La rotunda ganancia diaria por encima del 7% en Wall Street este lunes no permitió mensurar en forma plena el efecto que sobre las valuaciones locales causó el reperfilamiento por decreto de los bonos en dólares bajo legislación argentina.
Si bien estos títulos públicos cedieron un 9% en promedio durante la rueda, las emisiones con legislación extranjera avanzaron un 1%, por ahora exentas del diferimiento de pago hasta fin de año y supeditadas a una pronta oferta de reestructuración.
Por esta divergencia, que privilegió el tratamientos de los títulos amparados por ley de Nueva York a los protegidos por la ley argentina, el riesgo país de Argentina recortó un 1,9%, a 3.612 puntos básicos, un movimiento más acorde a la recuperación de precios de las bolsas internacionales.
En el mismo sentido, los ADR de empresas argentinas que se negocian en dólares en Wall Street operaron con tendencia positiva, aunque los papeles de bancos, habituales tenedores de títulos de deuda, acusaron una baja de hasta 4,5%, como en el caso de Grupo Galicia.
Los mercados externos rebotaron con fuerza, apuntalados por las noticias sobre una disminución de los casos de afectados por la pandemia del coronavirus, que devolvía a los mercados el apetito por activos de mayor riesgo.
El optimismo de los inversores respecto al funcionamiento de las medidas de contención del coronavirus en Estados Unidos y la posibilidad de que la pandemia se acerque a su “pico” máximo en el país norteamericano catapultó a las bolsas de Nueva York, donde el Dow Jones ganó 1.627 puntos o 7,7%, en 22.679 enteros, mientras que selectivo S&P 500 subió un 7%, a 2.663 puntos, y el tecnológico Nasdaq cerró con un ascenso de 7,3%, en los 7.913 enteros.
Entre las 30 cotizantes del Dow Jones se destacaron los avances de Boeing (19,5%), Raytheon Technologies (+15%) -el nuevo nombre de United Technologies tras completarse la fusión con esa firma-, y American Express (+14%).
Las acciones argentinas avanzaron en promedio un 1,6% en pesos y un 0,9% en dólares
El petróleo de Texas cayó un 8% y el barril para entregar en mayo cerró en USD 26,08, ante la incertidumbre respecto al posible recorte en la producción mundial para estabilizar los precios.
El índice bursátil S&P Merval de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos) subió un 1,6%, a 26.922 unidades, en una plaza inestable y luego de registrar un alza superior al 3,5% tras los primeros negocios.
“Con la pandemia todas las bolsas volcaron; la nuestra también, solo que ya veníamos mal y sumada la crisis coronavirus, esa embestida bajista era imposible evitarla: si afuera hay tempestades, con las bajas nos inundan”, comentó Jorge Fedio, analista técnico de Clave Bursátil.
Repercusiones por el reperfilamiento
“Esta decisión unilateral de Argentina sobre su deuda legal local no es sorprendente, ya que las autoridades ya habían adoptado medidas similares con otros bonos, y estaba claro que su servicio este año era demasiado pesado para enfrentarlo sin acceso al mercado”, comentó el banco Citi en un reporte.
Para la consultora Quantum, “podría interpretarse la postergación de los pagos bajo ley local como señal a los acreedores externos para lograr una flexibilización en sus posturas, aunque los márgenes para lograr un acuerdo son cada vez más estrechos”.
El decreto del Gobierno no afecta los casi USD 70 mil millones de pasivos en emitidos bajo ley extranjera
No obstante, los analistas de Portfolio Personal Inversiones interpretan que el decreto “pone aún más dudas, sobre la realidad de estas negociaciones, después de lo que pareció ser una primera oferta sobre la mesa no friendly”.
“Si el proceso estaba sembrado de incertidumbre, lo sucedido en las últimas horas la profundiza al extremo. No se conoce por ahora definiciones sobre si pasará lo mismo -un ‘reperfilamiento’- con los pagos de la deuda ley extranjera, pero lógicamente en ese caso el escenario sería radicalmente más complejo aún”, añadieron.
Los bonos soberanos en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) subieron un 1,3% en promedio en una plaza impulsada por la mejora anotada en los bonos dolarizados a más largo plazo.
“Si bien el Gobierno había manifestado mediante el ministro de Economía, Martín Guzmán, que no quería caer en default, las medidas que ha ido tomando no han hecho más que provocarlo”, evaluó el analista financiero Luis Palma Cané. Agregó que “'defaultear' la deuda con legislación argentina en dólares constituye una pésima señal para los mercados y complica aún más el proceso de renegociación que se lleva adelante con los acreedores internacionales”.
Los mercados argentinos permanecerán cerrados el jueves y el viernes por la celebración de Semana Santa
“La deuda actual requeriría de un financiamiento de unos USD 300.000 millones entre 2020 y 2023, un guarismo claramente inalcanzable en las actuales circunstancias. El pago de intereses significó ya en 2019 un 18,4% de los ingresos del gobierno central, siendo que entre 2003 y 2016 se había mantenido por debajo del 10%”, subrayó Víctor Beker, director del CENE de la Universidad de Belgrano.
“La postergación del pago de la deuda en moneda extranjera de jurisdicción argentina es un default técnico. Dado el actual escenario, ‘defaultear’ jurisdicción argentina y seguir honrando los bonos de jurisdicción Nueva York, es la opción ‘menos mala’”, explicó a Reuters Mariano Sardáns, CEO de la Gerenciadora de Patrimonios FDI.
El dólar subió otro peldaño
La plaza cambiaria no perdió la parsimonia que exhibe desde la instauración de cepo “hard”, a partir del 28 de octubre del año pasado. La divisa de EEUU concluyó ofrecida a $64,99 e el mercado mayorista, con incremento marginal de ocho centavos, y a $87,06 en el promedio de bancos de la City porteña, con el recargo de 30% para particulares, con un tope mensual de 200 dólares.
Más acentuada fue la tónica alcista para las paridades bursátiles, con un “contado con liqui” que llegó a operarse por encima de los 91 pesos durante la rueda, mientras que el MEP trepó por encima de los 90 pesos.
“Más allá de la acelerada emisión monetaria, las brechas sigue relativamente calmas, ya que la cuarentena está generando una mayor necesidad de pesos en los agentes económicos”, resumió el economista Gustavo Ber.
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