La caída de la demanda pone en riesgo a Vaca Muerta: las petroleras regulan la producción en medio de la crisis global

Sin poder exportar y sin lugar para almacenar el crudo, las empresas presentes en Loma Campana buscan nuevas estrategias en medio de la pandemia. La discusión por el precio del “barril criollo” quedó en el camino porque no hay compradores

El problema de toda la industria es que ya no hay más posibilidades de seguir almacenando petróleo crudo, ante la fuerte caída de la demanda

Quedaron atrás en el tiempo los debates presidenciales en donde los candidatos hacía nreferencia a Vaca Muerta como la joya de la corona. La idea de conservar un régimen especial para cuidar las inversiones, era repetida por unos y otros. Hoy, a menos de seis meses de esos dichos, la industria petrolera enfrenta una crisis global y local, consecuencia de la pandemia del coronavirus que está haciendo no sólo que no se perforen nuevos pozos, sino que se cierren los pozos operativos.

La noticia la publicó el diario Río Negro y fue confirmada a este medio por diversas fuentes: varias empresas cerraron pozos en Vaca Muerta y ahora fue el turno de YPF junto a su socio Chevron en Loma Campana, el yacimiento más importante de la compañía privada cuyo mayor accionista es el Estado nacional y, también, el más grande de todo Vaca Muerta. Con esa regulación de la producción y sin poder exportar y sin lugar para almacenar el crudo, buscan nuevas estrategias en medio de la pandemia.

En Loma Campana YPF, la petrolera de la que el Estado argentino es accionista mayoritario, está asociada a la estadounidense Chevron, en donde con una inversión de más de USD 9.000 millones tenía operando más de 400 pozos que producen un promedio de 44.000 barriles diarios que, hoy, no tienen destino.

La caída de la demanda de nafta hizo que las refinerías no tengan más espacio para almacenar petróleo

“Esto es porque no hay más lugar donde almacenar. No es una cuestión de costos, es un problema que está teniendo toda la industria, que es que con la caída de la demanda no se sabe dónde guardar el crudo. Las refinerías están produciendo menos combustible y los lugares de almacenaje cada vez son menos, por lo que indefectiblemente lo que va a terminar pasando es que todas las otras petroleras tengan que seguir el mismo camino”, explicó a Infobae una fuente de la industria.

Las ventas de naftas cayeron entre un 60% y un 70%, las refinerías están trabajando al 50% por lo que están comprando menos crudo. Esto hace que el crudo comience a sobrar. Tampoco se puede exportar porque hay sobreoferta en el mundo, lo que hace que los precios internacionales sean muy bajos y que, sumado a los costos y las retenciones, no sea negocio para las compañías.

Fuentes del sector explicaron que YPF no fue la primera compañía en tomar esta decisión: “Ya lo hicieron otras y lo van a seguir haciendo. Es un problema de toda la industria, por lo que se va a ir cortando en todas las compañías, porque como no hay lugar para guardarlo, la única manera es dejarlo en donde está”.

En la zona operan Vista Oil&Gas, Shell, PAE y alguna otra de menor tamaño (aunque son grandes compañías multinacionales en algunos casos, su operatoria en Vaca Muerta es de un volumen inferior respecto de la que tiene YPF).

YPF definió cerrar el 50% de sus pozos en Loma Campana

Según explicaron desde otra de las compañías que operan en la zona y que ya cerró pozos, en algún momento estudió la posibilidad de “contratar buques petroleros que queden en puerto para almacenar el crudo y cuando la demanda vuelva a tomar su curso normal poner ese crudo en circulación”. Pero esa idea, por el momento, está descartada.

Lo más preocupante que repiten los operadores de la industria es el cambio de paradigma respecto de lo que significa parar. En general, cada vez que hacen mención a un freno en la industria petrolera, se refieren a que no se sigue explorando. Pero lo que está sucediendo ahora es que se cierran pozos. “Esto es mucho más delicado porque son pozos que estaban produciendo”, explican en el sector.

Sin embargo, un ejecutivo de una importante compañía se mostró mucho más preocupado por los costos locales que por el cierre de los pozos. “Una vez que la cuarentena se levante, la demanda va a regresar y los pozos van a volver a trabajar. El problema principal de Vaca Muerta es que no tiene sentido perforar por cuestiones de costos. Con el Brent en USD 32, una exportación argentina que incluye los costos locales, más el flete y las retenciones, la operación queda por debajo de los USD 20, no es negocio para ninguna petrolera. Lo que debería hacer el Gobierno en este contexto es quitar las retenciones más que pensar en un precio sostén para la industria. Hoy el barril criollo no tiene sentido”.

En el momento en que estalló la pandemia, el Gobierno, las provincias, las empresas y los gremios estaban negociando la vuelta al mercado local de un precio sostén para el barril de petróleo de producción nacional. El regreso de lo que en épocas del ex ministro de Planificación, Julio De Vido, se denominó el “barril criollo”.

La discusión es si se paga USD 42, USD 45 o USD 50 el barril cuando en el mundo ronda los 20 dólares para sostener a la industria, el empleo y los ingresos de las provincias petroleras vía las regalías.

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