La pandemia de coronavirus no impedirá la próxima misión de “Artículo 4” del Fondo Monetario Internacional” en la Argentina, le dijo a la agencia Bloomberg el directorio del Departamento Hemisferio Occidental del Fondo, el mexicano Alejandro Werner.
Pero la misión, necesaria para avanzar en la intención del gobierno argentino para refinanciar el acuerdo de 2018 entre el FMI y la Argentina, hasta tanto pueda recuperar el acceso a los mercados de capital, que ya estaban cerrados para el país y ahora se han cerrado para todos los mercados emergentes, no será presencial, sino que se realizará por vía digital.
La misión de “artículo 4” (por el artículo del “Convenio Constitutivo” del Fondo que prescribe esta suerte de “chequeo” anual de la situación macroeconómica de los países que lo integran) es el primer paso para alcanzar un acuerdo de refinanciación, pero en las actuales circunstancias, dijo Werner, se podría realizar por Skype.
Misiones remotas
En cuanto a la misión a la Argentina, no sería la primera vez que el organismo haga ese tipo de chequeo por vía digital, dijo Werner, jefe directo de Julie Kozack y Luis Cubeddu, los funcionarios que hasta ahora han mantenido más intenso contacto con el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, y quienes, al cabo de la última visita, redactaron el comunicado del Fondo en el que el organismo suscribió la posición del gobierno argentino de que la deuda del país es “insostenible” y que los acreedores privados deben hacer un “aporte apreciable” para que el pasivo argentino vuelva a ser “sustentable”.
Werner, sin embargo, no dijo cuándo sería esa misión digital, lo cual “será analizado” con el gobierno argentino que, además, se mantiene en contacto con los acreedores privados. El Fondo, señaló, está considerando pedidos de revisión remota de más de 80 países.
Del lado del gobierno argentino remarcaron que en este momento se trabaja más en la relación y conversaciones con los principales fondos de inversión que tienen títulos argentinos. La misión de “Artículo 4”, recordaron, ya se había acordado en febrero pasado, cuando Guzmán se entrevistó en Riad, Arabia Saudita, durante la reunión de ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G-20, con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, y con el secretario del Tesoro de EEUU, Steve Mnuchin. Esa reunión consolidó la relación entre el gobierno de Alberto Fernández y el Fondo, que a continuación envió a Buenos Aires una misión encabezada por Kozakc y Cubeddu.
Pero en las últimas semanas la explosión de la pandemia se impuso como prioridad absoluta en la agenda internacional. De hecho, señalaron desde Economía, los propios fondos de inversión están ahora analizando sus posiciones no sólo en la Argentina, sino en distintos mercados emergentes, que se vieron fuertemente golpeados por el retiro de fondos de los últimos dos meses. Incluso un informe del Servicio de Investigaciones del Congreso de EEUU alertó hace pocos días sobre el riesgo de una “ola de defaults” en los mercados emergentes y la posibilidad de “una nueva crisis de deuda”.
También Ecuador
Werner apuntó también el caso de Ecuador, el segundo más importante deudor del Fondo en Sudamérica y también el más fuertemente golpeado por la epidemia de coronavirus y el derrumbe del precio internacional del petróleo. El Fondo también está trabajando en un nuevo programa con el gobierno de Lenin Moreno, ex vicepresidente y hoy enemigo político del ex mandatario Rafael Correa. Al igual que en el caso argentino, la negociación del Fondo con Ecuador también está atada al resultado de las negociaciones con bonistas privados.
Ecuador ya pidió al Fondo dinero de “acceso rápido” para lidiar con el coronavirus, que ha matado más de 120 personas en ese país, el segundo de Sudamérica en cantidad absoluta después de Brasil y por lejos el país con mayor número de muertos por habitante.
Seguí leyendo: