Mientras que la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Cámara Argentina de Comercio son parte de la mesa de diálogo que abrió el Gobierno junto con la CGT para analizar de qué manera puede comenzar a flexibilizarse la actividad económica, cada día que pasa se agrava la situación financiera de las pequeñas y medianas empresas, con dificultades para pagar los sueldos, otros gastos fijos y los impuestos; cheques rechazados; perspectivas muy complicadas en materia de ventas para los próximos meses y medidas anunciadas por el Gobierno que no terminan de concretarse.
En este contexto, y con cierta molestia por no poder ser parte de la mesa de diálogo, la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA) y la Confederación General Económica de la República Argentina (CGE) salieron nuevamente a la carga con la problemática de la cadena de pagos. A través de un comunicado, exigieron a las entidades financieras que “se definan en forma inmediata sobre la cobertura de los cheques diferidos de las pymes que los bancos tienen en su poder, y que están siendo devueltos, en un 25% en cantidad y en un 45% en montos”.
“Asimismo, solicitamos al Banco Central (BCRA) que emita las resoluciones y disposiciones necesarias y que haga cumplir las actualmente vigentes para garantizar el pago de salarios, la cadena de pagos y la supervivencia de las pymes, que son el pilar fundamental de la economía y el empleo en nuestro país", coincidieron las entidades.
El presidente de Cgera, Marcelo Fernández, enfatizó que si desde el próximo lunes los bancos abren sus puertas al público, tendrán masiva presencia de empresarios solicitando el auxilio urgente a los problemas económicos que dejó la cuarentena obligatoria.
Por su parte, el titular de la CGE, Roberto Marquinez, precisó que, aún en este contexto, “los bancos siguen con la actitud egoísta de ponerle palos a la rueda de la economía empujando a las pymes a su desaparición”. Y agregó: “Ante la gravísima situación que vive la Nación es que le solicitamos el presidente Alberto Fernández que convoque a todos los sectores representativos de la actividad económica con el convencimiento de que el diálogo constructivo es prioritario y vital”.
Desde la Confederación de la Mediana Argentina (CAME), su presidente, Gerardo Díaz Beltrán, aseguró a Infobae que no se siente molesto por no haber sido parte de la convocatoria, aunque entiende que “el nivel de representatividad de CAME puede y debe aportar sobre la verdadera situación de las pymes”. “De todas formas, hemos enviado ya varios aportes y necesidades”, recalcó.
Pero pese a estas tensiones naturales propias de que el Gobierno eligió sólo algunas entidades para sentarse a la mesa, la realidad es que los problemas que mencionan estas cámaras pymes son comunes a la gran mayoría de los rubros, con grandes, medianas y pequeñas empresas. Los únicos sectores que están trabajando son los considerados esenciales, que si bien se fueron ampliando, siguen siendo una gran minoría.
De hecho, varias cámaras empresarias hicieron relevamientos entre sus socios y los problemas son los mismos. “La principal preocupación de las empresas en este contexto es el acceso al financiamiento. Toda la sociedad está haciendo un esfuerzo y es indispensable que los bancos también acompañen y coloquen recursos para que las pymes puedan pagar los sueldos y se garantice el sostenimiento de la producción y el empleo”, aseguró el presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), Orlando Castellani, tras presentar un informe realizado por el Centro de Estudios Económicos de la institución, del que se desprende que el 62% de las empresas del sector recurrió a los ahorros para hacer frente a los pagos y obligaciones en marzo y que la mayor preocupación de las empresas del sector es sostener el pago de sueldos, seguido por los impuestos.
“Por el momento, las empresas recurrieron principalmente a sus ahorros para pagar sus compromisos, pero es necesario mejorar los procedimientos para que todas las PyMEs puedan acceder a las líneas que se han ido anunciando”, agregó Castellani. La falta de capital de trabajo también genera preocupación entre los empresarios, ya que deriva en la imposibilidad de cumplir con los compromisos de entregas al mercado, señala el informe.
Otro sector que está atravesando una situación crítica es el de las empresas de catering, que abastecen a los comedores de variadas industrias que hoy están paralizadas, excepto el sector de salud, que es el único que mantienen como cliente. Según manifestó a este medio el vocero de la Cámara Argentina de Empresas de Catering, Fernando Seara, la caída en la facturación del sector fue del 80% y si bien los sueldos de marzo se pagaron, este mes no podrán hacerlo, si no aparece ninguna ayuda del Gobierno.
El problema de este sector es que como tiene mano de obra intensiva, la mayoría de las empresas tiene más de 100 empleados, por lo que sólo podrían estar incluidas en el Repro, que todavía no fue reglamentado. “Estamos necesitando esa ayuda y una agilidad más rápida del crédito bancario. Algunos créditos han salido, pero algunas instituciones están reacias”, explicó Seara, quien a su vez afirmó que si sigue creciendo la cantidad cheques rechazados, “en las próximas semanas se romperá la cadena de pagos”.
Quienes también hicieron en los últimos días un relevamiento fue la Unión Industrial de Córdoba (UIC), que encuestó a 516 empresas de toda la provincia y llegó a la conclusión de que la actividad disminuyó para el 80% de las compañías y que las principales preocupaciones hoy son el pago de salarios (para el 32%) y la caída de la demanda (para el 23%). También aparece la falta de capital de trabajo, los cheques rechazados, el pago de impuestos, el desabastecimiento de insumos, y la caída en las órdenes de compra.
Sobre la cadena de pagos, el 60,29% de las empresas respondió que se cortó; el 18,36%, que se mantiene; el 17,56%, que se extendió; y el resto no contestó. Consultados sobre si la empresa había accedido a algunos de los beneficios anunciados por el Gobierno, el 71,52% respondió que a ninguno y sólo el 18%, a los créditos al 24 por ciento.
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