Los bancos cerrados tuvieron alivio porque no quieren captar depósitos remunerados. Su liquidez es amplia y excesiva, es un costo porque no pueden prestar con la intensidad que necesitan porque los tomadores de préstamos no dan las garantías suficientes. Todo el sistema está complicado, para garantizar la devolución de los créditos en tiempo y forma.
El Estado, al reestructurar los bonos en dólares con legislación local, le quitó capacidad de pago al mercado. Muchas empresas e inversores contaban con ese dinero, alrededor de USD 10.000 millones en el año.
Por eso, aunque tengan enormes sumas a disponibilidad de las pymes al 24% anual, prefieren seguir financiándose en el mercado de cheques donde cuando cuentan con garantías para los documentos los descuenta al 10% anual en el Banco Nación y a menos de 25% en las subastas del Mercado Argentino de Valores (MAV).
En las subastas, hay fondos e inversores institucionales que, ante las bajas tasas que pagan los bancos, prefieren comprar cheques garantizados. Por eso no extrañó que el monto de negocios del martes alcanzara los niveles pre cuarentena y se negociaran casi $ 700 millones. Además, según Fernando Luciani, director ejecutivo del Mercado Argentino de Valores (MAV) “en una semana más se normalizará la plaza de los documentos rebotados por causa del prolongado clearing que dispuso hace tres semanas el Banco Central. Como se les dio una segunda oportunidad, ahora están compensándose los pagos. Le aclaro que el índice de cheques rebotados se mantiene en niveles aceptables de 4% con esfuerzo”.
Este es el presente de las pymes. Saben que pudieron pagar los sueldos de marzo, pero fin de abril es una incógnita porque hay alzas de precios y escasas ventas.
Si se mira la evolución de los plazos fijos en los bancos se notará una caída promedio de $70.000 millones en lo que va del mes comparado con el promedio de marzo, porque las tasas no les convienen a los ahorristas ya que son menores a 2% mensual, es decir extremadamente negativas ante la inflación y con un dólar al acecho que amenaza con seguir subiendo.
El problema que tienen los dólares alternativos para consolidarse, es la vulnerabilidad de los títulos púbicos con los que se hacen esas operaciones, debido a que el martes cayeron los bonos en pesos y en dólares sin distinguir legislaciones. Esta volatilidad traba las operaciones de contado con liquidación o dólar MEP porque hace que tengan mucho de azar, ya que utilizan los bonos para triangular los pesos y dólares.
La coincidencia fue que tanto el dólar Bolsa o MEP y el contado con liquidación cerraron al mismo valor: $ 90,44. La suba más importante fue la del dólar MEP que sumó 87 centavos. El contado con liquidación aumentó 0,34 centavos.
El dólar libre, sigue sin movimiento porque la cuarentena le resta clientes. No hay forma de manejarse por Internet con este dólar. Son todas operaciones de persona a persona y al contado estricto. Por eso siguió a $ 84.
Los dólares oficiales tuvieron escaso movimiento. En bancos y casas de cambio aumentó 12 centavos a $ 67,09 y en la plaza mayorista se desaceleró el ritmo de devaluación y aumento 8 centavos, lo mismo que el día anterior, para cerrar a $ 65,07.
El riesgo país, que había comenzado en baja comenzó a deteriorarse junto con el comienzo de las caídas de Wall Street donde los tres indicadores más importantes habían comenzado con alzas de más de 3% y finalizaron en terreno levemente negativo, en contraste con lo que sucedió en Asia y Europa donde impactó la noticia de que se están reduciendo los contagios de coronavirus. Al cierre, el riesgo argentino había aumentado 136 unidades (+1,36%) a 3.753 puntos básicos.
“Es tan fuerte la crisis que salió en subasta online algo insólito: un shopping en Carlos Paz”, relató Adrián Mercado, uno de los principales broker inmobiliarios. “Y -agregó- es tanta la dificultad para vender que el dueño acepta una parte en efectivo y otra en cuotas. La subasta hubo que hacerla con una base de un millón y medio de dólares, a pesar de que en 2013 el shopping costó ocho millones”.
La Bolsa no estuvo ajena a la volatilidad. Comenzó en alza, pero cerró en baja. Es imposible que se sostenga un mercado donde los bancos no pueden pagarle a los accionistas dividendos de sus balances, por orden del Gobierno.
La contracara es que el Gobierno, además, no cumple con el pago de los bonos, pero es inflexible en la fecha de vencimiento de los impuestos. Eso explica que la calificadora de riesgo Fitch le haya bajado el martes la calificación de la deuda a CC (default selectivo).
En este marco, el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, perdió 0,84% con negocios por $ 672 millones, un monto que hace un tiempo era exiguo, pero ahora es normal. Las bajas correspondieron a los bancos. Macro cedió 3,41%; Supervielle, 2,69%; Galicia, 1,49% y BBVA 0,32%. YPF perdió 3,41%.
Las cementeras tuvieron fueron lo más sobresaliente porque la obra pública privada saldrá de la cuarentena. Holcim aumentó 10,27% y Loma Negra, que cotiza en el panel general, 9,49%.
Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- tuvieron una rueda mixta. Las alzas superaron por escaso margen a las bajas. Lo mejor fue Corporación América (+11,24%) seguido de Edenor (+9,69%). Las caídas más notables fueron las de Banco Supervielle (-5,49%) e YPF (-3,05%).
Para hoy no se esperan sorpresas. El mercado está muy abatido. De hecho, los bonos en dólares con legislación local perdieron hasta 10% y títulos como el Bonar 2024 tienen una paridad de 22,50% que es un nivel que excede a un default razonable. El Bonar 2020, está en una paridad de 25% y perdió 7,71% de su valor. En dos días bajó 26%. La caída del riesgo país, se debió a que los bonos con legislación Nueva York más representativos como el Discount, perdieron 2,70%.
El país vive una historia complicada y cambiante día a día. La calificación de default complica más. Pero los costos no están a la vista, porque la pandemia y la cuarentena paralizan la economía.
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