del 2002, sino que pensamos que no tendrá una solución rápida y fuerte como sí la tuvo la crisis del 2002”, sentenció la consultora Economía & Regiones.
“Es probable que el nivel de actividad económica de Argentina se desplome en 2020 y caiga en 2021, y que sin reformas estructurales muy fuertes, Argentina quede empantanada en una situación macroeconómica con ribetes similares a los que tuvo la década pérdida de los años ‘80, cuando estuvimos todo el tiempo sin financiamiento internacional (default), crecimiento nulo, tipo de cambio real caro y elevados niveles de inflación”, agregó.
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