El economista Juan Carlos de Pablo alertó sobre los peligros de extender la cuarentena rígida por su fuerte impacto económico y destacó que al presidente hay que llevarle propuestas concretas para enfrentar la situación. También mostró su desconfianza sobre el llamado impuesto a las grandes fortunas, en cuyo proyecto están trabajando los diputados del oficialismo.
“Desde el punto de vista conceptual, decirle hoy a un tipo que tiene 32.000 problemas que tiene que pagar impuestos porque tiene la mala suerte de ser rico es una locura total, que va a enardecer los espíritus, que van a recolectar cuatro mangos porque no lo van a pagar. Acá hay un tema de flujo, el comercio o la industria que está cerrado no genera nada. Los mangos con los que se pagan salarios se generan durante el mes, no el último día del mes. No hay sustituto de esto”, agregó.
Acá hay un tema de flujo, el comercio o la industria que está cerrado no genera nada
Para explicar la ineficacia de ese tipo de impuesto, De Pablo recordó los tiempos de la colonia, donde los españoles habían desarrollado un sistema por el cual solo barcos españoles podían comerciar con América. “Los hacendados tenían que malvender su producto a los contrabandistas que estaban en manos de los ingleses. Entonces Mariano Moreno le hace una petición al Virrey, donde le explica que no tiene ingresos públicos porque no hay comercio exterior”, detalló el economista.
Mientras las propuestas que le llegaban al Virrey eran cobrar un impuesto a los ricos, Moreno proponía aumentar los flujos a través del comercio. “Lo que dijo Moreno es elemental, había un problema de flujos. Le dijo al Virrey usted tiene que pagar los salarios y lo que tiene que hacer es liberar el comercio. Permitir que buques de otras naciones entren y salgan y va a cobrar impuestos sobre los flujos y va a solucionar problema”, remarcó.
Sobre el dilema planteando entre atender las cuestiones sanitarias y las cuestiones económicas. “Eso que mal se llama economía, son los seres humanos levantándose todos los días a ver cómo le encuentran la vuelta. Y a medida que pasa el tiempo te va a jugar una mala pasada ¿Qué le tenemos que decir al presidente con responsabilidad profesional? Al tipo que le das 10 lucas, cada día más va a empezar a saltar el cerco. Las propuestas que funcionan tienen que ser específicas. Por ejemplo, con el mismo cuidado que vamos a la farmacia a comprar podemos ir a la librería. Puede haber horarios. Cada uno sabe en lo suyo como combinarlo. El conflicto entre salud y economía existe”, señaló.
Según su visión, al adoptar una cuarentena muy rígida, se corre el riesgo de que se cumpla menos. “Vos podés estar en un sillón armando decretos, pero después hay que ir al supermercado y hay que ver. De la misma manera que usted garantiza la vida, hay que garantizar el abastecimiento”, dijo en alusión al presidente Alberto Fernández.
Acá hay un tema de flujo, el comercio o la industria que está cerrado no genera nada
Por eso, sugirió que al presidente, en estas circunstancias, hay que acercarle propuestas concretas. “Sabiendo que vos tenés 40% de la economía informal, que los argentinos de golpe van en la ruta, se hinchan y van por la banquina y eso debe estar sucediendo”, advirtió.
De Pablo no descartó tampoco que se puedan volver a utilizar cuasimonedas, como sucedió en otras crisis anteriores, incluso antes de 2002. “Depende de cómo se haga. La historia que tenemos es que la cuasimoneda es un subproducto de la falta de moneda, en convertibilidad, que no es el escenario actual. Ahora tenemos un flor de problema. Si el Estado paga el grueso con pesos moneda nacional y un pedazo con cuasimoneda, ¿tiene menos efecto en el corto plazo en el tema inflacionario o no?”, se preguntó.
Sobre la emisión monetaria y sus consecuencias en la inflación, De Pablo anticipó que en el corto plazo probablemente no haya consecuencias graves, porque la gente no puede salir y no puede gastar en nada. “Cuando esto se vaya normalizando, nos vamos a encontrar con un conjunto de gente con mucha plata, y otras con muy poca”.
Por eso consideró que sería importante estudiar si una cuasimoneda puede tener efectos distintos. Como antecedente, recordó el bono 9 de Julio que implementó Alvaro Alsogaray como ministro de Economía en 1962 y que se usó para pagar los salarios públicos. “Las maestras que recibieron ese bono lo usaron para comprar, con un descuento del 40%. Para los que lo mantuvieron había cláusula oro. El que los emita tiene que tener una idea de cómo va a ser el rescate del final. Tenés que buscar algún mecanismo por el cual algunos compatriotas tengan algún incentivo para mantenerlos y no gastarlos”, señaló.
Por último, el economista manifestó su preocupación sobre los problemas técnicos de las próximas mediciones técnicas de la inflación, tanto para el caso del índice oficial del Indec como de las consultoras privadas. “Los últimos 10 días de marzo los comercios estaban cerrados. Y todo abril estuvieron cerrados. ¿Qué precio le ponés a un producto de un comercio que está cerrado? Es un problema metodológico, no es conspirativo, no es dibujo, por eso hay que tomarle con pinzas porque los valores delos productos bajan cuando los comercios están cerrados”, anticipó.
Sobre la presentación de las cifras del Gobierno
De Pablo también advirtió que hay un problema en la forma en que el Gobierno está presentadolos gráficos sobre la evolución de los casos del coronavirus. “Para armar una serie de cualquier cosa, a lo largo de tiempo, el ritmo es constante. Cuando se hace una curva, ese gráfico confunde”, explicó.
Por eso, sugirió que se debería hacer un gráfico semilogarítmico, donde en vez de mostrar el valor de la variable se muestra el ritmo constante. “Si yo miro la evolución del número de infectados, ese ritmo está bajando”, dijo.
Seguí leyendo