El cierre forzado al que están sometidos los shopping centers por la cuarentena obligatoria pone en riesgo unos 100.000 puestos de trabajo, aseguró hoy Mario Nirenberg, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Shopping Centers. “Nuestra cámara lo que ha hecho es señalar al Gobierno Nacional la necesidad de asistir a los inquilinos, no a la industria, con una línea crediticia que esté destinada al pago de las expensas”, dijo.
En declaraciones a Radio La Red, Nirenberg dijo que “el cierre de los shopping centers ha puesto en serio riesgo la subsistencia de más de 1.000 empresas pequeñas y medianas que tienen locales de venta en los shopping”.
Para el dirigente empresarial, la cadena de pagos rota hace que tanto los empleos directos como tercerizados que prestan servicios en los centros comerciales estén en riesgo de perderse.
“¿Por qué decimos que esto es importante? Porque ya la cadena de pagos está rota y las expensas que deben abonarse sufragan ya no sólo los salarios del personal de los shoppings sino también de los inquilinos y los proveedores. Téngase en cuenta que los inquilinos tienen su propio personal y además tienen empresas tercerizadas de limpieza, mantenimiento, seguridad, etcétera”, comentó.
“Calculamos que entre empleos directos e indirectos tenemos más de 100.000 puestos de trabajo que directamente tienen en este momento por lo menos un riesgo de subsistencia”, dijo Nirenberg.
El cierre de los shopping centers ha puesto en serio riesgo la subsistencia de más de 1.000 empresas pequeñas y medianas que tienen locales de venta en los shoppings
“Estamos pidiendo una asistencia financiera de crédito a tasa 0% que pueda ser devuelto a partir del mes siguiente al cese de la cuarentena en 12 cuotas, los shoppings lo destinarían a las expensas de los locatarios y los locatarios lo estarían devolviendo en 12 cuotas”, concluyó.
Recientemente la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) elaboró un plan que acercaron al Gobierno para que se reanude la actividad de los locales en forma gradual, donde incluyen también la reapertura de los shoppings, cerrados desde el 20 de marzo pasado.
La propuesta de la entidad que preside Jorge Di Fiori incluye dos aspectos fundamentales: reducir al 50% la cantidad de gente que se puede atender por local y limitar la cantidad de gente que puede ingresar al centro comercial a razón de 1 persona cada 16 metros cuadrados de superficie. De esta forma, podría mantenerse sin inconvenientes la distancia social que recomiendan los epidemiólogos.
En la carta resaltan que algunos rubros que funcionan dentro de los shoppings se ven especialmente afectados por el cierre total de la actividad: ropa, calzado y línea blanca, aunque en este último caso en los últimos días ya fueron autorizados a trabajar a través del sistema de delivery.
Los locatarios de los shoppings no pagan el alquiler durante el tiempo que dura la cuarentena, porque se trata de una obligación impuesta por el Gobierno, pero como sucede con cualquier negocio deben continuar pagando las expensas.
Cada día que pasa sin facturación la situación se vuelve mucho más complicada para el sector comercial y de servicios. El Gobierno está respondiendo con algunas medidas puntuales, como la postergación del pago de contribución patronales para las pymes, la línea de crédito para pago de salarios al 24% que ofrecen los bancos o el Repro para que el Gobierno se haga cargo del equivalente a un salario mínimo de empleados del sector privado para ayudar al pago de los sueldos de abril.
Seguí leyendo: