El Gobierno tiene previsto presentar pasado mañana la oferta para los acreedores con deuda argentina emitida bajo ley extranjera.
Fuentes oficiales confirmaron a Infobae que la propuesta se lanzará dentro de 48 horas y que creen que el porcentaje de aceptación puede ser aceptable.
El equipo económico trabajó todo el fin de semana para completar esta oferta, que mañana será revisada por el presidente, Alberto Fernández y cuyos detalles todavía no se conocieron.
De todos modos, la fuente indicó que la diferencia con los bonistas radica en un 6 por ciento del valor presente neto (VPN). Dicha divergencia se puede saldar o no en los próximos días, reconoció el funcionario.
A priori, la oferta más dura que plantea el Gobierno tiene en la actualidad un “valor” de unos 38 centavos por cada 100 y la de los bonistas es de 54 centavos. En el medio, se llegó a un escenario de 45 a 48 centavos. En este caso, la diferencia entre ambas partes es mayor al seis por ciento.
Este año, el Gobierno debe pagar USD 3500 millones en estos bonos; el primer vencimiento es el del bono Global, el 22 de este mes.
Al respecto, ayer en un reportaje con el diario Perfil, Fernández sostuvo que “la negociación va bien. En los próximos días haremos la oferta”.
Sobre el alcance de la propuesta, expresó: “A mí no me gusta mentir, tampoco me gusta mentirles a los acreedores. Lo que vamos a firmar es algo que podamos cumplir como gobierno y como país. No quiero comprometerme a firmar algo incumplible”.
También, aclaró que, dado el efecto de la pandemia sobre el coronavirus, las “exigencias” que se les plantearán a los acreedores serán mayores que antes, cuando ya se planteaba una oferta quita.
Esto se traducirá, dijo el Presidente, o en más años de gracia, o en una mayor quita nominal.
Cabe recordar que, semanas atrás, al presentar los lineamientos de la propuesta, el ministro exhibió un documento que reiteraba que la deuda argentina debe ser sustentable y que, por lo tanto, requiere una reducción en los cupones, un período de gracia significativo y una posible quita de capital. La intención, en definitiva, es que los pasivos emitidos bajo ley extranjera comiencen a pagarse en el próximo gobierno. Y si bien algunos acreedores podrían aceptar un período de gracia, quieren recibir mientras tanto al menos el pago parcial de intereses.
También, Guzmán dijo que se evaluaba la posibilidad de incluir un cupón ligado al PBI u otro instrumento contingente, que compense eventualmente el recorte que se proponga. En este sentido, la idea sería que, con cupón o sin él, haya algún instrumento que permita que, si la economía se recupera más rápido que en el escenario base, los bonistas reciban algún tipo de compensación. Fuentes cercanas a la negociación aclararon que no sería un pago inicial (upfront payment) como el que reclamaban algunos acreedores, sino una herramienta que permite capitalizar parte de los intereses de la deuda.
La semana pasada, el Gobierno ya dio a conocer un decreto que le permite reestructurar la deuda en dólares emitida bajo ley argentina, lo que generó que las tres calificadoras de riesgo (Moody’s, Fitch y Standard & Poor’s) declararan al país en la categoría de default selectivo.
Además, este sábado, Infobae informó que la deuda en pesos no será renegociada, sino que se pagarán todos sus vencimientos. El Presidente confirmó ayer esta estrategia.
Una fuente de un grupo de acreedores en Nueva York dijo que aguardan con expectativas la oferta que formulará el Gobierno para saber si están muy lejos o no de una posible aceptación.
Un ex negociador afirmó que la primera oferta no será bien recibida y que deberá haber más conversaciones durante varias semanas hasta llegar a un acuerdo.
Más tajante, otra fuente indicó que “están dados los incentivos para que el Gobierno haga una oferta razonable en este contexto, porque si se mantiene este ritmo de emisión monetaria y se cae en default, es posible que la aceleración inflacionaria no se pueda controlar”.
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