Mientras que los principales índices de Wall Street concretaron en la última semana una recuperación entre el 10 y el 13 por ciento en promedio, las acciones argentinas –medidas en dólares– se mantuvieron estabilizadas y los bonos soberanos profundizaron las pérdidas.
Encabezado por el índice Dow Jones, que ya cerca de los 24.000 puntos acumuló una suba de 27,6%, desde el piso del 23 de marzo, este movimiento está aún lejos de ser consistente. Los gigantescos estímulos de la Reserva Federal, con la compra de títulos corporativos y créditos blandos, más la voluntad política de Donald Trump, que aspira a la reelección, chocan con la realidad del coronavirus, con recientes picos de víctimas fatales en Nueva York, y el daño colateral en la economía, con récord de nuevos desempleados en los EEUU.
Con este panorama ¿qué puede esperarse para los activos argentinos en las próximas ruedas?
“En un mundo tan alterado, hablar de la semana próxima es ciencia ficción. Con la volatilidad que hay en el mercado y con los niveles de precios podría pasar cualquier cosa. El mercado podría subir 20% o bajar 20% en una semana y nadie se sorprendería. Es muy difícil hacer una predicción y acertar. Pero en un mediano plazo cuesta ver una reacción seria o una tendencia alcista de acciones argentinas. Podrá llegar más adelante, podremos ver un rebote estos días, pero tendrán que ser muy buenas las noticias que recibamos sobre la cuarentena y la reestructuración de la deuda para ver una recuperación”, le dijo a Infobae José Ignacio Bano, gerente de Research de InvertirOnline.
Bonos
Los títulos públicos argentinos, según las principales referencias en dólares, volvieron a ceder luego del reperfilamiento hasta 2021 de los vencimientos de los bonos con legislación argentina. En abril caen más de 5% en promedio, para sumar una pérdida de 49% en 2020.
Para los estrategas de GMA Capital, “la decisión unilateral de cambiar las condiciones conduce a un default selectivo, un evento que engrosa la lista de rupturas de contratos iniciada a fines de agosto de 2019 con el reperfilamiento de Letes y que también pone de manifiesto nuevamente la vulnerabilidad de los títulos ley argentina”.
“A grandes rasgos, en acciones dejamos de caer básicamente porque el humor de afuera mejoró mucho, pero acá lo que falta de verdad es que se resuelva la deuda con ley de Nueva York. Para eso, primero necesitamos la oferta oficial y que se empiece a negociar en firme sobre algo. Por ahora no veo nuevas caídas, pero tampoco rápida recuperación hasta no tener resuelta la deuda”, explicó a Infobae Ariel Sbdar, Head of Strategy en Banco Industrial (BIND).
Para la futura recuperación de los bonos, en zona de default selectivo, será central la propuesta de canje que presente el Gobierno
“La renta fija local sigue sufriendo las consecuencias de la postergación de los pagos en dólares de los bonos ley local. Esto causó que distintas calificadoras de riesgo rebajaran la calificación del país. Los precios de los títulos públicos, cualquiera sea su legislación, se encuentran ajustándose a la nueva calificación que hizo que algunos inversores institucionales deban vender sus posiciones, ya que no pueden –por reglamento– estar invertidos en activos cuyo emisor se encuentre en default selectivo”, indicó, por su parte, Joaquín Candia, analista de Rava Bursátil.
“En títulos públicos tenemos la expectativa sobre qué va a pasar con la propuesta a tenedores de bonos con ley extranjera. Claramente eso va a mover fuerte la aguja y creo que antes del viernes de la semana que viene vamos a saber cómo viene la propuesta y si contemplan una quita más agresiva o no. El reperfilamiento de ley local puede ser una señal de que la ley extranjera tendría una prioridad distinta, algo que es de esperarse por las cláusulas cross-default. Hacer con los bonos extranjeros lo que se está haciendo con los bonos argentinos sería mucho más costoso que lo que es ahora”, puntualizó Bano.
Asimismo, el índice de riesgo país, que mide el diferencial de tasa de los bonos del Tesoro de los EEUU con sus pares emergentes, cerró en los 3.860 puntos básicos, con un aumento de 177 unidades en la semana, aunque un escalón debajo de los 4.500 enteros que llegó a superar de manera intradiaria el 23 de marzo, en el momento más crítico para los mercados internacionales.
Fue un máximo en 15 años, desde junio de 2005, cuando la economía argentina aún se estaba reponiendo del anterior default soberano de diciembre de 2001.
Acciones
En cuanto a las acciones, el S&P Merval en dólares mejoró 20,9% desde el reciente piso de 244 puntos del 18 de marzo, según el “contado con liquidación”, aunque en las últimas ruedas encontró resistencia en los 300 puntos. Vale aclarar que el panel líder alcanzó entre enero y febrero de 2018 un récord histórico por encima de los 1.600 puntos.
El panel S&P Merval, que arrastra en 2020 una pérdida promedio de 32,8% en pesos y de 47,2% en dólares, finalizó la semana “corta”, en este caso con solo tres días hábiles por las festividades de Semana Santa, con un beneficio en pesos de 5,7%, hasta los 28.018 puntos.
Sin embargo este progreso semanal fue neutro medido en dólares, debido a que la paridad bursátil del “liqui” escaló hasta los 95 pesos, como válvula de escape para los inversores que buscaron cobertura en moneda dura, ante la monumental emisión monetaria que encara el Gobierno argentino, para financiar la emergencia sanitaria por el coronavirus.
Las reales tasas negativas y la incertidumbre por acciones y bonos revitalizó la dolarización de carteras
“Respecto a las empresas argentinas, la renta variable, la situación es aún complicada. Hay tres componentes. Uno, positivo, que es el bajo precio a nivel histórico: este valor de Merval por debajo de los 300 dólares es bajísimo. Una sola vez en la historia sucedió esto y fue después de la crisis de 2001. Pero en finanzas el argumento de estar barato no es suficiente”, indicó Bano.
“Y hay otros dos factores que son negativos y totalmente exógenos. Por un lado, el impacto del coronavirus que le está pegando fuerte a todas las empresas y no se sabe cuán grave será y cuánto durará la cuarentena. Y otro punto ajeno a las empresas es la renegociación de la deuda, que si falla va a ser brava la situación porque se le suma a los demás problemas que ya arrastra la economía argentina”, añadió el gerente de Research de InvertirOnline.
Dólar
En cuanto al tipo de cambio, se ensancha la “grieta” que produce el “cepo” oficial. Mientras que el dólar mayorista, con precio y cantidad regulados por el Banco Central, sube 8,8% en 2020, a 65,16 pesos, las paridades alternativas, como el “contado con liquidación” y el MEP, que se negocian en la Bolsa a través de acciones y bonos, empiezan a tomar vuelo y ya sobre los 90 pesos acumulan un incremento de 27% en 2020.
“Que se estén despertando el ‘contado con liqui’ y el dólar MEP son señales de la cantidad de pesos que hay”, dijo Bano. Acotó que “un inversor con unos pocos pesos ¿qué alternativas tiene? Difícilmente se incline por tomar un título público. Las acciones argentinas lucen más atractivas que los bonos, pero tampoco atraen. Las tasas son bajísimas, negativas. Y encima, un mundo que está muy volátil, que tampoco invita a tomar CEDEARs (certificados de acciones extranjeras que se negocian en la Bolsa local). Hay muchos CEDEARs que me gustan, pero quizás para un ahorrista más agresivo, uno con un perfil más conservador para preservar el capital no tiene tanta certeza, porque en el exterior también tiene sus problemas”.
“Comprar dólares es de las pocas alternativas que se tiene. En InvetirOnline lo vemos con todas las transacciones de dólar MEP que se registran, facilitadas por la operación electrónica en este período de inactividad bancaria. Hace tres años que la demanda por dólares sigue firme y va a seguir pasando”, subrayó Bano.
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