El aislamiento preventivo y obligatorio decretado por el presidente Alberto Fernández para paliar la crisis sanitaria y evitar la propagación del coronavirus fue una de las medidas prioritarias del jefe de Estado. Incluso, por encima de la economía que, por estos días, viene sufriendo serias consecuencias en diversos sectores ante la imposibilidad, en la mayoría de los casos, de llevar adelante actividades vinculadas al comercio y la industria.
Si bien el Poder Ejecutivo impulsa diferentes medidas económicas dirigidas a los sectores más vulnerables, lo concreto es que monotributistas, cuentapropistas y muchas pymes del país comienzan a tener dificultades para pagar salarios y sostener su estructura ante el parate económico. Y uno de los sectores afectados es el de los eventos sociales y corporativos.
En ese marco, desde la Asociación de Eventos de la República Argentina (AOFREP), junto a las demás cámaras, asociaciones y uniones del sector, reclamaron al Gobierno una batería de medidas económicas que implican exenciones impositivas, subsidios y la creación de un fondo de desempleo para poder hacer frente a una crisis que se originó antes de la pandemia de COVID-19 pero que se agravó de manera imponente desde la propagación del virus a nivel global.
La AOFREP, que aglutina a sectores como el hotelero, transportes, restauración, cultural, tecnológico y logístico, entre otros, y que factura más de USD 3.000 millones anuales y emplea a más de 250.000 personas
En una carta dirigida a la Secretaría de Comercio Interior y a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la AOFREP, que aglutina a sectores como el hotelero, transportes, restauración, cultural, tecnológico y logístico, entre otros, y que factura más de USD 3.000 millones anuales y emplea a más de 250.000 personas, solicitó al Gobierno un “auxilio” para evitar el cierre de las micro, pequeñas y medianas empresas que componen la actividad.
Qué le reclaman al Gobierno
-La exención del pago de adelantos de ganancias y de la alícuota de ganancias 2019;
-El reintegro de saldos de IVA y suspensión de las retenciones por el resto del año;
-La exención de Contribuciones Patronales por 180 días;
-Subsidios para el pago de haberes por 180 días;
-La creación de un fondo de desempleo para trabajadores informales y formales que atiendan situaciones similares en un futuro;
-La exención por el resto del año de pago de monotributo y Autónomos en cualquiera de sus categorías;
-La exención de pago de servicios esenciales como luz, gas, agua y ABL por 180 días;
-Postergar por 180 días el pago de deudas con entidades financieras y congelamiento de los intereses financieros generados por atrasos de las empresas del sector;
-Liberar descubiertos sin intereses;
-Créditos blandos a tasa fija y de otorgamiento automático;
-Congelamiento de los alquileres para salones de eventos, talleres de carpintería, herrería, depósito, cocheras, gráficas, plantas de catering, oficinas comerciales pertenecientes a la industria.
Ramiro Sakin, CEO de Zenta Procucciones, pyme que forma parte del sector, señaló a Infobae que todos los eventos que se suspendieron por la cuarentena obligatoria se están reprogramando para setiembre y octubre. Aunque aclaró: “La realidad es que ni siquiera sabemos si en esa fecha se va a poder reanudar la actividad”.
Con respecto a los créditos que ofrecen los bancos a tasas de 24% para pagar salarios, Zenta señaló que se trata de una herramienta que es difícil de tomar dado que los bancos no la facilitan. Además sostuvo que las pymes se deberían endeudar para pagar salarios, teniendo que afrontar en los meses subsiguientes el pago a sus empleados sumado al crédito pero posiblemente sin recaudación por el freno de la actividad.
“El problema es que más allá de que enero y febrero no son buenos meses para el sector de eventos, en marzo la facturación se cortó a cero”, afirmó. Y concluyó que “en el mejor de los casos", se prevé que el sector comience a trabajar en octubre.
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