La crisis económica como telón de fondo de la pandemia del coronavirus se encuentra cada vez más presente. Los países sin distinciones lanzan medidas que buscan contener el empleo, sostener a los empleadores e incentivar el consumo mientras la mitad de la población del mundo se encuentra confinada en sus casas.
En esa dirección el Gobierno argentino lanzó casi 40 medidas económicas de diferente tipo. Una de ellas se refiere a las líneas de crédito al 24% que presentó la administración nacional con que la busca ponerle un respirador artificial a la ya alicaída actividad económica
Sin embargo, los empresarios se quejan que las entidades financieras no las ofrecen y que, cuando lo hacen, ponen las trabas suficientes como para que sea muy complejo acceder. En la city señalan que algo de eso es cierto, pero que en realidad hay una conjunción de factores en donde aparece el riesgo de incobrabilidad por recesión. Es decir, hay cierto temor a un quiebre masivo de empresas y que los bancos sean los que tengan que asumir las pérdidas.
Para Miguel Ángel Arrigoni, de First Capital, “los préstamos para las pymes que lanzó el Gobierno fracasarán por culpa de los bancos. No se puede contar con el sistema bancario argentino, no van a entregar las líneas de crédito del Gobierno al 24% salvo casos puntales porque entienden que la tasa es baja y el riesgo de quiebre de las compañías es alto.”
Aunque Arrigoni es un crítico del sistema de bancos dijo que la normativa es otro impedimiento porque está “armada para no prestar”, ya que para ser sujeto de crédito en el país que hay cumplir con una serie de requisitos muy complejos.
Pero Arrigoni no es el único que entiende que las posibles quiebras frenan el crédito.El economista Gabriel Zelpo, de la consultora Seido, se mostró razonablemente de acuerdo con esa afirmación. Consideró que esa situación “es normal que pase en la Argentina, donde la bancarización es ínfima y cuando se lanzan este tipo de programas hay que empezar de cero, es muy difícil armar una carpeta".
De todas formas, Zelpo advirtió que “lo que termina sucediendo es que las líneas se acumulan en pocas empresas que, a veces, no lo necesitan y se sientan arriba de la producción a esperar una devaluación”.
El director de la consultora EcoGo, Federico Furiase señaló que “en los últimos 10 días hábiles, desde el 16 de marzo al 1 de abril, la Base Monetaria se expandió en $536.702M (29%) por financiamiento monetario al Tesoro y desarme de Leliq de bancos. El 84% de esa expansión está en la cuenta corriente de bancos en BCRA. Dicho de otra manera, en poco tiempo tuvimos tremenda expansión de base monetaria que se ha “autoesterilizado” y que por lo tanto no tuvo impacto en la brecha cambiaria ni en la inflación. Pero aún no habría viajado por el canal del crédito a empresas o familias”.
Es difícil que un banco le presente a u cliente nuevo que no sabe en qué condiciones se lo van a devolver (Fausto Spotorno).
El aumento de crédito en el mismo lapso, explicó Furiase, fue de $148.367 millones: “Hay un problema de transmisión de la política monetaria a la economía real porque el canal del crédito está complicado. Puede ser que ante la recesión que se viene los bancos esperen un aumento de la irregularidad de la cartera por eso no sale rápidamente a prestar por el riesgo de incobrabilidad. Por otro lado, hay una debilidad en los depósitos a plazo fijo y está aumentando el circulante, los depósitos a la vista. Los bancos tienen un problema”.
Quien hizo referencia a la falta de capacidad por parte de las entidades financieras para poder entender el mercado pyme y los riesgos que eso conlleva fue Fausto Spotorno, director de Orlando J Ferreras y Asociados.
Para el economista, “es difícil que un banco preste a clientes nuevos que no sabe en qué condiciones se lo van a devolver. Cuesta mucho por el lado de las garantías. Armar una cartera nueva de créditos para pymes, que los comerciales salgan a buscar esas empresas y las revisen, lleva tiempo. Y el sistema financiero argentino hace rato que ha perdido ese músculo. La verdad es que no estoy seguro de que los bancos estén con la infraestructura necesaria para llegar a las pymes. Básicamente no saben a quien darle y a quien no".
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