Comienza una semana en donde la miradas se enfocan sobre el precio del dólar

La semana tiene en los precios de los dólares alternativos la gran incógnita. La apuesta es si los valores del dólar Bolsa y el contado con liquidación pueden perforar el techo psicológico de $ 100 a pesar de la ausencia de pesos en poder del público y el exceso de billetes en los bancos.

Las entidades financieras tratan de no tomar sumas grandes de dinero. Para desalentar a los ahorristas los plazos fijos ofrecen tasas de 1,7% mensual, lejos de la inflación lo cual las vuelve negativas frente a una inflación que se estima por arriba de 3%.

Del otro lado del mostrador, las empresas tomadoras de crédito, en su mayoría, no cuentan con las garantías que exigen los bancos para prestarles y el Banco Central no ha activado mecanismos para ser aval de esos préstamos a tasas blandas de 24% anual que se destinarán al pago de sueldos.

Las bóvedas de los bancos rebasan de billetes y no tienen dónde invertirlos. Las entidades desalientan los plazos fijos con tasas absurdamente bajas. En abril, acumulan una caída de casi $ 80 mil millones respecto al promedio de maro.

En tanto, las operaciones con dólares alternativos cerraron el miércoles en poco más de $ 94, pero llegaron a perforar $ 95. Su valor está creciendo diariamente y las desfavorables noticias del fin de semana, donde se confirmó la prolongación de la cuarentena, van a incidir negativamente porque los inversores van a buscar refugio en la divisa de Estados Unidos como lo hacen los demás ahorristas e inversores de países emergentes.

Que continúe la parálisis de la economía está afectando hasta el agro, incluida la carne que redujo su volumen de exportaciones en USD 40 millones. Vaca Muerta tampoco acompaña debido a que es víctima de la caída de los precios del petróleo y del gas en el mundo.

De la negociación de la deuda externa ni se habla. Un país con pandemia, bonos de vencimiento a corto plazo con tasas elevadas y paridades de 25%, con proyección de caída de la economía de 5,5% en el año, no está en condiciones de pagar su deuda salvo que le suspendan los pagos por tres años. La quita y la baja de tasas, hoy es indiferente porque cualquiera sea el valor no hay reservas ni los pesos suficientes para cancelarlos. Con los pesos, se acude a las renovaciones y con la deuda en dólares, si tiene legislación local, se decidió no pagar hasta 2021.

Por otra parte, el tiempo juega a favor de la Argentina porque hay un movimiento de los organismos multilaterales para que los acreedores sean indulgente con los países en problemas.

Han cambiado tanto los problemas, que el FMI prepara un paquete de ayuda mundial de USD 100 mil millones, el doble de lo que le prestó a la Argentina. Pronto el país, dejará de ser el mayor deudor del organismo.

A los acreedores no les importa la Argentina. Es 1% de su cartera. En cambio, el resto del mundo es 99% de sus acreencias y están en peligro porque la economía en su caída puede arrastrar a los bancos y al sistema financiero internacional. Entonces dejaron de mirar al sur, porque un tren que viene del norte se les está metiendo en su casa.

Por otra parte, hay una población agotada psicológicamente por la cuarentena y porque no tiene ingresos y ha dejado de pagar impuestos. Por el lado de las empresas tienen dificultades para pagar los sueldos de abril y están negociando importantes bajas en los salarios de los trabajadores.

Por su parte, el mundo comenzó el lunes negociando con cautela. Las Bolsas de Asia que comienzan a operar a las 9 de la mañana (21.00 de la Argentina), cuando llevaban 4,30 horas de operaciones y faltaba 90 minutos para el cierre, estaban en leves bajas. Tokio perdía 1,17% abajo. Hong Kong era la excepción, subía 2,38%. El resto de las bolsas chinas bajaba 0,50% promedio.

En Europa, donde el horario de apertura es a las 4 a.m. de argentina, las operaciones overnight, es decir transacciones a futuro porque se inician a las 19.30 hora local y cierran ocho horas y media más tarde cuando abren los mercados del continente, mostraban al DAX de Alemania con un alza de 2,83% y al FTSE de Londres con una notable mejora de más de 4%. El Euro Stoxx que agrupa a las 50 acciones más importantes de Europa, estaba con una mejora de 1,55%.

Wall Street, que es el mercado de referencia y viene del feriado del viernes, abre a las 10.30 hora de Nueva York (9.30 de la Argentina). Sus tres principales indicadores mostraban números rojos. El Dow Jones bajaba a 10 horas de la apertura, 1,47%. El S&P 500 perdía 1,54% y el Nasdaq de las nuevas tecnologías, 1,54%. El humor más pesado de los inversores se debe a que se esperan datos negativos sobre las ventas minoristas y la construcción. Los datos de empleo, conocidos la semana pasada fueron otro golpe duro. Del pleno empleo, pasaron en pocas semanas a 17 millones de solicitudes para recibir el subsidio de desempleo.

El petróleo, que es clave en los precios, mostraba reacciones importantes. El WTI de Estados Unidos estaba 5% en alza a USD 23,90 por barril, mientras el Brent de Europa que se utiliza de referencia en la Argentina, aumentaba 4,32% a USD 32,84. El gas subía 1,55%. El problema es que estas alzas no son sustentables.

La incógnita es si el dólar mayorista, ahora que la brecha con los dólares alternativos superó 40%, seguirá con la mínima devaluación diaria de 0,1% (8 centavos) después de dos ruedas de feriado, dejando crecer esa diferencia que afectará a exportaciones y favorecerá a importadores.

El Gobierno teme que una mayor devaluación se traslade a precios, pero cuando la brecha es tan grande, las empresas se guían por el dólar más alto. El dólar libre, se llegó a vender a $ 90 y se pagaba a $ 86. No hay un valor de referencia, porque los operadores no van más a la City. Concretan sus ventas o compras por teléfono y hacen delivery debido a que la cuarentena le resta clientela en sus oficinas. El ingenio ha hecho que algunos utilicen para esas transacciones a empresas que se encargan de envíos de comida.

La Argentina va a tener una jornada desalentadora en cuanto a los bonos que, pese a estar en un piso, siguen muy ofrecidos y solo los compran los cazadores de oportunidades. El Bonar 2020 que debía pagar intereses el miércoles de la semana pasada y entró en el default selectivo, tiene una paridad de 24%, menor a la que tenían en el pasado los títulos defaulteados. El Bonar 2024 cotiza a 23%. Son precios absurdos y quien quiere ganar en el futuro puede comprarlos, pero existe un actor que antes no estaba presente en el mercado y es el COVID-19 que no deja ver la proporción de los valores. Con esa amenaza nadie sabe lo que es caro o barato.

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