Los bonistas rechazaron la propuesta de Guzmán sobre la deuda y sugirieron aplazar pagos por seis meses por la pandemia

Tras analizar la presentación del funcionario para renegociar, los acreedores privados indicaron que los lineamientos de la oferta no dejan espacio para un acuerdo y que es más lógico postergar vencimientos mientras dure la crisis por el coronavirus

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El ministro Martín Guzmán, al presentar ayer los lineamientos de la propuesta argentina para renegociar la deuda
El ministro Martín Guzmán, al presentar ayer los lineamientos de la propuesta argentina para renegociar la deuda

Los acreedores más dialoguistas rechazaron los lineamientos de la oferta que presentó la Argentina y expresaron que la única chance de acordar es que haya una postergación de los pagos por seis meses hasta que se resuelva la crisis de la pandemia.

Desde Estados Unidos, la reacción a la propuesta que difundió el martes el ministro de Economía, Martín Guzmán, fue contundentemente negativa.

Una fuente ligada a un fondo de inversión que suele tener un diálogo constructivo con Economía afirmó, contundente: “No hay espacio para un acuerdo”.

“Esto es lo mismo que Guzmán dijo hace varios días en su videoconferencia, pero puede ser suficiente para que digamos que no hay espacio para llegar a un acuerdo. No tiene ninguna importancia”, expresó, disgustado.

Para la fuente, la única alternativa en medio de la alta volatilidad que exhiben los activos financieros en todo el mundo es que haya un acuerdo para la extensión de los plazos (standstill) hasta que se despeje la incertidumbre financiera por la pandemia por el coronavirus.

Para varios acreedores, la única chance de un acuerdo es que haya una extensión de los plazos por seis meses hasta que se reduzca la incertidumbre por la pandemia

Pero si la Argentina persistiera en presentar una oferta en abril, como dio a entender ayer Guzmán, el acreedor indicó que “deben pagar una parte en efectivo”.

“Si el bono lo toman a 30 o 40 centavos, nadie va a aceptar un título nuevo con un período de gracia y baja en los cupones por varios años sin cash”, aclaró.

El desenlace de esta crisis es clave para que los acreedores sepan cuál es la capacidad real de pago de la Argentina en los próximos años, sobre todo por los recursos fiscales que deberá destinar, como otros países, a paliar la profunda recesión y la crisis social generada por la pandemia.

En este sentido, anteayer Guzmán afirmó en su encuentro con los periodistas que, por el coronavirus, se vieron obligados a reformular su escenario de corto plazo, pero no el de mediano plazo.

La manipulación de las estadísticas oficiales desarrollada entre 2007 y 2015 generó una fuerte desconfianza por los títulos que emitió la Argentin ligados a la inflación y al PBI
La manipulación de las estadísticas oficiales desarrollada entre 2007 y 2015 generó una fuerte desconfianza por los títulos que emitió la Argentin ligados a la inflación y al PBI

La idea de reutilizar el cupón ligado al PBI, como ocurrió en las ofertas que hubo en 2005 y 2010, tampoco tienta demasiado a los acreedores, luego de la manipulación de las estadísticas oficiales, como la del crecimiento económico, registrada entre 2007 y 2015.

“El ministro debería dejar los libros y de hablar solo con Joseph Stiglitz porque la realidad es diferente en el mercado”, expresó el ejecutivo.

“Si la oferta es para tomarla o dejarla, el nivel de aceptación será muy bajo. Y, aunque un default de la Argentina pierde relevancia en este contexto de crisis, ¿quién se va a perjudicar más si ocurre: el país o nosotros?”, aclaró la fuente.

Además, ratificó que los números que presentaron tanto el Gobierno como el Fondo Monetario Internacional (FMI) para justificar la situación de no sustentabilidad de la deuda “no le cierran a nadie en el mercado”.

Desde Nueva York, un trader indicó que “resulta completamente inaceptable la idea de que el Gobierno confisque una parte del capital de los inversores, locales o extranjeros, a pesar de la situación de fuerza mayor por la pandemia”.

“Haití, Puerto Rico, algún país muy afectado por los carteles de la droga podrían tener alguna justificación para confiscar capitales, pero nada de eso se ve en la Argentina”, explicó un trader en Nueva York.
“Haití, Puerto Rico, algún país muy afectado por los carteles de la droga podrían tener alguna justificación para confiscar capitales, pero nada de eso se ve en la Argentina”, explicó un trader en Nueva York.

“Haití, Puerto Rico, algún país muy afectado por los carteles de la droga podrían tener alguna justificación, pero nada de eso se ve en la Argentina”, explicó.

En particular, sobre los lineamientos que presentó Guzmán, dijo que “plantean reducir cupones que de por sí ya no son tan altos y, a la vez, quieren un período de gracia con un cupón más bajo y la posibilidad de una quita de capital”.

Además, consideró que “por un lado pretende reducir los cupones y, al mismo tiempo, ofrecer la posibilidad de un cupón ligado al PBI. No tiene sentido”.

Por esta razón, así como los precios de los bonos argentinos subieron anteayer en base a un rumor infundado de que el Gobierno había llegado a un acuerdo con los bonistas para lanzar la oferta, ayer volvieron a caer.

En Buenos Aires, un experimentado economista y ex negociador consideró que el Gobierno debería pagar con las reservas del Banco Central los vencimientos de USD 3700 millones bajo ley extranjera que tiene este año y esperar a que el panorama global aclare para plantear una oferta.

Economistas plantean que se paguen los vencimientos en dólares de este año con las reservas del Banco Central
Economistas plantean que se paguen los vencimientos en dólares de este año con las reservas del Banco Central

“La Argentina no tiene un problema de sustentabilidad como plantean el Gobierno y el FMI. La cifra del 92% del PBI está mal medida. La deuda a renegociar es del 40% del PBI, un nivel más bajo que el de otros países. No tenemos un problema de solvencia, si no de liquidez, porque no nos prestan”, explicó.

El economista advirtió que “aunque algunos en el Gobierno tengan la tentación de ir a un default en este contexto global, el problema no lo va a tener la Nación, sino las provincias y las empresas privadas que no van a poder financiarse. La mirada debería ir más allá de lo que pasa en la Casa Rosada”.

En este sentido, un informe de hoy del estudio EcoGo que dirige Marina Dal Poggetto afirma que “la magnitud de la caída y, sobre todo, la capacidad de recuperación de la economía a medida que se vayan levantando las restricciones es muy distinta en el escenario donde Argentina logra renegociar la deuda en forma exitosa que en el que termina materializando un default”. Ec Go calcula una recesión que podría ir del 4 al 7% este año dependiendo de cómo se resuelva esta cuestión.

En el mercado “no cierran” los números que presentaron tanto el Gobierno como el Fondo Monetario Internacional (FMI) para justificar la situación de no sustentabilidad de la deuda.

“En el primer caso, el rebote que brinda la gradual puesta en marcha de la economía en el tercer trimestre se montaría sobre el shock positivo que implicaría el desplome del riesgo país desde los niveles actuales, la reducción de la incertidumbre idiosincrática y la recuperación en la demanda de pesos”, explicó.

Este último factor “va a ser fundamental también en términos del margen de maniobra del Banco Central a la hora de comenzar a retirar los estímulos, moderando el esfuerzo requerido en términos de absorción monetaria y habilitando un mayor roll over de los vencimientos en moneda local que disminuya el financiamiento monetario requerido”, aclaró.

En este contexto, subrayó, “el pragmatismo en la renegociación de la deuda en dólares, un prudente manejo de las reservas del Banco Central y un manejo correcto de la política aumentan las chances de que, una vez disipada la pandemia, la economía pueda pensar en volver a crecer sin que explote la puja distributiva”.

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