En lo financiero, pasó una semana atípica. Sin operaciones por el Viernes Santo, los negocios bursátiles finalizaron con algunos datos distintivos y auspiciosos. Los indicadores de Wall Street continuaron con la recuperación y el Dow Jones de Industriales concretó una ganancia promedio de 12,7% desde el viernes anterior.
Este referente de los mercados de Nueva York, ya cerca de los 24.000 puntos, acumuló una suba de 27,6%, desde el reciente piso de cotizaciones del pasado 23 de marzo.
Las decididas medidas de estímulo en los EEUU inclinaron este viernes la balanza por las compras de activos financieros, todavía vapuleados por los daños económicos y sociales del COVID-19.
El Dow estuvo cerca de equiparar la ganancia de 12,8% obtenida en la semana del 23 al 27 de marzo pasados, aunque aquella vez -cuando completó la mayor ganancia semanal desde 1938- lo hizo en cinco sesiones y ahora solo en cuatro. El S&P 500 subió un 12,1%, en su mejor semana desde 1974. Y el tecnológico Nasdaq, con alza de 10,6%, alcanzó su mejor rendimiento semanal desde 2009.
Los traders omitieron un mal dato laboral, el del aumento semanal en 6,6 millones del número de peticiones de subsidio de desempleo en los EEUU, tras conocer que Reserva Federal impulsará una serie de programas de estímulo, que incluyen por primera vez préstamos dirigidos a pequeñas y medianas empresas, que sumarán hasta USD 2,3 billones, además de llevar adelante sus planes de compra de bonos de gobiernos locales.
El Dow Jones todavía está un 19,7% debajo del récord del 12 de febrero de 2020, antes de la expansión global del coronavirus
El panel S&P Merval, que arrastra en 2020 una pérdida promedio de 32,8% en pesos y de 47,2% en dólares, finalizó la semana “corta”, en este caso con solo tres días hábiles por las festividades de Semana Santa, con un beneficio de 5,7%, hasta los 28.018 puntos.
Sin embargo esta mejora fue neutra medida en dólares, debido a que la paridad bursátil, el “contado con liquidación” escaló hasta los 95 pesos, como válvula de escape para los inversores que buscaron cobertura en moneda dura, ante la monumental emisión monetaria que encara el Gobierno argentino, para financiar la emergencia sanitaria por el coronavirus.
El “contado con liqui”, que se calcula al dividir el precio en pesos de acciones y bonos argentinos por su cotización en dólares en el exterior, acumula un alza de 27% en lo que va del año, una tasa de aumento similar a la de otras divisas de la región. El dólar en Brasil se negoció a 5,10 reales el viernes, con un alza de 26,9% en 2020.
En la plaza formal, el dólar mayorista cerró a $65,16, con lo que acumuló un incremento de 8,8% en lo que va del año, mientras que al público promedió los $87,35 para la venta, con el impuesto “solidario” del 30 por ciento.
En cuanto a los bonos soberanos, padecieron el pesimismo generado por el decreto de necesidad y urgencia del domingo, que estableció el reperfilamiento hasta 2021 de los pagos de los títulos en dólares con ley argentina.
Los títulos en dólares de referencia pierden casi 50% en lo que va del año, lo que se condice con un elevado Riesgo País, cerca de los 3.900 puntos básicos, con un aumento de 175 puntos básicos en la semana.
Desde el viernes anterior se sucedieron las rebajas de calificación para la deuda del Estado nacional.
Standard & Poor’s la recortó a “Default Selectivo” desde “CCC” ante las “desfavorables dinámicas de deuda y el perfil fiscal del país, una volátil tasa de cambio, además de una elevada inflación y una profunda recesión económica”.
También Fitch Ratings rebajó la calificación crediticia en moneda extranjera de Argentina a “Default Restringido” desde “CC”, tras el retraso de pagos de la deuda en dólares bajo ley local, mientras que Moody’s Investors Service hizo lo propio con una perspectiva negativa, luego de que la pandemia de coronavirus trastornó las conversaciones para una reestructuración y elevó la probabilidad de un “default”.
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