Tal como les había anticipado la semana pasada en reuniones que mantuvo con cada sector por separado, el Gobierno avanzó este martes por la mañana con empresarios y sindicalistas en la discusión sobre cómo comenzar a flexibilizar la cuarentena a partir de la semana próxima, de forma tal de que la rueda económica pueda retomar su funcionamiento y que las consecuencias sean las menos costosas posibles.
De todas maneras, quedó claro en el encuentro que no habrá una apertura del aislamiento; las restricciones seguirán para la población tal como rigen hoy. Lo que sucederá a partir del lunes próximo es que empresarios y gremios empezarán a discutir con las autoridades en qué sectores vale la pena que vuelva la actividad, sin que ello implique un riesgo sanitario.
La reunión comenzó a las 11 y se llevó a cabo en el salón Eva Perón de la Casa Rosada. Fueron por la Unión Industrial Argentina (UIA), su presidente, Miguel Acevedo; el vicepresidente, Daniel Funes de Rioja, y Diego Coatz, economista en jefe; por la Cámara de Comercio (CAC), su titular, Jorge Di Fiori y su vicepresidente, Eduardo Eurnekian. En tanto, por la Confederación General del Trabajo (CGT), concurrieron Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (Estaciones de servicio), Gerardo Martínez (Uocra), Andrés Rodríguez (UPCN) y Antonio Caló (metalúrgicos).
A su vez, al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero lo acompañaron la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; los ministros de Trabajo, Claudio Moroni; de Transporte, Mario Meoni, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Además, participó del encuentro la viceministra de Salud, Carla Vizzoti; el subsecretario Alejandro Costa y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.
Durante el encuentro, Cafiero subrayó la importancia de “reactivar de a poco” el regreso a las actividades cotidianas en todo el país, y señaló que deberá hacerse “con sentido estratégico y con cambios culturales y sanitarios personales”, según informó el Gobierno.
“La reunión no fue para discutir sobre los problemas que estamos teniendo ahora, sino para analizar cómo seguimos. Hablamos más del día después; y en ese sentido fue un encuentro muy productivo porque nos explicaron las restricciones que va a haber la semana que viene y que muchos de nosotros no imaginábamos. No es que el lunes vamos a salir a la calle; se busca evitar lo que pasó en otros países y que tengamos un pico muy alto de contagios”, afirmó el titular de la UIA, Miguel Acevedo, a la salida del encuentro.
La central industrial le planteó al Gobierno que no es la intención del sector que todos los rubros vuelvan a operar, ya que muchos no podrían, en el actual contexto recesivo. Pero le dejó una lista de las actividades que sí estarían en condiciones de reactivarse porque tienen demanda y porque no hay en el sector industrial tanto personal que se mueva en transporte público.
“En general, el sector industrial paga buenos salarios y los trabajadores tienen movilidad propia, si no es que la empresa les garantiza el transporte”, señalaron desde la entidad. “No es nuestra misión proponer las actividades, sino plantear lo que significa cada actividad en cuanto a la cantidad de personas que estarían trabajando, y ellos después tomarán las decisiones”, manifestó Acevedo.
La entidad también les mostró el protocolo de seguridad e higiene con el que están trabajando los sectores considerados esenciales y hubo mucho intercambio con los referentes del área de Salud sobre prevención y cómo hacer, desde las fábricas, los testeos para evitar eventuales contagios.
A su vez, Daer planteó que para poder realizar la salida paulatina de la que se habló es necesario pensar en las medidas a tomar en “el lugar de trabajo”, pero también en “la llegada de los trabajadores y trabajadoras a esos lugares. La preocupación mayor es no aglutinar gente en los transportes públicos. Esto también generará un dosificación, un cambio cultural que tiene que ver con distintos horarios”.
En este sentido, Meoni se refirió en el encuentro a que de 4 millones de personas que ingresan habitualmente a la Ciudad, hoy lo hacen unas 500.000, por lo que tendrá que haber un aumento en la oferta de transporte, si comienzan a flexibilizarse algunos sectores, con todos los cuidados pertinentes.
Lo que está claro es que seguramente algunas actividades industriales serán permitidas, así como también en el sector de la construcción. En cuanto al comercio, también se liberarán algunos rubros, posiblemente los de cercanía, con menos personal y respetando el distanciamiento.
“El gobierno ya no habla de aislamiento social, sino de distanciamiento social, es decir, espacio suficiente para no amontonarse. Los comercios van a empezar a abrir gradualmente y de forma segmentada; todavía no sabemos cuáles, pero será respetando espacios y con personal reducido y rotativo”, afirmó el secretario de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, al agregar que en el transcurso de la semana, así como las otras actividades, sabrán cuáles de su sector comenzarán a funcionar.
La propuesta que le dejó la entidad al Gobierno fue que, con los cuidados pertinentes, puedan comenzar a funcionar las actividades vinculadas con la construcción y el mantenimiento; los shoppings, restringiendo la cantidad de personal de cada local al 50% y de consumidores en proporción de 1 persona cada 16 metros cuadrados; comercios en general, atendiendo con 50% de su personal con ingreso gradual de compradores; gastronomía, hasta el 50% de su capacidad, con personal reducido en igual proporción; y el sistema financiero bancario, funcionando en todas sus operatorias, pero con límites a la asistencia.
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